Dos técnicos con el georradar, durante la primera fase de los trabajos de búsqueda de los restos del escritor
Dos técnicos con el georradar, durante la primera fase de los trabajos de búsqueda de los restos del escritor - isabel permuy

Patrimonio, último escollo para hallar los restos de Cervantes

Después de recibir el permiso del Arzobispado, queda este último paso que podría tardar en llegar casi un mes

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Parece que el camino para encontrar los restos de Cervantes se va allanando. Después de semanas de incertidumbre a la espera de que el Arzobispado de Madrid diera permiso para proseguir la búsqueda del genio, este ha llegado hace escasos días. Sin embargo, todavía queda otro obstáculo que superar para acometer la segunda fase, y definitiva, de los trabajos de búsqueda del escritor en la cripta de la iglesia de Las Trinitarias Descalzas. Ahora el Ayuntamiento deberá entregar a la Dirección de Patrimonio de la Comunidad de Madrid el documento de la Iglesia, así como el informe de todos los trabajos realizados en la primera fase que le fueron requeridos. Este trámite se realizará «cuanto antes», según las fuentes municipales consultadas por ABC.

Cuando el expediente completo llegue a la administración regional ésta examinará el proyecto de intervención, y una vez que compruebe que todo está en regla y que los bienes históricos no serán dañados, dará luz verde a la iniciativa. Este proceso puede durar alrededor de un mes.

Exigencias de la Iglesia

El permiso del Arzobispado llega después de semanas de espera, y lo hace no exento de ciertas exigencias, como no sacar ningún resto de la cripta -salvo autorización expresa-, que la comunidad de religiosas vele por la adecuación de los trabajos a la vida conventual y, por último, que se devuelva a su estado original la cripta.

La oposición inicial para llevar adelante la segunda fase, se debía a que existía cierta preocupación en la Iglesia ante la posibilidad de que terceras personas pudieran reclamar derechos respecto a restos de sus familiares enterrados en la cripta sobre la que van a trabajar los técnicos. Diversos informes jurídicos encargados por el Ayuntamiento descartaron esta posibilidad.

La operación de búsqueda de Cervantes la está coordinando desde el Gobierno municipal el concejal de Las Artes, Pedro Corral, quien días atrás señalaba a ABC que entendían «las cautelas del Arzobispado», pero confiaba en que les concedieran la autorización en atención a la importancia histórica del asunto.

Segunda fase

El equipo de expertos que realizan los trabajos -que en la fase que ahora se iniciará están dirigidos por el prestigioso antropólogo forense Francisco Etxeberría- ha dado a la Iglesia todo tipo de garantías sobre las tareas pendientes de realizar. En concreto, lo que se va a hacer es investigar los enterramientos en los nichos de la cripta. Los trabajos de la primera fase con el georradar, que fueron encabezadas por Luis Avial, detectaron cinco zonas en la que hay más probabilidades de encontrar lo que buscan.

El historiador Fernando de Prado y un equipo de arquitectos, topógrafos, antropólogos forenses y expertos en momias inspeccionarán cada nicho de la cripta con endoscopio, mediante una mínima perforación con taladro y, si encontraran restos, abrirían el nicho para recolectar las evidencias necesarias, devolviendo cada tumba a su estado original.

Se trata del mismo procedimiento utlizado en otros lugares sagrados, como el Panteón Real de San Isidoro de León o el convento de las Madres Clarisas de Medina de Pomar, además de en algunas exhumaciones de procesos de beatificación.

Ese pequeño orificio permitirá examinar el interior y comprobar qué tipo de restos óseos hay, y si corresponden a un niño o una mujer, o si el cadáver puede identificarse como un capellán -por su indumentaria-. En estos casos, se cerrará el pequeño orificio.

Pero si a través de la cámara se observan restos óseos que pudieran corresponderse con los de Miguel de Cervantes, el nicho se abriría para extraer muestras que serán analizadas en un laboratorio de campaña montado en la cripta.

Existe la posibilidad de «atacar» entre esta zona de nichos un enterramiento que descubrió el georradar en abril, y que está a apenas 40 centímetros de distancia. Se trata de una tumba situada bajo la imagen de la Inmaculada. Se planteará en el proyecto que se va a presentar a las autoridades la posibildad de trabajar desde el nicho esta zona, de forma mucho menos invasiva que haciéndolo desde el interior de la iglesia.

Expectación en todo el mundo

Las evidencias óseas se estudiarán en la misma cripta, en la que se instalará un laboratorio de campaña donde realizar los primeros análisis antropológicos, sin alterar la vida del convento ni de la iglesia.

También tomarán fotografías y vídeos del lugar. Los restos, una vez analizados, serán devueltos a sus respectivos nichos. Todas estas explicaciones fueron remitidas al Arzobispado por el propio Etxeberría, para que en todo momento los responsables eclesiásticos tuvieran todos los elementos de juicio a la hora de tomar una decisión que permitirá seguir la búsqueda de los restos del escritor. Una búsqueda que ha levantado gran expectación en todo el muno.

En esta segunda fase, el tiempo de trabajo no superaría las dos semanas, según indican los expertos. Y la identificación de los restos resultaría relativamente fácil gracias a la humedad, cuyos niveles han permanecido constantes a lo largo de los años. Los gastos de esta segunda fase, que ascienden a 50.000 euros, serán pagados por el ayuntamiento de Madrid, que también sufragó los de la primera, 12.000 euros.

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