Gerald Holton, premio Fronteras del Conocimiento por revelar la dimensión cultural de la ciencia

La Fundación BBVA reconoce la trayectoria del catedrático de Física y de Historia de la Ciencia

catedrático de Física y de Historia de la Ciencia de la Universidad de Harvard Gerald Holton ABC
Jaime G. Mora

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La Fundación BBVA ha concedido al catedrático de Física y de Historia de la Ciencia Gerald Holton el premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Humanidades, un galardón que reconoce la labor divulgativa del profesor de la Universidad de Harvard, su militancia convencida contra el fenómeno de la anticiencia y sus innovadoras aportaciones al conocimiento, como lo son sus estudios sobre Einstein o la revelación de la dimensión cultural de la ciencia.

La directora de la Real Academia de la Historia y presidenta del jurado, Carmen Iglesias , que atendió a la llamada de ABC, destacó como una de las principales aportaciones de Holton sus reiteradas referencias a la racionalidad científica frente al negacionismo, tan presente en estos días. «Ese relativismo extremo nos ha demostrado que, cuando coincide con el populismo o con el nacionalismo, puede derivar en totalitarismos. Holton, que tuvo que huir del Holocausto, sabe muy bien que algunas cosas que no deberían ocurrir, terminan ocurriendo».

Nacido en el Berlín de 1922, cuando los fascistas ya perseguían a los judíos, Holton tuvo que huir con su familia a Austria, país de origen de su familia. Y aunque allí también fue perseguido, el azar permitió que tras la Noche de los Cristales Rotos pudiera volver a escapar junto a su hermano y otros diez mil niños al Reino Unido, donde estudió ingeniería electrónica, antes de reencontrarse con su familia en Estados Unidos. Allí ha desarrollado el resto de su carrera. Holton pertenece a ese siete por ciento de los niños judíos –de un total de 1,6 millones– que sobrevivieron al Holocausto.

«Desde la Grecia Antigua a la Alemania fascista y la Rusia de Stalin, e incluso en nuestros días, los registros muestran que los movimientos para deslegitimar la ciencia convencional siempre están dispuestos a ponerse al servicio de otras fuerzas que buscan desviar el curso de la civilización para sus propios intereses: por ejemplo para la glorificación del populismo, el misticismo o las ideologías que despiertan el etnicismo rabioso o las pasiones nacionalistas. Cuando la anticiencia se une al poder político puede convertirse en una bomba lista para explotar», advirtió Holton ya en 1986.

Durante la Segunda Guerrra Mundial rechazó trabajar en la bomba atómica . «Yo había llegado a Inglaterra desde la Europa nazi gracias a los cuáqueros, que habían cuidado muy bien de mí e incluso de mis padres. Ellos nos rescataron y a mí me fascinó su manera de entender la espiritualidad, y por ese motivo dije que no quería formar parte de algo tan agresivo», explicó. Sí colaboró en investigaciones con fines defensivos, como enseñar a los oficiales de la Marina a usar el radar.

Iglesias, presidenta de un jurado integrado por José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Isabel Burdiel, Violeta Demonte y José María Fernández Cardo , destacó también la concepción que Holton tiene de la ciencia como un agente modelador de la cultura de cada época. En palabras del premiado, «la ciencia forma parte de un tapiz; está entretejida dentro de una cultura». Holton no solo ha sabido reconocer la aportación de campos como el arte o la literatura al conocimiento científico, sino que lo ha hecho desde una voluntad divulgativa y un lenguaje accesible o, como subrayó la directora de la Real Academia de la Historia, transparente: «Esa sencillez es lo contrario de lo simple. Para hacer eso se necesita mucho trabajo».

Más allá de su vocación divulgativa, la principal aportación de Holton como estudioso de la ciencia es la identificación de los 'themata', como identificó los conceptos desde los que grandes científicos se han acercado al objeto de sus investigaciones. «Me di cuenta de que Einstein obedecía a una compulsión epistemológica, como tantos otros científicos, de ver la ciencia como si miraran a través de ciertas cerraduras, ciertas lentes –ha explicado–. Las denominé 'themata'. Estas ideas determinan la estructura básica que subyace a todo su trabajo». La Fundación BBVA destaca que, con su trabajo, Holton hizo que Einstein pasara a ser objeto de estudio en sí mismo, igual que Newton o Darwin .

En la última etapa de su carrera se ha fijado en el papel de las mujeres en el mundo de la ciencia , de cuya escasa presencia ha advertido. Llevó a cabo un estudio de género con la conclusión de que las mujeres suelen escoger problemas complejos y trabajan sobre ellos durante mucho tiempo, mientras que los hombres suelen apostar por temas más fáciles y publicar muchos artículos sobre ellos: «Así que para los hombres lo importante era la carrera, mientras que para las mujeres pesaba más su vocación por la ciencia».

La trayectoria de Holton personifica la ligazón entre la ciencia pura y las letras, destacó Carmen Iglesias: «Su obra constituye un ejemplo en la necesaria tarea de unir las culturas científica y humanística».

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