CARBAJO
CUARTO CENTENARIO DE SU MUERTE

La construcción de un hombre llamado Miguel de Cervantes

La vida del autor del Quijote se ilumina con la época que permite entender por qué fue soldado, funcionario, genio...

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El 22 de abril de 1914, el rey Alfonso XIII firma el Real Decreto por el que se crea la Junta Nacional que deberá «conmemorar dignamente el tercer centenario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra». El comité ejecutivo estaba presidido por el cervantista Don Francisco Rodríguez Marín, por entonces Director de la Biblioteca Nacional (BNE). Al margen de las diversas iniciativas públicas y privadas que se sumarán al programa final, se establecen doce que se consideran el eje central de las celebraciones, entre las que destaca un monumento a Cervantes, la publicación de dos ediciones del Quijote, una crítica y otra popular, una exposición bibliográfica-cervantina, un catálogo ilustrado de la Sala Cervantes de la BNE, una exposición artística sobre la vida de Cervantes, la edificación de una «Casa Refugio» para los escritores ancianos y enfermos, la creación de un organismo para la difusión del español por todo el mundo, la acuñación de monedas y la circulación de sellos conmemorativos, así como la organización de fiestas populares, en las que también habrá un recuerdo a Shakespeare «cuya muerte ocurrió en los mismos días que la del autor del Quijote, y a cuya gloriosa fama debe tal fineza la cortesía española», sin olvidar las ciudades de Alcalá de Henares, Valladolid y Sevilla, donde se compromete la Junta a realizar diversas actividades.

Pero más que al dato histórico, más que reivindicar los detalles concretos de los deseos de celebración cervantina en 1914 o la envidia de ver cómo hace cien años se pensó esta conmemoración con un cierto tiempo de antelación, el recuerdo del Real Decreto del 22 de abril nos permite acercarnos al Miguel de Cervantes que se quería recordar, conmemorar hace un siglo. Al margen de unos pequeños detalles biográficos (la alusión a tres ciudades cervantinas o a las escenas biográficas como tema del concurso artístico internacional), está claro que la figura que emerge en estos momentos, que triunfa, que reúne en su celebración es la del Miguel de Cervantes escritor; e, incluso, podríamos concretar aún más: la del Miguel de Cervantes escritor del Quijote. No olvidemos el momento, ese 1914, que algunos historiadores indican que es el año en que acabó realmente el siglo XIX y comenzó el XX, el año de la Generación de intelectuales que, encabezados por Ortega y Gasset, introdujo a España en la Modernidad.

Un mito de mil caras

Y en el 2016, ¿qué Miguel de Cervantes queremos conmemorar en las centenares de actividades que se han programado? ¿Se ha realizado un análisis previo sobre el tema a la hora de organizar las líneas maestras de una conmemoración o nos seguimos guiando por los dos cantos de sirena del siglo XXI: la acumulación y la difusión, como si, en sí mismos, fueran valores dignos de ser ejes de una celebración? ¿Qué quedará en el 2017 después de tantos esfuerzos, económicos, científicos, artísticos, administrativos que se multiplicarán a lo largo del 2016? ¿Qué vamos a difundir, qué a conservar después de los centenares de actividades realizadas a lo largo del año?

Casi todo lo que sabemos sobre Cervantes y es fiable lo cuenta él mismo en los documentos conocidos

Miguel de Cervantes se ha consolidado como mito a lo largo de los últimos cuatrocientos años. Un mito de mil caras que ha sido capaz de dar voz a todo tipo de tendencias y de ideas. Un mito que ha triunfado gracias al personaje Cervantes que el propio autor fue creando en sus obras. Un personaje que se convirtió en la ficción que ha protagonizado la mayoría de las biografías que se han escrito desde 1738 hasta nuestros días.

¿Qué conocemos de Miguel de Cervantes persona, de ese hombre al que le tocó vivir en una época excepcional como son los Siglos de Oro? ¿Qué sabemos realmente de su estancia en Madrid a partir de 1566, de sus estudios en la escuela privada de López de Hoyos antes que en el Estudio de la Villa, de sus deseos de conseguir un puesto como secretario? ¿Hasta qué punto el mito de su participación heroica en la batalla de Lepanto, a la que llegó como soldado bisoño, y le tocó un puesto secundario en el esquife de la galera la Marquesa, ha ensombrecido sus cinco años en los tercios españoles?

¿Quiso volver en 1575 realmente a Madrid para engrosar la lista de los soldados aventajados, de los alféreces en busca de merced que se pasaban las horas muertas en el mentidero de San Felipe, o quizás lo hizo con los documentos necesarios para solicitar una patente de capitán? ¿Cuál fue su trabajo en los baños de Argel, conde estuvo cautivo durante cinco años? ¿Acaso sus intentos de fuga pueden ser entendidos como un «trabajo», en que ayudaría a cautivos con dinero para conseguir en menor tiempo su libertad?

