coac 2023
Coplas para afilar cuchillos
carnaval de cádiz
La comparsa de Chapa y la chirigota de Vera Luque fueron las dos agrupaciones más destacadas de la noche del martes
CHIRIGOTAS
Si algo sabe Vera Luque es concursar. Y para eso, la fórmula magistral es no fallar. Y su agrupación no falló en ningún momento y le sacó de nuevo punta a un sexteto de cuplés que brillaron a gran nivel. La interpretación gamberra del repertorio contrasta con las buenas voces, a ratos acomparsadas, del grupo. Ojo con ellos que son los talibanes del primero y no se rendirán.
El pase de la chirigota de Santoña demuestra lo importante que es que las agrupaciones se sientan cómodas sobre el escenario. La agrupación estaba crecida por las sensaciones durante el Concurso y transmitió toneladas de ese buen rollo al respetable. Protagonizó uno de los momentos más emotivos del Concurso con su callado recuerdo a Julio Pardo en la presentación. En absoluto han desentonado en Semifinales.
La chirigota de Manolín Santander vino a ofrecer su especialidad. Sabor viñero y pasodobles de pellizco (ojo porque los cuplés son siempre la clave en chirigotas). Los dotes de interpretación de sus componentes y la fuerza con la que defienden el repertorio hizo que el público, que ya estaba de su parte, se prendara de ellos.
COROS
El coro de García Argüez sabe que la mejor baza que ellos manejan para competir es el contenido. Con un estilo clásico, el coro de Argüez dejó dos tangos de corte andalucista como ha acostumbrado durante todo el Concurso. El primero a Doñana y el segundo a los americanos de Morón y Rota.
El coro de Pedrosa y Fernández, en cambio, saben que ellos también manejan la parte músico-vocal como casi nadie en la fiesta. Ellos manejan todo los registros pero cuidan mucho el contenido. Un segundo tango utilizando todas las letras del abecedario fue la prueba.
COMPARSAS
Los autores de comparsas insisten en que, con un concurso tan largo, es necesario que los grupos vayan evolucionando en la escucha. El Chapa ha tomado buena nota y, por eso, la agrupación suena mejor en cada pase. El primer pasodoble fue una lección de poesía con la comparación entre la Semana Santa y el Carnaval. La agrupación aspira a todo.
Si alguien no se quedó a gusto con las letras que traía Manolín con la chirigota, a buen seguro que lo redimió con la comparsa. La agrupación se lució en los pasodobles, el primero un recuerdo a Eva Aza, la romancera asesinada por su pareja, y el segundo muy tierno, a la hija de Manolín, La comparsa se distingue por unas voces armónicas y compactadas que sorprenden en una agrupación tan joven.
Esperaba el público una comparsa de toda la vida, clásica, y Nene Cheza vino a darle su dosis. La comparsa se lució sin estridencias, llamó la atención por ser tan discreta. Todo se resume en el segundo pasodoble, cantado sin música, a media luz y con un banco en primer término y con las coplas de siempre como protagonistas. Una comparsa que es, en sí misma, una lección de Carnaval. Y con la contundencia de las letras de Zampi.
La última comparsa de semifinales fue la de Germán García Rendón. Una comparsa de corte clásico, elegante e interpretada por un gran conjunto de voces. La apuesta para colarse en la Gran Final del viernes fue un pasodoble de corte social a la salud mental y la conciencia de clases.
El cantón independiente (qué vivan las mujeres de Cádiz)
Los colaores, una comparsa de toda la vida
