Cádiz
El Carnaval del futuro: ¿y quién elige al árbitro?
El primer consejo de participación del Concurso del Falla marca las líneas del futuro, pero este COAC 2024 no presentará apenas cambios
La necesidad de recortar la duración de las sesiones, con la posibilidad de funciones mañana y tarde, y la recuperación de la Escuela del Carnaval, entre las propuestas iniciales
Esta semana se ha puesto la primera piedra del Carnaval del futuro. Tarde-noche de presentaciones entre los representantes de los diferentes colectivos (diez), más los dos portavoces de la oposición y el equipo de Gobierno. En total 13, aunque en realidad más porque el Ayuntamiento contó con el alcalde y las ediles Beatriz Gandullo y Mayte González García-Negrotto. «Somos muchos», decía Bruno García. «Y tanto que somos muchos».
El camarote de los hermanos Marx. Así que ese es uno de los problemas a solventar: la excesiva representación (coristas, comparsistas, chirigotas, cuartetos, cantera, mujer, autores Antifaces de Oro, Aula de Cultura del Carnaval y artesanos) provoca discusiones estériles y una terrible pérdida de tiempo. Así que el primer mandato fue que, para ganar agilidad, se eliminaran las discusiones y se respetaran los turnos de palabra.
La primera toma de contacto duró alrededor de hora y media y comenzó con las presentaciones. La intención de los nuevos inquilinos del Consistorio es que se establezca una participación real de las fuerzas vivas del Carnaval. En pocos años se ha pasado de la figura de un Patronato que organizaba la fiesta al tener la mayoría (tres votos por dos del Ayuntamiento) a unos foros donde las decisiones llegaban ya tomadas. Ahora, a la espera de ver la evolución y que se vaya desarrollando la fórmula, se apuesta por una forma híbrida. El Concurso y la Calle son competencias municipales y por lo tanto lo organiza la Concejalía de Fiestas, pero se desea establecer un órgano consultivo, con voz aunque sin voto.
En la convocatoria inicial, los carnavaleros han presentado sus propuestas al alcalde y la concejala delegada. Claro está, que ya es tarde. El tiempo. Siempre falta tiempo. Por tanto, el de 2024 será un Concurso continuista, prácticamente indiferenciable del anterior. Lo organiza el Ayuntamiento e intentará introducir alguna de las peticiones.
La demanda más necesaria con la que cuenta el Concurso, más allá de intereses particulares, es la excesiva duración de las sesiones. «No pueden terminar a las tres o las cuatro de la mañana». Ese es el plan, la idea de todos, también del Gobierno anterior, pero entre la incapacidad, el ansia de quedar bien con todos y la dependencia de las fechas y del número de grupos inscritos, este último año se batieron récords de nocturnidad.
Queda esperar a ver cuantas agrupaciones participan este curso y si se mantiene la tendencia a la baja. Además, se conoce bien el hándicap de que se trata de un Carnaval tempranero que obligarán a fijar el COAC pocos días después de las fiestas navideñas. Entre las opciones que se barajan, dividir en funciones de tarde y de noche, aunque eso obliga también a negociar las condiciones con la tramoya y el personal del Teatro.
Entre los apartados más novedosos, un par de ellos. La elección del presidente del Jurado no está nada clara. El Ayuntamiento no quiere tomar esa decisión pues sólo le puede traer consecuencias negativas sobre un 'supuesto' control y una línea ideológica. Los carnavaleros tampoco asumen la patata caliente. La alternativa pasa porque, una vez conocidos los grupos apuntados, haya quien desee ese puesto y presente su candidatura, recibiendo el beneplácito de una mayoría relevante. Si no, le toca mojarse a la concejala.
Luego está la petición del representante de la cantera, pues pese al apoyo de los últimos años, es conveniente la recuperación de La escuela del Carnaval porque hay serios problemas para encontrar chicos y chicas para la instrumentación.
Bruno, que en su debate de campaña con el resto de candidatos apostaba por una final de tres grupos por modalidad, no abrió ese melón. En general, el Ayuntamiento optó por escuchar sugerencias y recoger las nuevas propuestas. En la próxima reunión se seguirá perfilando el futuro Carnaval que todos quieren revolucionar pero al que, que en realidad, sólo le quieren cambiar detalles.
