Pilar Jurado: «El Gobierno debe ser ecuánime y responsable, se ha olvidado de lo que es la SGAE»

La nueva responsable de la entidad se esfuerza para evitar la inminente expulsión de la internacional de autores

La presidenta de la SGAE, a las puertas de una entidad que está reformando sin perder un minuto IGNACIO GIL
Jesús García Calero

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En medio de la tormenta perfecta de la SGAE, Pilar Jurado (Madrid, 1968) fue elegida presidenta, el pasado febrero. La compositora y soprano entró en el despacho presidencial del palacio de Longoria, sede de la entidad, decorado con un piano de media cola de principios del siglo XX, retratos y partituras de sus compositores y libretistas favoritos de zarzuela, como Vital Aza, Chapí, Bretón… Pero «ni me había dado cuenta», dice. Le esperaban montañas de papeles, problemas judiciales, la amenaza de intervención del Ministerio. Mucho que estudiar. Mucho que ordenar... Y la expulsión de Cisac, la internacional de entidades, que se ratificará (o no) la próxima semana en Japón...

Algún día levantó, por fin, la cabeza -nos cuenta, y en el relato asoma la diva que es -, y se fijó en todos esos objetos tan cercanos a su quehacer musical, al teatro donde debutó, y los tomó como «señales», buenos augurios. Jurado recibe a ABC en un momento delicado. Ha creado un equipo nuevo, levantando ampollas entre quienes controlaban el sempiterno desequilibrio de la SGAE, dividido en cuatro familias o colegios.

A toda prisa ha logrado reformas para cumplir los 17 puntos que Cisac exigía. Pero la SGAE humea como el campo de la batalla que aún enfrenta a las editoras discográficas multinacionales, que fueron expulsadas por una sentencia que luego se anuló y... aún están fuera, y las asociadas a las TV, que parieron la Rueda, esa trama que se investiga en la Audiencia Nacional.

-Parecía inevitable e inminente la intervención. ¿Ha logrado la estabilidad para evitarla?

-De sobra. No puedo saber qué ocurrirá, no soy pitonisa. Tienen todos los argumentos ya para abandonar su postura. Los mecanismos tienen que funcionar cuando hay algo que no va bien, pero por la misma razón deben ser retirados cuando se hace el trabajo que estaba pendiente.

-El Ministerio de Cultura ya la tenía solicitada ante el juez…

-El ministro me decía que esto lo teníamos que arreglar desde dentro, porque si tenían que intervenir será también un fracaso para el Ministerio.

-Lo que evitaría el fracaso sería restañar las heridas de las guerras que ha habido aquí en la SGAE. ¿Cuál es el horizonte al que le gustaría llegar?

-Soy mujer de consensos y me hace feliz que la gente reme en la misma dirección. Con cuatro colegios de intereses a veces contrapuestos, como ocurre en la SGAE, es muy complicado. Pero esa pluralidad nos hace llegar a conclusiones que no alcanzaría un solo grupo. El entorno es plural. Si nos va bien a los autores, también a los editores. Si ellos generan trabajo y espacio para la creación es para bien de todos.

-Tensión con editores… Las multinacionales siguen fuera.

-Porque también son usuarios. Lo decretó un juez. No fue SGAE quien expulsó a las editoriales.

-La SGAE activó por indicación del expresidente Sastrón solo una parte de la sentencia.

-A partir de su salida saben que tienen que convertirse en editoriales puras y duras. Si demostrasen que no hay conexión directa desde el usuario, les permitiría acceder a los puestos.

-Las editoras de TV son usuarios y tomaron el poder con su influencia en algunos autores.

-Fíjate si hay buena voluntad desde esta nueva presidencia que hemos incorporado a los estatutos lo que impedía que las multinacionales pudieran entrar en medio de una legislatura. La posibilidad de que haya elecciones parciales. Podrían votarse las plazas libres. En Editoriales hay cuatro ahora.

-¿Qué más cambios hay en los estatutos?

-Estrictamente los necesarios para corregir carencias para la directiva europea o para la incorporación de reformas que ayuden a cerrar esas heridas. Consejos territoriales, compensar una serie de cosas que la ley obligaba a hacer pero nos descompensaba...

-¿No se habían aprobado los cambios en la Junta Directiva del 7 de mayo?

-En aquella se aprobó todo lo que permitirá hacer los cambios necesarios para cumplir con los 17 puntos que nos ha exigido Cisac y los requerimientos del Minsiterio. El voto electrónico, el reglamento para la Comisión de Supervisión que nos exigen...

-¿Y confía que se aprueben esos estatutos en la próxima asamblea? Hay ya otra vez dos colegios en pie de guerra.

-Te refieres a lo que aprobamos esta semana, el voto compensado. La ley pide que cada socio tenga un voto estatutario. Y la SGAE no es un club, es una entidad para gestionar lo que producen nuestras obras. Hay que entenderlo. Se introduce de repente una cantidad enorme de votos, que forman una mayoría aplastante, y son socios que no tienen ninguna remuneración por derechos de autor y por lo tanto no contribuyen a la sociedad. Por eso hemos compensado. Y tratamos de favorecer a autores de los colegios que ahora se quejan, coreógrafos, sinfónicos, gente de audiovisual, con mayores porcentajes. Les compensamos porque sí contribuyen a la SGAE, pero en los actuales estatutos no llegaban a tener ni siquiera un voto que llamamos temporal, por la recaudación reciente. Hemos hecho simulaciones, ha sido un trabajo muy complicado. ¿Por qué se quejan?

