AutoresFernando Migueles Santander, Inés Migueles Pájaro, Ricardo Rivera Mora y Sergio Guillén Bancalero
Un lutier que afina su guitarra... que es Cádiz. El coro de los niños no hizo honor a su nombre para este COAC 2025, 'La desafinada', y rugió con fuerza en su presentación en el teatro Falla. Cádiz es una diosa a la que no se le canta, se le reza. Pero la agrupación le canta y le canta, y de qué manera.
La música de Riki Rivera para el tango es una maravilla y la interpretación está a la altura. El primero de ellos a Cádiz, de cabo a rabo. Su barrio de La Viña, La Caleta, los railes del tren, la plaza de las Flores, la escalerilla de Medicina, su amanecer y su atardecer, los vientos... hay que afinar esa guitarra que es Cádiz, que nunca suena desafinada.
El segundo habla de una hija que se hace mayor de edad y que ya puede votar. Consejos y más consejos, para que tenga en cuenta temas como la sanidad, la educación, los servicios sociales, la igualdad de la mujer, la dependencia... todo, le asegura, importante para el avance de su tierra... aunque al final los políticos con su voto «se limpien el culo de nuevo».
Los cuplés, a Errejón y a la ausencia de Martínez Ares. Muy largo el concurso, pero más largas son las manos de Errejón. Lo mejor para Ares por su cefalea, no salir. Lo mejor para el 'Chapa' y compañía... El estribillo, otra maravilla, muy musical, escalonado con la escala, y juguetón, muy callejero.
El popurrí es una exhibición de voces y juegos de palabras, con interesantes cuartetas. Muy gaditano. «Cádiz, sin ti, se acaba este sueño».
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