Exposición ubicada en el Museo Naval de Madrid
Exposición ubicada en el Museo Naval de Madrid - Maya Balanya

La historia de los guardiamarinas suelta amarras en el Museo Naval

Madrid acoge una exposición que muestra los 300 años de vida de la compañía

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Del ilustrado Jorge Juan al heroico Cosme Damián Churruca, pasando por el aguerrido Luis de Córdova y Córdova. Estos navegantes compartieron, en sus respectivas épocas, una serie de peculiaridades que les hicieron ganarse su pequeña parcela en la historia de nuestro país: combatieron y sangraron por la corona española en los mares de medio mundo, se enfrentaron de una u otra forma a la flota inglesa (algo que merece ser recordado en estos momentos de tensión entre ambos países) y, finalmente, tuvieron el honor de recibir una formación teórica y práctica para ser altos cargos de la Armada.

Todos pisaron, en definitiva, las aulas que puso a su disposición la Real Compañía de Guardias Marinas. Un organismo ideado en 1717 por Felipe V para sistematizar la enseñanza de aquellos con suficiente naso como para subirse a un buque como oficiales y que, desde este jueves, es homenajeado en el Museo Naval de Madrid con la exposición temporal «Guardiamarinas (1717-2017).

300 años, de la Real Compañía, a la Escuela Naval».

Otros homenajes

La muestra (que podrá ser visitada hasta el 29 de octubre y en la que se exhiben 82 piezas relacionadas con la historia de la Real Compañía de Guardias Marinas -hoy Escuela Naval Militar-) es uno de los reconocimientos más destacados que nuestro país llevará a cabo en este 300 aniversario, pero no será el único. Durante la inauguración de la exposición también fueron desvelados otros dos homenajes que pretenden hacer inolvidable esta fecha.

El primero consistirá en la emisión por parte de la ONCE de cinco millones y medio de cupones para el sorteo del 1 de mayo. Todos ellos, con un motivo naval relacionado con los Guardiamarinas. El segundo será la acuñación de 7.500 monedas conmemorativas del evento. Unos pedacitos de historia que llegarán de manos de la Real Casa de la Moneda y que incluirán la efigie de Felipe VI (alumno destacado de esta escuela) ataviado con el uniforme de verano de la Armada.

La exposición

Mediante esta exposición, el Museo Naval de Madrid no solo se ha propuesto dar a conocer la historia de los Guardiamarinas, sino también recordar que, con esta Real Compañía, se pusieron los mimbres de una relación inseparable entre el mundo militar y el ámbito científico. Al fin y al cabo, aquellos que tenían el privilegio de acceder como alumnos a esta institución eran instruidos en la forma idónea de navegar y de repartir cañonazos, pero también en campos como la cartografía, la meteorología, la geodesia, la ingeniería o la astronomía (entre otros tantos).

De hecho, de la Real Compañía de Guardiamarinas y de sus escuelas (varias a lo largo de las décadas) han salido marinos tan reconocidos e ilustrados como Jorge Juan, un «James Bond» español que arriesgó su vida espiando a los ingleses en Londres, pero que también midió el grado de achatamiento de la Tierra y fundó el Real Observatorio de Madrid.

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