-No están de acuerdo.

-Dicen que gana la Rueda pero no es cierto. La gente que más gana no es la Rueda, sino nombres de grandes artistas de multinacionales. A un señor que ha recaudado millones durante años como Manuel Alejandro no le puedes decir que su voto ahora vale lo que alguien que no ha recaudado nada o 9.000 euros porque ha tenido suerte este año.

-Tengo en mi poder una de las cartas que las editoras de las TV enviaron amenazando con acciones legales a los miembros de la junta si cambiaban el reparto. ¿Usted las recibió? ¿Qué le parece? ¿Cómo se torea esto?

-Con mucha paciencia y empatía. Para no pensar qué malos son todos. Intento entender por qué hacen esas cosas y cuando lo entiendo, a veces es más duro. Al principio pequé de ingenua, pensaba que cuando lo hiciera todo bien y las cosas funcionasen todo el mundo iba a reconocerlo. Pero no. La gente niega lo que has hecho. Y eso es lo más duro. Las guerras, los burofaxes, las amenazas, puedo con ellos.

-Acaban en manos de periodistas.

-Hay que decir a la humanidad que tengan cuidado con lo que se envía.

-Al final la junta directiva tomó sus decisiones.

-Si yo hubiera estado planteando algo ilegal habría estado muy preocupada. Pero lo que era ilegal del todo era lo que me proponían esos burofaxes. Tuve que tranquilizar a la junta.

-¿Y del otro lado hay papeles?

-El presidente de Opem está moviendo una carta para pedir a la Cisac que no nos quite la sanción, que no estamos haciendo nada. Es indignante. Es editor en Peermusic, y afirma que lo que piden a Cisac «es para forzar la actuación del Ministerio y meter asimismo presión a la Audiencia Nacional. Todo apunta a que si Cisac no sanciona el Ministerio perderá fuelle y todo quedará en agua de borrajas. Y no quedará otra salida que la salida». Está diciendo que si conseguimos hacer lo que hay que hacer ellos se marchan. ¿Cómo puede ser tan mala, tan inmoral, una entidad? Esto lo firma Rafa Aguilar, de Peermusic. Si supieran el trabajo que ha habido detrás de las decisiones que hemos sacado adelante y ahora llegan unos señores que no están haciendo nada nos mandan todo su repertorio para registrar con el fin de colapsar la entidad, 1.700.000 obras de golpe, cuando la mayor parte ya estaba registrado…

-Veo que está indignada.

-Que las líneas que unen los intereses de todos, incluidas las instituciones que quieren sancionarnos, sean bombardeadas y encima veas que quien tendría que protegerte, que es tu Ministerio de Cultura, no levanta el teléfono, lo mismo que una entidad a la que pagamos 130.000 euros cada año, que es Cisac, es lo que más me ha decepcionado y lo que más lágrimas me ha costado.

IGNACIO GIL

-¿Y si mantienen la sanción?

-Espero que no la mantengan. No tendrían argumentos para mantenerla. Se les ha enviado un informe de mucho peso con el cumplimiento de los 17 puntos que nos exigieron reformar. Y antes que a Cisac al Ministerio. No confiaban en la junta pero cuando me escucharon entendieron que las reformas se harían.

-Entre los puntos, pedían reglas para que personal de SGAE no trabajase para terceros, o contratase a familiaries, y ustedes han aclarado unas reglas que se aplican a las actividades de la entidad...

-Hemos regulado procedimientos de compras y todo lo que pedían. Nos están pidiendo muchísimas cosas, algunas importantes y algunas que son nimias en la entidad, que suponen un mero detalle de nuestras actividades. Pidieron que hiciésemos por lo menos diez reformas para cambiar su opinión y llevamos las 17.

-En Cisac y en el resto de entidades preocupa mucho la Rueda.

-Yo les pido en el informe que dejen de utilizar ese término. La Rueda es un proceso que afecta a gente determinada. Se usa para desprestigiar a todos los que utilizan la franja nocturna. Es un mensaje que les hacen llegar las multinacionales, visto el mensaje de Opem.

-¿Se puede decir con los acuerdos en la mano que se han desterrado de la SGAE las prácticas que han llevado el nombre de los autores a la Audiencia nacional y a los periódicos?

-Todas. Estoy convencida de que si les pido a todas las entidades de Cisac que demuestren que cumplen estos 17 puntos una gran parte de ellas no podría hacerlo. Me siento muy orgullosa. Creo que este trabajo de casi tres meses es lo más significativo que he hecho en mi vida.

-¿Qué le diría a quien afirmó que la elegían por ser manipulable, o (cito) «suficientemente estúpida»?

-Pregúnteselo otra vez al mismo [ríe a carcajadas]. Pero es una más de las cosas que se dicen y no son ciertas. La SGAE es la mayor de las entidades autorales, dirigidas por autores, del mundo. Por eso nos atacan las entidades mercantiles, dirigidas por editores. Pero esta casa tiene más de cien años y la fundaron los autores.

-La Policía volvió a la SGAE esta semana. ¿Todo bien?

-Lo teníamos todo preparado. Vinieron dos agentes de paisano, se llevaron la información. Punto.

-¿Qué le pide al Gobierno?

-Que sea ecuánime y responsable. Se están olvidando de lo que es la Sociedad General de Autores.

-¿No valoran lo que significa?

-Sinceramente no. El problema no es del Gobierno solo. Es en general. Se ha hecho muy mal también desde aquí.

-La entidad tiene alguna responsabilidad en la mala imagen que tiene.

-Pío pío, que yo no he sido.

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