Regreso esperado del coro de Faly Pastrana a tenor de la reacción del público antes, durante y después de su presentación en el Falla por parte de Mirian Peralta. Un gran Dios Momo ejerciendo de forillo y delante, sus guardianes... los guardianes de Momo.
Corte clásico, vistoso, animado y beligerante en la defensa de Cádiz y su Carnaval, aunque modernidades hasta el punto de hablar de las redes sociales durante una presentación en la que se deja claro que se llega al COAC 2025 «con el alma en la boca». «Callejero y del Falla», se deja igual de transparente con voces unidas en la potencia. Hay que salvar a Cádiz, que la fiesta en la calle es un drama.
Los tangos, bien tirados. El primero de ellos al tango gaditano en sí mismo, con sones cubanos y aires flamencos de guajiras y carnavaleros. El levante le dio un aire disparatado, se recuerda.
El segundo, tirando del contexto de la DANA en Valencia, a la juventud española, una juventud española que «ya no se deja engañar». La juventud, con su forma de actuar tras la catástrofe, remangándose las mangas, dejó en pañales a los políticos.
Los cuplés con cierta gracia y el estribillo en la línea de la defensa del gaditanismo por encima de todo.
Gaditanismo que se palpa y siente durante todo el popurrí, contando con una bonita colaboración de Luis Ripoll.
«Qué bonito está mi Cádiz, qué bonita es mi ciudad...». Así acabó el público, cantando con el gaditanismo por bandera, contagiado por la alegría y la bandera del coro.
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