Identidad propia, respeto por el medio ambiente, creación única. Lo que empieza como un hobby pasa a ser un trabajo. Con plantas y desechos naturales Gavina y Ayako crean su propia paleta de color. Tiñen sus propias telas, que salen listas para secar y transformarse en prendas irrepetibles.Recuperan todo lo ancestral y transmiten ese conocimiento. Una filosofía que comparten Almudena y Sara. Con materiales sostenibles restauran, transforman, dan alma a los muebles. En un espacio multidisciplinar que es un escaparate siempre abierto al público. Apoyados por la tecnología y las redes, lo artesanal llega a más gente, lo local ya es global y una fuerza económica cada vez más importante.-Redacción-
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión