Extremadura llora a su poeta

La localidad extremeña de Granja de Torrehermosa vivió ayer el primero de los tres días de luto decretados por el Ayuntamiento a causa del fallecimiento, a los 66 años en Madrid, del poeta y periodista José Miguel Santiago Castelo, hijo predilecto de esta población y una de las personas más queridas de la historia de ABC, donde trabajó durante más de 40 años. Su alcalde, Felipe Gahete Sánchez, expresó a Efe que son días de tristeza para el municipio natal de Santiago Castelo, que «siempre llevó en su boca y en su corazón». La calle en la que nació lleva su nombre.

Durante todo el día de ayer numerosos compañeros de ABC se acercaron hasta el Tanatorio de San Isidro de Madrid para darle su último adiós.

Entre ellos, la presidenta-editora, Catalina Luca de Tena, y el director, Bieito Rubido. También columnistas del diario como Ignacio Camacho y Hermann Tertsch, y representantes de la vida social, cultural y religiosa como monseñor José María Gil Tamayo, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, y el jurista Antonio Garrigues Walker.

Los restos mortales de Santiago Castelo descansarán desde esta tarde en su pueblo natal, donde se oficiará una misa a las cuatro y media de la tarde a cargo del arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga. En este municipio pacense reposan los restos mortales de sus padres y su hermana Lola. Pero anteriormente habrá un emotivo alto en el camino en este último viaje de Santiago Castelo a su amada Granja de Torrehermosa. La comitiva fúnebre se detendrá en la localidad cacereña de Trujillo. Concretamente, en la sede de la Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, de la que Castelo era presidente y que tanto quería. Allí se oficiará un responso por su alma a cargo del sacerdote y escritor Jesús Sánchez Adalid.