Rodríguez Uribes lanza una política de género para buscar la igualdad en la cultura

La nueva Ley del Cine prevé que las películas dirigidas por mujeres puedan considerarse «obras difíciles», lo que les permitirá optar a un aumento de ayudas públicas de hasta un 75%, según las cuentas del Ministerio

Rodríguez Uribes, antes de comparecer en la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso José Ramón Ladra
Bruno Pardo Porto

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Era la primera vez que José Manuel Rodríguez Uribes , aún flamante ministro de Cultura y Deporte, comparecía en la Comisión de ídem. Lo hizo ayer a petición propia, en un bautizo voluntario que utilizó para presentar las «líneas generales de acción» que ha preparado para su cartera. Su plan, según resumió él mismo, pasa por la reforma de unas cuantas leyes más bien vetustas que hacen referencia a un mundo ya pasado, más analógico que otra cosa, y también por la lucha efectiva contra la brecha de género , lacra a la que le dio una importancia capital y transversal.

Pero primero, las formas. Comenzó Rodríguez Uribes haciendo referencia al diálogo , celebrando, de alguna manera, el clima de esta comisión, que en la legislatura pasada consiguió poner de acuerdo a a las principales fuerzas políticas para redactar el Estatuto del Artista. «Queremos escuchar a todos y queremos hablar con todos», aseveró, y luego citó a Fernando de los Ríos : «En España se necesita la revolución del respeto».

El paquete de medidas del ministro es amplio y ambicioso, e incluye, entre otras propuestas, la culminación del Estatuto del Artista , la promulgación de una Ley de Patrimonio Histórico que actualice las nuevas realidades patrimoniales (inmaterial, intelectual, subacuática, industrial, bibliográfica, entre otras), la redacción de una nueva Ley del Deporte , otra del Cine, y la mejora y favorecimiento del mecenazgo, un tema que tendrá que abordar en colaboración con otros ministerios, como los de Hacienda, Universidades o Ciencia. También mencionó el ya mítico Plan de Lectura, la transposición de la Directiva del Mercado Único Digital, la actitud vigilante respecto a la SGAE , la creación de una Oficina Nacional de Propiedad Intelectual y, he aquí una ansiada novedad, el desarrollo de una línea de ayudas destinadas a la creación de videojuegos con una partida esperada de 2,5 millones de euros en los futuros Presupuestos.

Pero el eje central de su plan, como subrayó, es la lucha contra la desigualdad de género. «Si bien son las mujeres las que participan con mayor intensidad en las actividades culturales y artísticas, las que asisten con más asiduidad a acontecimientos culturales, las que leen más y las que realizan con más determinación actividades artísticas, las cifras de empleo de las mujeres y los datos sobre propiedad intelectual no se corresponden con esa realidad», lamentó. Lo mismo vale para el deporte, como apuntó luego. En este punto se inscriben iniciativas como el Plan de acción 50/50 del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales o la nueva Ley del Cine , que prevé que las películas dirigidas por mujeres puedan considerarse «obras difíciles», lo que les permitirá optar a un aumento de ayudas públicas de hasta un 75%, según las cuentas del Ministerio.

Desde la oposición, las propuestas de Rodríguez Uribes fueron, en general, bien recibidas. Le reprocharon otras cosas. Guillermo Díaz Gómez, de Ciudadanos, le preguntó por la idoneidad de Irene Lozano para el cargo de presidenta del Consejo Superior de Deportes, y por la de María de los Llanos Castellanos para el de presidenta de Patrimonio Nacional. Javier Merino Martínez, del PP, reclamó más consideración al deporte, y los diputados de ERC y JuntsXCat –Joan Margall Sastre y Laura Borràs, respectivamente–, criticaron la falta de atención (y recursos) a la cultura catalana. Por su parte, Joseba Andoni Agirretxea Urresti, del PNV, pidió respeto a las competencias de las comunidades autónomas, a las que José Ramírez del Río, de Vox, definió como «taifas».

El ministro respondió con cintura, sin dar fechas fijas para las reformas, porque «dependen de muchas cosas». «Aún tenemos los presupuestos de cuando éramos una Secretaría de Estado», lamentó, entre alguna risa de la sala... Lo de siempre: para pasar del decir al hacer hay que pasar antes por caja.

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