Carmen Thyssen, en una foto de archivo
Carmen Thyssen, en una foto de archivo - Ernesto Agudo

Cultura y Carmen Thyssen aplazan hasta el 31 de diciembre la decisión sobre la colección de la baronesa

Así lo ha comunicado el Ministerio en una nota de prensa a diecinueve días de que concluyera el plazo anteriormente acordado

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha informado este mediodía de la ampliación del plazo de negociación para la cesión de la colección de la baronesa Thyssen-Bornemisza, Carmen Cervera, hasta el próximo 31 de diciembre. Según notificaron a través de una nota de prensa, la nueva fecha fijada para el final de la concesión es el 31 de diciembre de este mismo año.

Eran 19 días los que restaban hasta la expiración de los plazos anteriormente acordados, los cuales ya habían sido alargados a finales de abril. Si bien en anteriores ocasiones el ministro Íñigo Méndez de Vigo había calmado las aguas aduciendo a la predisposición de ambas partes por alcanzar un acuerdo satisfactorio, no se ha hecho nada parecido en esta ocasión.

Las peticiones de Cervera, además de en lo económico, se centraban en la «movilidad» que pretende dar a su colección, de la que están exentas las obras pertenecientes a la colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza, propiedad del Estado –800 piezas adquiridas en 1993–. Es decir: la baronesa quiere potenciar el valor de sus obras en el extranjero. Además, en febrero las valoró «en más de 1.000 millones de euros» y reafirmó su intención de rubricar un acuerdo por otros 20 años.

La historia se remonta a 1999, cuando Mariano Rajoy, entonces ministro de Cultura, y Carmen Thyssen firmaban el protocolo de intención del préstamo por once años, que se rubricó definitivamente en 2002. Desde 2013, el acuerdo de préstamo gratuito de la colección de la baronesa se ha ido prorrogando año tras año, ante la falta de acuerdo entre las partes sobre el destino final de la colección. Hasta siete ministros de Cultura –unos con más sintonía con la baronesa que otros– han participado por el momento en las negociaciones sin que se llegase a buen puerto. Al principio se consideró excesivo el precio de venta, después llegó la crisis económica y la decisión de Carmen Thyssen de no vender sino alquilar la colección.

Ver los comentarios