Más de 300 agricultores del entorno de Alcalá comienzan a preparar sus campos para poder recolectar en breve los preciados vegetales. ::
Sierra

Inician la plantación de espárragos con la esperanza de que haya una buena campaña

Las lluvias retrasa el inicio de los trabajos, pero la Cooperativa Los Europeos espera que la cosecha sea más próspera que la de 2010

ALCALÁ DEL VALLE. Actualizado: Guardar
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Más de 700.000 plantas preparadas para ser plantadas. Los agricultores de Alcalá del Valle iniciarán en breve la plantación de las garras de espárragos para afrontar una nueva campaña. Las lluvias y las bajas temperaturas han retrasado este comienzo de la temporada, hasta el punto de que en lugar de recoger espárragos a finales de enero lo harán a principios de marzo. «Otros años a estas alturas ya estábamos recolectando pero este año tendremos que esperar un poco más», destaca Francisco Dorado, gerente de la Cooperativa Los Europeos, que es la que controla y comercializa la producción de espárragos de la Sierra.

Esta campaña se considera vital para el espárrago alcalaíno. El año pasado, las numerosas precipitaciones que se produjeron hicieron estragos en el campo y sólo se pudieron recolectar unos 500.000 kilogramos de esta planta herbácea. En condiciones normales, Alcalá suele producir en torno a un millón de kilos, aunque han llegado a superar 1.600.000 kilogramos en algunas campañas. El 85 por ciento de esta producción es vendida en Europa, siendo el principal destino Italia y Francia aunque Alemania y Suiza «también son buenos clientes», destaca Dorado.

Este año se destinarán un total de 40 hectáreas al cultivo de espárragos, lo que supone un aumento importante con respecto al año pasado, cuando se plantaron unas 30. Atrás quedan las 6 ó 7 hectáreas que hace unos años se destinaban a este cultivo. En cada hectárea se plantan un total de 17.000 garras que posteriormente darán fruto casi a diario ya que el espárrago crece con mucha rapidez.

La producción de espárragos implica a un total de 350 cooperativistas que son los que se aprovechan, ellos y sus familias, de los 3.000 jornales que se suelen producir entre los tres y cuatro meses que dura la campaña. Esos jornales se esperan como agua de mayo en un pueblo eminentemente agrícola y de jornaleros emigrantes. Muchos de esos agricultores y los jornaleros que trabajan en estos campos son los que el próximo mes de agosto volverán a hacer las maletas para irse a Francia o Bélgica para participar, hasta principios de noviembre, en las campañas de recogida de frutas, como la uva o las manzanas, entre otras.

Empleo social

Además del trabajo en el campo, una campaña buena genera un centenar de empleos en las instalaciones de la Cooperativa, para la manipulación del producto. La mayoría de esos contratos se hacen a mujeres, por lo que la producción cuenta con un gran componente social ya que el empleo femenino escasea por la zona. Estos contratos se pueden prolongar durante más de tres meses, siempre que la producción que de el campo lo permita y el mercado acoja de buen modo el producto.

Un total de 800 cooperativistas aprovechan los servicios que Los Europeos les presta. Además del la venta de cereales, la cooperativa dirigida por Dorado siempre ha buscado ofrecer a sus socios la plantación de productos alternativos que permitan ir enlazando una y otra campaña. Esto no resulta un camino fácil ya que «al ser una zona de secano y de montaña no se pueden colocar invernaderos y en algunos experimentos que hacemos, como la plantación de cerezos, no conseguimos el calibre necesario en las cerezas para comercializarlas».