Figura del lado izquierdo del friso descubierto, con uno de los Reyes Magos
Figura del lado izquierdo del friso descubierto, con uno de los Reyes Magos - JOSE MARÍA MENÉNDEZ JAMBRINA

Los Reyes Magos sí existen en Quintanilla de la Berzosa

Así relata un fotógrafo aficionado cómo descubrió por casualidad un friso románico, oculto durante siglos por un granero

QUINTANILLA DE LA BERZOSA Actualizado: Guardar
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Guiado por mi interés y curiosidad por conocer el Románico y la Montaña Palentina me inscribí sin dudarlo en el IV taller de Fotografía del Patrimonio, convocado por la Fundación Santa María la Real. De esa forma -pensé- podría disfrutar de un acercamiento al Románico Palentino y su Montaña, de unas jornadas fotográficas, y del Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, sede de la Fundación, en cuya hospedería me alojé durante esos días.

Y así lo hice. El viernes 16 de septiembre de 2016, dio comienzo el taller con varias e interesantes ponencias sobre fotografía en general, y patrimonial en particular. Al día siguiente, el sábado por la mañana, nos llevaron hasta al mirador del embalse, y ya como primera visita, hasta la cercana iglesia románica de San Martín, parroquia superviviente del pueblo de Quintanilla de la Berzosa, desaparecido bajo las aguas del embalse del Río Pisuerga.

Iglesia románica de San Martín, de Quintanilla de la Berzosa, y el granero adosado, en septiembre de 2016
Iglesia románica de San Martín, de Quintanilla de la Berzosa, y el granero adosado, en septiembre de 2016 - J.M. MENÉNDEZ JAMBRINA

A la luz de estos datos, calculamos que si la reforma de la portada de la iglesia, data del siglo XV, y existen referencias al granero a finales del siglo XVI, deducimos que quizá con su construcción, el friso queda oculto por coincidir su ubicación en el lugar donde decidieron levantar los muros de éste.

Friso original del siglo XII

Lo que nos parece bastante seguro, es que el friso descubierto por sus características formales, es original del siglo XII, que seguramente pertenece a la propia iglesia de San Martín, de esa misma época; que esta piedra fue reutilizada y reubicada en la reforma de la portada del siglo XV, junto con otros elementos, y posteriormente ocultada o tapada por la construcción del granero y uno de sus muros a finales del siglo XVI o comienzos del XVII.

Esta piedra labrada ha permanecido «escondida» por el muro del granero durante varios siglos. Por este motivo no ha sido catalogada, dado que permanecía oculta, incluso durante las obras de consolidación y rehabilitación de esta iglesia, que el Centro de Estudios del Románico de Aguilar de Campoo ejecutó en los años 1989 y 1990, cuando catalogaron los dos capiteles románicos.

Ello también explica su buen estado de conservación.

Con el paso del tiempo, el muro del granero se va desplomado respecto al muro principal de la iglesia, los materiales de la junta que los une ha ido progresivamente desapareciendo, dejando parte del friso muy tímidamente a la vista, lo que posibilita su descubrimiento en septiembre de 2016.

Para una investigación en profundidad, sería necesaria una intervención que despeje la piedra tallada del muro que la oculta, e intervenir sobre el friso para su limpieza y posterior estudio, que seguramente arrojaría más datos.

José María Menéndez Jambrina, Doctor en Bellas Artes.

José Luis Calvo Calleja, Responsable de Patrimonio, Obispado de Palencia

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