Los premios en memoria del periodista que quemó el Museo del Prado
Los Cavia, los galardones más prestigiosos de la prensa española, cumplen cien años
Un periodista que nunca escribió en ABC dio nombre a los galardones que otorgan «título de nobleza periodística»
Mariano de Cavia fue el periodista que «incendió» el Museo del Prado en 1891. Lo hizo en un histórico artículo en «El Liberal» que pretendía alertar sobre la precariedad de las medidas de seguridad de la pinacoteca. Además de en el citado medio, Mariano de Cavia trabajó a lo largo de su vida para periódicos como «Heraldo de Madrid», «El Imparcial» o «El Sol». Mariano de Cavia, republicano, nunca escribió en ABC; sin embargo, su nombre permanece indeleblemente unido al de nuestro periódico desde prácticamente el momento de su muerte, el 14 de julio de 1920. Solo dos días después, se leía en la página 11: «ABC desea rendir un homenaje al inolvidable maestro, que no fue ni quiso ser más que periodista . Y, al efecto, con esta fecha instituye, honrándolo con el nombre del insigne literato, el premio Mariano de Cavia, consistente en 5.000 pesetas, que serán adjudicadas todos los años al autor del mejor trabajo periodístico que se haya publicado o se publique en la Prensa de España a partir del 1º de enero del año actual». Fue -hoy el gesto todavía chocaría más- un acto de respeto, generosidad y reconocimiento del talento , perennes pilares del espíritu de este periódico. «Nos muestra -dijo el Rey Don Felipe el año pasado, en la cena de entrega de los galardones- el mejor de los talantes, la España más luminosa, la de las mentes abiertas, la tolerancia, la capacidad de tender lazos y reconocer las bondades y logros ajenos. Un espíritu de concordia bajo el que nuestro país ha escrito sus mejores páginas y del que nunca deberíamos desviarnos».
Apenas dos días después del fallecimiento de Mariano de Cavia, el fundador de ABC y Blanco y Negro, Torcuato Luca de Tena , invitaba desde el diario, «con sincero espíritu de fraternidad», a presentarse al galardón cuya idea, como se recogió en las bases de 1927, era reconocer el mejor trabajo periodístico, que «acredite las condiciones del buen escritor de periódico: perfección literaria, alta mentalidad y arraigada cultura , juntamente con la facilidad y prontitud de redacción que suelen acusar la índole y el momento del asunto».
Nacía así el más prestigioso galardón de la prensa española, cuyo primer ganador fue Dionisio Pérez , gaditano, y una de las grandes firmas con las que Torcuato quería edificar su periodismo escrito de calidad. Y si Mariano de Cavia no había visitado el espléndido edificio de la calle de Serrano más que, acaso, de visita, tampoco el artículo ganador de aquel primer premio Cavia se había alojado en las páginas del periódico. Pérez fue premiado por un texto titulado « La musa de Joaquín Costa », que fue publicado en «Nuevo Mundo». Las 5.000 pesetas que recibió no fueron poca cosa; en aquellos años, un obrero industrial en Madrid cobraba 1.780 pesetas al año, mientras que una casa en el Barrio de Salamanca costaba 175.000 pesetas. Claro que el Gordo de Navidad de ese año fue de un millón doscientas mil pesetas, pero esa es otra historia; también lo son los 10.000 euros que recibe hoy en día el ganador.
Cuatro premios Nobel
No podía imaginar Dionisio Pérez que su nombre sería el primero de una lista que llega ahora al centenar y en la que hay varios premios Nobel de Literatura; cuatro, concretamente: Jacinto Benavente (premio Cavia de 1947), Camilo José Cela (1991), Octavio Paz (1994) y Mario Vargas Llosa (1996): en el caso de este último, ABC le reconoció antes que la Academia sueca.
