Indagan el origen de la bacteria que pudo matar a Pablo Neruda

El panel de expertos internacionales que investiga las causas de la muerte del poeta chileno Pablo Neruda busca la procedencia de una bacteria que pudo serle inoculada pocas horas antes de su fallecimiento, el 24 de septiembre de 1973, a días del golpe militar que derrocó al socialista Salvador Allende y llevó al poder al dictador general Augusto Pinochet.

El equipo multidisciplinario integrado por especialistas de España, Estados Unidos, Dinamarca y Canadá indaga el origen de la bacteria «estafilococo dorado», que pudo ser generada en laboratorio y que estaba presente en el cuerpo del Premio Nobel de Literatura (1972), cuya causa de muerte oficial ha sido un cáncer a la próstata. Los peritajes se están realizando en al menos dos laboratorios, uno en Estados Unidos y otro en Europa, y en octubre recién pasado los especialistas se reunieron en Santiago para intercambiar los avances de la investigación.

El mismo panel ya se había reunido el año pasado y emitió un informe según el cual no fue posible determinar que el autor de “Los versos del capitán” haya sido asesinado con sustancias químicas. Sin embargo las mismas pericias determinaron la presencia del «estafilococo dorado», un microorganismo muy agresivo y resistente a los antibióticos comunes, como la penicilina.

«Por antecedentes del caso»

El Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior de Chile, en marzo de este año, divulgó un informe en el que consideró como «altamente probable» que Neruda haya sido asesinado mientras estaba internado en la Clínica Santa María de Santiago. El informe difundido por el entonces director del organismo oficial, Francisco Ugás, postuló la tesis del asesinato por los «antecedentes derivados del proceso». Las sospechas apuntan a médicos y personal sanitario que trabajaba en la clínica y que tenían vínculos con los militares que tomaron el poder, así como a especialistas ligados a las Fuerzas Armadas que han desarrollado experimentos con armas químicas y biológicas, como el asesinado químico de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) Eugenio Berríos, vinculado también a la muerte del presidente Eduardo Frei y a la del ex canciller Orlando Letelier.

«Esta investigación significa un avance total pues contradice la información oficial según la cual Neruda habría muerto por caquexia cancerosa. Con todos estos nuevos antecedentes creemos que efectivamente hubo intervención de terceros», dijo Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda y querellante en el proceso que investiga el posible asesinato. El informe de los expertos y sus conclusiones será conocido en marzo de 2016.