La chirigota del Selu 'Que ni las hambre las vamos a sentí' va a más conforme avanza el Concurso. En semifinales han confirmado las buenas sensaciones mostradas en los dos pases anteriores y elevan aún más el nivel en busca de hacerse con un puesto en la final.
El propio autor confirmaba tras la actuación que la acogida ha sido mejor que en preliminares y cuartos de final, valorando más cada detalle de la agrupación: «El primer día lo damos todo de golpe y se tarda mucho en quedarse con cada detalle. Y aparte vamos haciendo esto de los payasos al principio delo popurrí, son muchas cosas».
La intención con una chirigota de reposada digestión es «hacer algo grande», como las obras de Les Luthiers o Monty Python, indica: «Ese tipo de humor tan profundo y a la vez tan dicotómico, mezclando una puesta en escena tan seria con la ironía».
Los dos pasodobles han gustado especialmente, uno de los fuertes de García Cossío. La construcción musical, con enormes subidas y bajadas, da mucho juego a la hora de escribir: «Pero es muy compleja, eso queda por encima del resto».
El Rey Juan Carlos, que va y viene, centró la primera letra de pasodoble y es uno de los personajes a los que jugando con el doble sentido, Selu ha dedicado más letras con palitos y chanzas a lo largo de los años: «Siempre está en nuestros corazones».
El segundo, a la turistificación de la ciudad, que implica entre otras muchas cosas que haya impermisibles colas para comprar pescaíto frito (en el que en Cádiz puede caer alguna que otra cocleta en el surtido variado), pero no es culpa de los aficionados foráneos que vienen a disfrutar del carnaval: «Cuando una ciudad es muy guapa, la quiere todo el mundo», dice con una sonrisa.
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