Estas cuatro figuras encabezan una lista ilustrísima del periodismo y la literatura de la que es difícil seleccionar algún nombre; no en vano Torcuato Luca de Tena lo instituyó con la idea de que se convirtiera en « un título de nobleza periodística ». Y como muestra de esta selecta aristocracia, baste decir que entre los premiados se encuentran Wenceslao Fernández Flórez , José María Pemán, Luis Rosales, Salvador de Madariaga, Rafael Alberti , Fernando Arrabal, Fernando Fernán Gómez, Rafael Sánchez Ferlosio , Antonio Muñoz Molina o Jorge Edwards. Y como curiosidades, señalar que Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, actual presidente del Teatro Real, logró en 2017 el galardón que ganó ya su padre, Gregorio Marañón Moya, en 1971; o que José Cuartero, un memorable editorialista que en contadísimas ocasiones puso su nombre al pie de uno de sus textos, logró el galardón con uno de ellos.
Dos hermanos pequeños
El premio Mariano de Cavia tiene dos hermanos pequeños -juntos conforman la familia de «los Cavia», como se les conoce en la Casa-. Tras la muerte del fundador de ABC y Blanco y Negro, 15 de abril de 1929, su hijo Juan Ignacio Luca de Tena anunció la creación de un galardón en su memoria. «Está destinado -se leía en ABC el 12 de mayo de 1929- a estimular y recompensar el mérito y la calidad del trabajo anónimo de información que, sin lucimiento de sus autores, constituye un servicio imprescindible y fundamental del periódico; tarea ruda y abnegada, no siempre fácil, que pesa sobre la mayoría de los profesionales y que, si se cumple bien, es la que más acredita la vocación y el celo». La primera convocatoria de este galardón se publicó el 3 de enero de 1930, y el 16 de abril de ese año se anunciaba el fallo. Obtuvieron el primer premio Luca de Tena Juan Manuel Mata y Leandro Blanco por un artículo titulado «En busca de la mujer más bella de Europa», publicado en ABC el 25 de enero de 1929.
Galardón para trabajos anónimos, la lista de los ganadores incluye a un buen número de grandes periodistas; entre ellos, Ramiro de Maeztu , Eugenio Vegas Latapié, Alfredo Marquerie, Josefina de la Maza, Víctor de la Serna, Carlos Luis Álvarez «Candido» , Manuel Alcántara o José Jiménez Lozano. Antonio Franco fue, en 1999, el último que logró el premio en esta modalidad. Ese año, como recuerda Catalina Luca de Tena , presidenta-editora de ABC, se decidió reconocer con este premio una «trayectoria periodística sobresaliente». En tiempos del periodismo digital, no parecía tener sentido ya el antiguo modelo. Indro Montanelli encabeza una lista en la que también figuran nombres como los de Santiago Castelo , Jean d'Ormesson, Oriana Fallaci, Claudio Magris, Bartolomé Mitre o Victoria Prego.
No podía faltar en esta lista uno de los más ilustres genios con que ha contado ABC (y el periodismo español): Antonio Mingote . Y justamente el dibujante fue el padrino del nuevo hermano del Cavia. El 5 de abril de 1967, precisamente en la cena de los galardones, Juan Ignacio Luca de Tena anunciaba la creación del premio Mingote . «Nos falta el periodismo gráfico -justificó en la añeja biblioteca de Serrano, 61-, tan importante en las publicaciones de hoy. Un premio para caricaturas, ilustraciones y fotografías». «Al fundar este nuevo premio -añadió Luca de Tena- lo hago con el carácter retroactivo de un año, es decir, que el fenecido 1966 cuenta asimismo, como el Cavia y el Luca de Tena, para el premio Mingote. Su jurado este año es unipersonal; está constituido únicamente por mí mismo y, en uso de las atribuciones que he tenido a bien conferirme, concedo el premio de 1966, por su labor total realizada en nuestro diario, al genial caricaturista Antonio Mingote». No podía ser de otro modo, y en la nómina del premio, que se otorga alternativamente cada año a una fotografía o a un dibujo, figuran, por ejemplo, Antonio Lara «Tono» , Teodoro Naranjo, Máximo Sanjuán «Máximo», Manuel Hernández de León, Peridis, Chumy Chúmez , Jacinto Maíllo Criado o Manuel Summers.
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