coac 2024
Los luciérnagas: el coro de Julio Pardo Carrillo lleva la luz de Cádiz por el mundo
La agrupación, que suma este año la autoría de Antonio Rivas, no se resiente de la ausencia del gran Julio Pardo
Orden de actuación de las preliminares del COAC 2024 en el Concurso del Falla en Cádiz
Coro
Los luciérnagas
- Autor Julio Pardo Carrillo y Antonio Rivas
Era uno de los coros más esperados en este 2024, después de que el año pasado, aunque lograran alcanzar el primer premio, vivieron en pleno concurso el fallecimiento de Julio Pardo. Era la hora de que su hijo, Julio Pardo Carrillo, diera el paso definitivo y, con la colaboración de Antonio Rivas y Carlos Sánchez Maira 'Carlines' en la autoría de la letra, no ha defraudado.
'Los luciérnagas' constituyen uno de los conjuntos vocales más serios del concurso. No hay rastro de fisuras en la armonía vocal. Todo está equilibrado, cantan como los ángeles. Este año se presentan como gaditanos que viven fuera pero llevan la luz de Cádiz por donde quiera que vayan, iluminando al mundo con ese carácter tan especial..
Emocionante primera letra de tango para agradecer a los aficionados que estuvieran al pie del cañón en un año tan difícil por lo mencionado anteriormente. La música del tango es exquisita y está interpretada con tanta garra y seguridad que multiplica el contenido del mensaje. La segunda letra, dedicada a las emociones de los cristianos más fieles cuando llega el Jueves Santo y asisten a la bajada del nazareno por la calle Jabonerías.
El estribillo de unos cuplés simpáticos define lo que significa ser un luciérnaga, un gaditano destinado a difundir el carácter del gaditano: «una suerte que te ha tocao». Por cierto, los problemas del mundo se arreglarían en un segundo si este fuera más gaditano. Soberbio estribillo.
El popurrí está repleto de cuartetas enjundiosas en las que el nivel musical e interpretativo no desciende un ápice. No dejan de mostrar las virtudes de Cádiz, pero advierten: si eres de fuera, «no te vayas a hacer el gracioso intentándome imitar». Y es que «esta luz va por dentro», no está al alcance de todos.
