Mismas siglas, rostros diferentes

Son conscientes. Tanto populares como andalucistas saben que les van a llover las críticas, pero a pesar de los inconvenientes están convencidos que es lo mejor para San Fernando. «No es un pacto que busca sillones como dirán a partir de ahora, sino que pretende trabajar por la ciudad». El nuevo alcalde de la ciudad, José Loaiza, lo dejó bien claro pues un gobierno en minoría es inestable y además cuenta con la oposición de un partido socialista «que desde el minuto uno pretende una moción de censura por lo que resulta difícil emprender los cambios». El mayor temor es que ocurra lo mismo que en Chiclana y que echen propuesta para atrás «por meros intereses políticos». De ahí la necesidad de los populares por tener un pacto.

¿Y los andalucistas? Consideran que es más sencillo iniciar una renovación del Partido desde el Gobierno que desde la oposición. Francisco Romero se convierte en el nombre fuerte del partido, incluso será primer teniente de alcalde, mientras que Manuel María de Bernardo queda relegado a ser el delegado de Limpieza y Jardines.

Pero, ¿Por qué pacta el Partido Popular mientras sigue al que señalaron como unos de los responsables políticos del desfalco? «Los ciudadanos han depurado esas responsabilidades y han decidido que el PA tenga fuerza en la Corporación municipal y por tanto pueda formar parte del Gobierno municipal», expuso Loaiza.

Por otro lado, ¿ha sido posible el pacto por la pérdida de poder de De Bernardo en el PA? «Ha sido una cuestión interna y de decisión propia del partido, porque en ningún momento durante la negociación se han puestos nombres sobre la mesa sino propuestas para el bien de la ciudad», aseguró en esta ocasión el andalucista Francisco Romero.

La última preocupación es la auditoría que Loaiza confirmó que hará si bien bajo las posibilidades administrativas y legales.

Un pacto con las mismas siglas si bien con diferentes caras y en la puesta en escena ya se dejó entrever que este periodo va a ser muy distinto al anterior. Los principales responsables de las formaciones en la mesa, en vez de todos los miembros del partido como hace cuatro años. Todo más sobrio, más frío y con menos muestras de entusiasmo, porque la impresión que se quiere dar es que «el Ayuntamiento no es más que Patrimonio de los ciudadanos y no para el reparto de los partidos y este acuerdo es para dar estabilidad al Gobierno no por sillones», remarcó Loaiza.