Frank Miller: «Los superhéroes son la mitología estadounidense»

El Salón del Cómic de Barcelona tiene un invitado de honor, Mister Frank Miller, artífice de «Batman: El Retorno del Caballero Oscuro». El halo de su fama le acompaña y le traiciona. Tras dar una entrevista a un medio de comunicación nacional, ayer tuvo que desayunar con un titular poco acertado. El periodista compara a Miller con Freddy Krueger de «Pesadilla en Elm Street». Por suerte tantos años de profesión le han hecho una coraza y declara que no ha leído tal entrevista y que le resbala lo que digan sobre su físico.

A sus cincuenta y nueve años, Miller tiene una salud precaria y esconde su debilidad bajo el halo de su sombrero y su barba. No le gusta que le hagan fotos a plena luz del día y opta por despedir al grupo de fotógrafos convocados en la Fira de Barcelona antes que aceptar su invitación a salir a la calle a posar.

Es una leyenda viva y se aprovecha de esta circunstancia.

Treinta años con Batman

Su afición a los cómics le viene desde la niñez: «No conozco a ningún niño que no sueñe en desplegar las alas y volar, o a ninguno que no se haya atado una toalla en el patio y sueñe en ser Superman». Miller conmemora el 30 aniversario de «Batman: El regreso del Caballero Oscuro» y celebra el lanzamiento de la secuela de «Caballero Oscuro III: La raza superior». «Batman siempre está al tanto de lo que sucede y es muy afortunado por conocer a gente que le ayuda. Batman es mis sueños, mis historias son mis sueños. Batman está siempre de mala leche y yo también suelo estar enfadado. Cada personaje que creo o dibujo es parte de mí».

Sobre su carrera ascendente, en la que también ha sido productor ejecutivo del largometraje «300», declara que primero fue portero, después conductor de autobús, y luego se puso a dibujar: «Ahora no concibo mi vida sin los cómics».

La mitología griega es una fuente de inspiración inagotable para este genio. «Los griegos entendieron muy bien la idea de héroe que imaginaban como hijos de dios y humano; los superhéroes son la mitología estadounidense».

Tiene opinión para todo. En concreto, sobre la carrera presidencial norteamericana apunta: «Me gusta mucho Hillary porque pienso que es fuerte; y Trump es bastante divertido, aunque tiene muy mal pelo y construye edificios muy feos».