Así se creó «seriesyonkis», la mayor web pirata de España

El ingeniero lorquino Alberto G., fundador de la web de enlaces a películas y series, dice que eran los propios usuarios quienes ofrecían los «links»

\Video: Arranca en Murcia el juicio contra los creadores de Series Yonkis

Raúl Hernández

«Crear un entorno web en el que los usuarios pudieran intercambiar opiniones, críticas y noticias sobre series». De esa forma explicó ayer el lorquino Alberto G . la que habría sido su pretensión cuando, en 2007, creó la web «seriesyonkis.com» y poco después su hermana «pelisyonkis.com». Fue uno de sus principales argumentos exculpatorios frente a las preguntas del Ministerio Fiscal en la primera sesión del mayor juicio contra la piratería en España , que se celebra en el Juzgado número 4 de Lo Penal de la Ciudad de la Justicia de Murcia.

Junto a Alberto G. se sientan los otros tres responsables de la web: Alexis H., Jordí T. y David M. Para los cuatro el fiscal pide dos años de cárcel y una multa de 4.200 euros . Sin embargo, la acusación particular, personadas en nombre de la empresa Columbia y de la Entidad de Gestión de los Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA), eleva su petición a cuatro años de prisión y a más de 550 millones de euros . A través de la web se llegaron a realizar millones de descargas ilegales en todo el mundo, e hizo tanto daño que la industria audiovisual la llegó a considerar como la enemiga pública número uno durante varios años y llegó a ser investigada por el FBI.

Pero, ¿por qué el principal acusado de provocar pérdidas de más de 500 millones a los titulares de los derechos de autor –según una asociación de productores audiovisuales– habría visto una opción de negocio en la creación de ese sitio web?

Para entenderlo hay que echar la vista atrás y recordar que en 2007 el formato «serie» estaba en auge, y títulos como Mad Men, Los Tudor, El Internado y Big Bang arrastraban a miles de seguidores, que navegaban por Internet tratando de recabar información sobre estas tramas y sus personajes favoritos. «Fue un proyecto que nació como un ‘hobby’ junto a un amigo en mi época de estudiante de Informática. La idea era crear una comunidad en la que los usuarios compartieran todo tipo de información sobre las series del momento . Creé el terreno en el que los usuarios se moverían libremente, porque en aquellos años estaba inmerso en mi beca como investigador en la Universidad de Murcia . Además, era casi imposible de controlar, porque el contenido variaba cada minuto. Era una anarquía en la que no tenía el control de los contenidos», se excusó.

Descargas

Hasta ese momento, Alberto G. habría actuado a título propio. Pero, con las web a pleno rendimiento y una legión de usuarios registrados, fundó en 2009 Pousen S.L. , la empresa a través de la cual facturó los ingresos de publicidad. Durante esa época, usó los ordenadores de la institución universitaria y el de su domicilio para crear y mantener un entorno digital en el que, según el acusado, había tres tipos de usuarios . «Los pasivos, que no se registraban y entraban únicamente para informarse pero no interactuaban con el resto de usuarios. Los activos, que se daban de alta para poder participar en los comentarios, críticas y foros que se creaban en torno a algún tema. Y, por último, los editores, que tenían el mayor nivel de gestión de la web». A estos últimos les facilitaba en apariencia una contraseña , «con la que tenían la capacidad de modificar el contenido». Y con esta explicación sentó las bases para tratar de exculparse, al sostener que eran los propios usuarios «los que metían los enlaces, que dirigían a un sitio externo donde se alojaban los vídeos y desde donde se hacían las descargas» o conducían hacia un portal «donde se reproducía la serie o la película en ‘streaming’».

Estos enlaces normalmente dirigían a las webs «Megaupload» y «Megavideo», donde se alojaban los archivos y desde donde los usuarios se descargaban el material audiovisual. El fiscal dejó entrever que el fundador tenía cuenta en ambos portales, lo que le permitía alojar los vídeos y generar el enlace de descarga, que luego habría compartido en las webs españolas. Fue en este punto de la vista cuando la juez tuvo que llamar la atención al acusado por mantener un «tono jocoso» ante las preguntas del fiscal. «Creo que no se ha enterado de nada. Si ve que voy muy rápido, dígamelo», llegó a decirle al representante público.

Diez requerimientos

Alberto G. denunció que con su acusación se estaba criminalizando al «mensajero porque yo nunca colgué ningún enlace ; es más, hubo diez requerimientos por parte de productoras pidiendo que se quitasen y así lo hice», explicó el encausado a la juez».

En este sentido indicó que se asesoró sobre la legalidad de la actividad de la web y que ningún abogado al que consultó le advirtió de la ilegalidad de tener una web de enlaces de descargas. Sin embargo, el fiscal explicó, en este punto, que una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014 dictaminó que enlazar a webs con contenido no autorizado era ilegal y determinó que «facilitar enlaces sobre los que se puede pulsar y que conducen a obras protegidas constituye un acto de comunicación», y por tanto de puesta a disposición de esa obra.

Y eran muchas personas las que colocaban enlaces la web del lorquino. En 2010 llegó a tener más de 12 millones de visitas al mes y esto llamó la atención de otros empresarios. En abril de ese año, los responsables de la mercantil Burn Media compraron los dominios al ingeniero informático lorquino por 610.00 euros . «En esa época el Gobierno estaba fraguando una ley contra la piratería que irían contra páginas webs como las mías y había un proceso judicial abierto contra mí por parte de una productora. Estaba deseando quitarme las webs de encima». Los tres empresarios, Alexis H., Jordí T. y David M ., coincidieron en su declaración indicando que crearon Burn Media exclusivamente para adquirir «seriesyonkis» y «pelisyonkis» y que pretendían hacer un rediseño de ambas para crear una red social para cinéfilos. En su interrogatorio, el fiscal preguntó a Alexis H. si había tratado de detener la actividad ilegal de la web, a lo que el empresario respondió que procedieron «a borrar los enlaces cuando recibieron comunicación de algunas productoras alertando de que su página remitía a películas protegidas por el derecho a la propiedad intelectual », se defendió el empresario.

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