La ausencia del PP puede dar al traste con la directiva de derechos de autor

Indignación en las industrias culturales españolas porque los eurodiputados no estarán hoy en Estrasburgo ya que han viajado a España para votar al sucesor de Mariano Rajoy

Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo EFE
Jesús García Calero

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El pleno del Parlamento Europeo celebra hoy una votación crucial para la supervivencia de la industria creativa comunitaria. Y la división en la eurocámara es tal que nadie se atreve a predecir el resultado, que puede depender de muy pocos votos. Pero los 17 europarlamentarios españoles del PP han abandonado Estrasburgo para participar en las primarias de su partido, lo cual puede dar al traste con el trabajo de tres años y todo el proceso.

La nueva directiva sobre derechos de autor ha dividido a todo el espectro que gira en torno al planeta internet. Una exigua mayoría quiere que las grandes industrias de la Red paguen por los contenidos que difunden mientras que estas insisten en denunciar que la directiva limitaría la libertad para utilizarlos de la que ahora disfrutan. La votación ha sido provocada por los opositores a la directiva, que depositaron el lunes una enmienda al orden del día para que se votase en pleno si se mantiene o no el mandato de negociación del Parlamento en su formulación actual. Nadie formó un grupo lo bastante grande para oponerse, porque la división discurre entre las líneas de los grupos políticos y la de los países.

Para colmo, el voto en Estrasburgo coincide con las primarias en el Partido Popular español, por lo que gran parte de sus diputados no podrán participar ya que han preferido estar en sus respectivas regiones para elegir al sustituto de Mariano Rajoy . Tampoco se ha previsto voto por correo o cualquier solución que les permitiera cumplir.

Renuncia del ponente

Esta incertidumbre ha causado consternación en la industria cultural española, que ve con impotencia cómo las primarias de un partido interfieren en un proceso legislativo largamente ansiado. Ante tal desorden, el ponente de la directiva, el popular alemán Axel Voss , ha llegado a amenazar con renunciar al puesto si la cámara rechaza hoy el mandato, para gran regocijo de la también alemana Julia Reda , del Partido Pirata, que encabeza a los sectores que quieren un internet sin control y que forma parte también de la Comisión de Justicia. Las previsiones hablan de que el mandato se perderá por 12. Los eurodiputados del PP son 17. Su presencia, según estas fuentes, habría evitado la eventual derrota y el parón legislativo.

Si hoy resulta un voto negativo, el mandato volverá a ser discutido en el pleno de septiembre, pero esta vez por artículos, lo que piden, por ejemplo, los diputados de Podemos o de Izquierda Unida . Fuentes de esta última coalición consideran que «los artículos que establecen un mecanismo automático de control sobre los contenidos de derecho de autor pueden dar lugar a confusiones».

Compensar

Sin embargo, Ines Ayala , del PSOE , cree que «se puede estar en contra de la censura en internet pero exigir también que la creación sea recompensada cuando se hace un uso comercial». El grupo socialista español piensa que tendrán el apoyo de los franceses y los italianos, al menos. En el caso del PP, sim embargo, hay bastante división, al igual que entre los liberales. Los grupos de presión contrarios a la nueva directiva han hecho un intenso trabajo en Estrasburgo para oponerse a la regulación. Esencialmente, aseguran que la propuesta se parece mucho al canon que ya funciona en España y que según los servicios de estudios del propio Parlamento Europeo no ha tenido la eficacia que se esperaba.

En caso de que el mandato negociador se mentenga, se podrá poner en marcha el proceso legislativo que implica ahora al Consejo, es decir a los representantes de los países. Si los gobiernos comunitarios se ponen de acuerdo entre ellos dentro del margen de negociación definido por el Parlamento, la directiva saldrá adelante.

Si hoy es rechazado, en el próximo pleno (en septiembre) se votaría otra vez pero con posibilidad de incluir enmiendas parciales, lo que es un factor de incertidumbre. Si el ponente renuncia, los grupos deben volver a nombrar otro, teniendo en cuenta que el caso había sido asignado al PPE. No se le atribuiría necesariamente a la «pirata» Reda. Pero tampoco se puede excluir, dadas las circunstancias.

En España la industria del cine, de la música y la edición de libros cruzan los dedos hasta saber si hoy pierden la gran oportunidad y el trabajo de tres años. «Si no se gana la votación habrémos dado a Google y el resto de gigantes tecnológicos un arma importante para seguir sin cumplir con la compensación que merecen los artistas», se quejan.

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