El fin de la 'Rueda' abre una nueva brecha en la SGAE

Una treintenta de artistas flamencos exigen un reparto «más justo» que el que quiere aprobar la dirección el 9 de febrero

Sede de la SGAE en el Palacio de Longoria IGNACIO GIL
Jaime G. Mora

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Que en la SGAE nunca llueve a gusto de todos ha quedado más que acreditado a lo largo de la última década, en la que la entidad se ha visto en varios escándalos judiciales que han hecho temblar los cimientos de la entidad de gestión de derechos de autor más importante del país. El último motivo de discordia, que ha puesto en pie de guerra a una treintena de artistas flamencos, tiene que ver con el nuevo modelo de reparto que la dirección pretende aprobar para acabar con la llamada 'Rueda', el sistema que dio pie a un supuesto fraude de más de 100 millones de euros.

Lo que los socios de la SGAE decidirán en la asamblea general convocada para el próximo 9 de febrero es una modificación del artículo 202 bis del reglamento de la entidad, con la idea de que el sistema de reparto de derechos de autor provenientes de las cadenas de televisión esté vinculado a las mediciones de audiencia . Frente al modelo actual, que está basado en franjas horarias, el nuevo sistema propone unificar dichas franjas horarias e introducir variables como la audiencia y la inversión publicitaria, así como coeficientes que destacan la contribución de las obras en las emisiones televisivas.

Según el presidente de la SGAE, Antonio Onetti , su junta directiva no hace otra cosa que cumplir con las indicaciones del Ministerio de Cultura y adaptar esta vía «a las demás líneas de recaudación». Se generarán más derechos en relación con la audiencia y los ingresos publicitarios, insiste Onetti: «En la televisión se han producido una serie de fenómenos particulares que han hecho que parezca normal lo que no es normal».

Caso Rueda

Esa anormalidad a la que se refiere Onetti es lo que se destapó en 2017 con el 'caso Rueda', un sistema que duró 15 años y que generó ingresos millonarios por derechos de autor por los contenidos musicales emitidos en programas nocturnos y sin apenas audiencia. Empleados de televisiones estuvieron también implicados en una trama que beneficiaba a unos pocos autores que, entre otras prácticas, hacían arreglos mínimos a obras de dominio público para registrarlos y cobrar por ellos.

La franja nocturna llegó a suponer el 50 por ciento de la recaudación por la música emitida en televisión pese a que llegaban al 1 por ciento de la audiencia. El juez Ismael Moreno , de la Audiencia Nacional, imputó a 14 televisiones y cifró el supuesto fraude en 100 millones de euros. El caso aún está pendiente de resolverse en los tribunales.

La solución que propone la dirección de la SGAE no satisface a todos los socios. Una corriente crítica lleva días denunciando que, con este reparto, la retribución será mínima por participar en los Conciertos de Radio 3 o actuar en el Festival de Jazz de Vitoria, que será emitido por La 2 de TVE. La música sinfónica o el flamenco, que tampoco tienen demasiado tirón en televisión, tampoco generarán ingresos reseñables.

Los críticos advierten también de que el hecho de que sea una empresa privada, contratada por el consejo, quien decida los coeficientes de los repartos sin necesidad de consultarlo a la asamblea no es acorde con la legalidad vigente y supone «detraer la soberanía asamblearia». Según las fuentes consultadas de esta corriente crítica, el nuevo modelo supone «volver al lugar del que la ley quiso evitar: quienes controlen el consejo controlarán el reparto (con lo que eso tiene de arriesgado, en función de los conflictos de intereses que existen en la entidad)».

Críticas de los flamencos

Este jueves, quien ha levantado la voz es el mundo del flamenco. En un manifiesto distribuido a los medios, una treintena de artistas flamencos han reclamado un «reparto justo» y que su disciplina artística tenga «la misma ponderación que otras». Entre los firmantes figuran nombres como Estrella Morente, Tomatito, Diego El Cigala o Pepe Habichuela .

«Se nos pretende convencer de que este reparto es más justo, pero los datos que nos presentan ponen en evidencia que esto no es así», señalan, y alertan de que la nueva propuesta creará «una situación insostenible» para ellos, el jazz, la música sinfónica y otros «grupos no mayoritarios». «En la próxima asamblea se planteará que un porcentaje de usos de música en televisión se paguen a cero euros», añaden.

«Se pone la excusa de pagar por audiencia. Ya se paga más por audiencia y el valor minuto del prime-time vale de media cincuenta veces más que un minuto de un músico de jazz o flamenco que actúen en horario nocturno o de baja audiencia».

La SGAE segura que las entidades de gestión que forman parte de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) están obligadas a garantizar un reparto equitativo, justo, riguroso y transparente de derechos entre sus miembros. El Ministerio de Cultura también exigió una mayor trazabilidad y transparencia a la SGAE para no retirar la licencia.

Asamblea telemática

Otra de las reivindicaciones del colectivo flamenco es que la asamblea del próximo día 9 sea presencial y no telemática, como está previsto. «SGAE parece que quiera forzar una baja participación. De hecho, en la última asamblea, asistieron a la misma de forma telemática 99 socios de 120.000. La participación en votos fue de 700 socios. Solo participó uno de cada cien socios. Muchos socios, sobre todo en el flamenco, no tienen ordenador ni internet, o no saben votar online».

Otras fuentes consultadas apuntan a que la convocatoria telemática contraviene los artículos 38 y 39 de la SGAE , que menciona que solo se podrán convocar asambleas por vía exclusivamente telemática cuando concurren causas de fuerza mayor o de naturaleza excepcional. Y esto ocurre en medio de una investigación policial en curso por presuntas irregularidades en las delegaciones de voto de la asamblea celebrada el pasado 21 de junio de 2021.

Según Onetti, las convocatorias de asambleas se realizan «con mucho tiempo de antelación» y en este caso se optó por esta vía ante la incertidumbre del Covid: «Estamos hablando de meter a 500 personas durante cinco o seis horas en un espacio cerrado». Críticos con la dirección apuntan que la comparecencia de socios en asambleas no suele llegar a los 200 asistentes.

El plazo para votar de manera electrónica se abrió el día 28 de enero y concluirá mañana a las 20.00 horas. También se podrá votar de manera telemática el 9 de febrero, o delegando el voto en otro socio del mismo colegio.

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