Más misterios del autor

¿Hasta qué punto está justificado su «sueño americano», esa petición de un puesto vacante en América que comenzó a pedir en 1582, según el primero de los autógrafos conservados de Cervantes, y que terminará en 1590, cuando se le conteste aquello de «Busque por acá en que se le haga merced»? ¿Hasta qué punto la literatura para Cervantes, a su vuelta del cautiverio, no es un medio más de conseguir pagar sus deudas, sobrevivir mientras esperaba su «merced», de ahí sus primeras obras en los Corrales de Comedias o la escritura de un libro de pastores como es la Galatea? ¿No es posible entender, como en tantas otras ocasiones se ha indicado, que la primera parte del Quijote no sea más que un libro de caballerías contratado por el librero Francisco de Robles para contar con un best seller? La petición de licencia escrita por el propio librero y firmada por Cervantes en 1604 apunta en esta dirección…

En cada momento, Cervantes describe sus circunstancias con un fin determinado y debemos saber cuál es

¿Por qué tardó Cervantes ocho años en publicar su siguiente obra después del éxito del Quijote en 1605? ¿Qué razones le movieron en tan solo tres años para terminar de escribir y publicar las obras que realmente le han dado la fama de «Príncipe de los Ingenios»: «Novelas ejemplares» (1613), «Viaje del Parnaso» (1614), «Ocho comedias y ocho entremeses» (1615), y, sobre todo, la segunda parte del Quijote (1615), dejando terminada su Persiles, que verá la luz en 1617? Son tres los Miguel de Cervantes que se nos presentan a las puertas del 2016: el Cervantes hombre, el Cervantes personaje y el Cervantes mito.

El hombre es la clave

El Cervantes hombre que vivió en los Siglos de Oro, que se relacionó con los escritores más importantes de su tiempo, que tuvo que construirse a cada momento como era lo habitual en la época... Hemos conservado muy pocas trazas documentales de su vida, al margen de los documentos administrativos habituales de los generados por su trabajo como recaudador de impuestos o de su vida literaria. Pero no hemos dejado de saber cada vez más acerca de la vida cotidiana de los Siglos de Oro, de los entresijos de la corte de la Monarquía Hispánica y de la situación literaria y cultural de la época.

Como hombre, personaje y mito, nos desafía. Dentro de un año veremos si hemos estado a la altura

Al situar a Cervantes en su época se ilumina su figura. Por eso, el año 2016 podría ser el momento para recuperar el madrileño Barrio de las Letras. Recuperar uno de los momentos literarios y culturales más importantes de la cultura occidental, de la mano de Cervantes, junto a Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Calderón… y tantos otros escritores y artistas de la época. El Ayuntamiento de Madrid no puede quedarse mudo en este momento histórico. Ahora tiene la oportunidad de mostrar su capacidad de soñar a lo grande, de cambiar el centro de Madrid con un proyecto ilusionante. La gran repercusión mediática mundial de la búsqueda de los restos de Cervantes en el Convento de las Trinitarias es una prueba del éxito asegurado de este gran proyecto urbanístico, cultural, económico, turístico y social. Madrid se merece proyectos que le cambien la cara, como hace años pasó con Barcelona y los Juegos Olímpicos. A nadie le cabe duda que el «sueño olímpico madrileño» ha sido una pesadilla. Pero el sueño literario y turístico del Barrio de las Letras es el gran proyecto que Madrid está esperando.

El mito nos convoca

Es el momento de no olvidar tampoco al Cervantes personaje y al Cervantes mito y apoyar proyectos científicos que no tienen comparación con ningún otro autor, como es la Gran Enciclopedia Cervantina, que dirige el profesor Carlos Alvar, y del que se han publicado ya nueve volúmenes de los quince del proyecto final, la digitalización de los fondos de la BNE, el mayor centro cervantino de todo el mundo, o el proyecto «Cervantes Digital» de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, el portal de literatura en español más visitado en internet…

El mito Cervantes nos convoca cuatrocientos años después de que el hombre Cervantes fuera enterrado en Madrid en el Convento de las Trinitarias. El personaje Cervantes todavía tiene mucho que enseñarnos en el siglo XXI, pues su obra está llena de un mensaje de diálogo y de humanidad. Sin duda, después de leer a Cervantes, somos mejores personas. Sin duda, si somos capaces de estar a la altura de la celebración cervantina en el 2016 legando nuevos conocimientos y nuevas estructuras, habremos crecido como sociedad. Una vez más, Cervantes, el hombre, el personaje, el mito, nos desafía. Dentro de un año veremos si hemos estado a la altura de su reto.

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