CRISIS POR EL CORONAVIRUS

El parón total de la construcción afecta a más de 22.000 obreros en la provincia

El endurecimiento de las medidas de movilidad y aislamiento toca de lleno al sector del ladrillo

Airbus se toma su tiempo, mientras que Alestis ha comunicado que mantiene la actividad ante las dudas que genera el decreto

Solo se permiten a partir de este lunes las obras de emergencia LA VOZ

Javier Rodríguez

El endurecimiento de las medidas de confinamiento decretadas este sábado por el Gobierno de la nación afectan directamente a dos sectores clave de la provincia, pero no esenciales para combatir al coronavirus y poder abastecer a la población mientras dure el aislamiento en casa. Se trata de la construcción y de la industria que, en el caso de este último en la Bahía de Cádiz, se refiere al sector aeronáutico que, hasta el pasado viernes 27 de marzo, mantenía abiertas sus factorías ante la decisión de Airbus, empresa tractora, de seguir adelante con la actividad industrial.

La decisión del Gobierno de acotar y reducir aún más la movilidad durante los días laborables ha llevado al sector de la construcción a paralizar las obras que desarrollaba en la provincia y a mantener activas solo aquellas que sean de emergencia. Fuentes de la patronal han adelantado a LA VOZ que la medida afecta en Andalucía a unos 200.000 obreros , de los que más de 22.000 son de la provincia de Cádiz . Los empresarios señalan que el impacto es «muy duro» ya que el parón total será hasta el 9 de abril. El segundo sector afectado es el industrial y, especialmente, el aeronáutico. Airbus se ha tomado su tiempo a la hora de decidir qué divisiones de su producción son «no esenciales», mientras que Alestis ha xomunicado este domingo por la noche a su plantilla que ante las dudas que genera el decreto ha optado por mantener a actividad hasta nueva orden. Esta misma estela la han seguido otras empresas de la industria auxiliar aeronáutica..

Cabe recordar que Airbus cerró sus factorías el 19 de marzo y reinició la actividad el lunes 23 del mismo mes tras implantar un plan de seguridad extremo en sus líneas de producción para evitar así el contagio, a pesar de sumar 138 trabajadores que habían dado positivo en sus plantas de España y contar con 820 empleados en cuarentena. Los casos de contagios en Airbus se registraron en: Getafe (120), Illescas (7), Barajas (6), San Pablo (3) y Albacete (2). Además, hay infectados en subcontratas en Getafe (13) y Barajas (4). En cuarentena están 820 personas en Airbus, de las cuales 147 presentan síntomas de Covid-19 en Getafe (101), Barajas (30), San Pablo (4), Albacete (11) y Tablada en Sevilla (1).

Otros 673 trabajadores de Airbus están en cuarentena porque proceden o han estado en zonas catalogadas de alto riesgo (Italia, Irán, China o Madrid). Ese contingente está repartido entre Getafe (430), Illescas (107), Barajas (68), San Pablo (36), Albacete (11), Tablada (3) y Puerto Real (18).

La decisión de Airbus de continuar con su producción provocó el mismo lunes 23 un efecto dominó entre su industria auxiliar , que se vio arrastrada a seguir el mismo camino. De hecho, Alestis, principal proveedor en España de Airbus, también decidió volver al tajo el lunes 23, pero solo lo lograron las dos plantas de Sevilla, ya que los comités de empresa de las dos factorías gaditanas, en El Puerto y Puerto Real, interpusieron un recurso ante la Inspección de Trabajo . Finalmente, la autoridad laboral falló a favor de la empresa y reconoció que las competencias sobre los protocolos de seguridad contra el coronavirus en las empresas era una competencia sanitaria. Por ello, el viernes 27 resolvió que las plantillas tendrían que regresar a sus puestos de trabajo. El endurecimiento de las normas de confinamiento decretadas este fin de semana señalan lo contrario.

No esenciales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el sábado por la noche la ampliación del confinamiento tras la declaración del estado de alarma a todos los trabajadores de actividades consideradas «no esenciales». El Ejecutivo aprobó este domingo en un Consejo de Ministros extraordinario el decreto en el que concreta cuáles son esos sectores no esenciales, cuyos trabajadores «se deberán quedar en casa en las próximas semanas como hacen el fin de semana«. El parón afecta especialmente al sector de la construcción, cuya actividad en esta primera quincena de estado de alarma había sido muy cuestionada por los sindicatos. También afectará a numerosas industrias del metal y buena parte de la industria química.

Sánchez anunció esta medida al mismo tiempo que subrayó que el Gobierno aprobará «un permiso retribuido recuperable» que se aplicará a todos los empleados que desarrollen actividades no esenciales para que, de este modo, no tengan «que desplazarse a sus puestos de trabajo. El permiso se alargara desde el lunes 30 de marzo hasta el jueves 9 de abril«, víspera del Viernes Santo.

Poco después del anuncio de Sánchez, la patronal nacional CEOE aseguró que, aunque la prioridad es la salud de las personas, el confinamiento ampliado «va a generar un enorme impacto sin precedentes en la economía española, especialmente en sectores como el industrial«.

Por su parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha mostrado su desacuerdo con las medidas económicas y laborales anunciadas el sábado y las laborales conocidas del Consejo de Ministros del viernes. Según el presidente de la patronal de autónomos, Lorenzo Amor , se trata de unas medidas que «de nuevo no tienen en cuenta a los autónomos, que limitan definitivamente su movilidad en muchos sectores y que no aportan compensaciones a sus pérdidas».

Según Lorenzo Amor, «las empresas españolas de todos los tamaños hemos acatado las propuestas sanitarias para acabar con el COVID19 y no discutimos sus diversas y sucesivas ampliaciones a las restricciones por salud. Seguiremos en casa y cuidando de nosotros y nuestros conciudadanos«. ATA respaldará y acatará siempre las decisiones de la autoridad sanitaria y compartimos este apoyo y unidad con la patronal CEOE y Cepyme. En su opinión, reducir la movilidad aún más va a ser una medida que va a «generar un enorme impacto sin precedentes en la economía española, especialmente en sectores como el industrial».

CCOO y UGT, por su parte, valoraron el permiso retribuido hasta el 9 de abril y se ponen a disposición para negociar la recuperación de esas horas porque consideran «fundamental» salvar el empleo y salvar las empresas.

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