Orcas en Cádiz

El «juego» de las orcas en el Estrecho manda a 61 embarcaciones al varadero

Durante los últimos cuatro meses, los cetáceos han multiplicado sus «interacciones» y los expertos no aclaran si se tratan de ataques o los motivos que los producen

En poco más de 24 horas, «el juego» ha acabado con otros 3 veleros a la deriva en alta mar obligando a la actuación de Salvamento Marítimo

Varias embarcaciones continúan siendo reparadas en Puerto Sherry ANTONIO VÁZQUEZ

José Pedro Botella

A bordo del velero 'Nouk' , de 12 metros de eslora y perteneciente a la asociación 'La Cale 2 l'Île', una joven familia francesa se disponía a surcar el Atlántico atravesando el Estrecho de Gibraltar .

Durante su paso por la costa de Barbate, la embarcación y sus tripulantes fueron s orprendidos por la presencia de una orca . Desde 'Nouk' se felicitaban por tal hallazgo pocos minutos antes de comprobar en primera persona lo pernicioso de estos encuentros.

Como consecuencia del ataque, o del «juego» tal y como defienden desde la Coordinadora para el Estudio de los Cetáceos Marinos ( CEMMA ), la pala del timón del velero quedó destrozada y actualmente la nave continúa reparándose, una semana después, en las instalaciones de Puerto Sherry en El Puerto de Santa María.

El peligro de los barcos a la deriva

«En lo que va de verano han llegado otras dos embarcaciones por culpa de estas interacciones. Afortunadamente, han atracado por sus propios medios partiendo desde la zona del Estrecho en donde se produjo el encuentro», revela Francisco Colón, capitán de Puerto Sherry .

Además de permanecer en el muelle portuense tras las embestidas de las orcas , los tres veleros afectados tienen en común la misma parte de la embarcación siniestrada: la pala del timón.

«No sabemos por qué, pero lo cierto es que las embestidas se produjeron ahí. Fueron daños significativos , aunque permitieron mantener el gobierno y poder llegar hasta aquí. En los tres casos, los daños son muy similares», explica Colón que evalúa el tiempo de los trabajos, «dependiendo de la clase de barco que sea y del tipo del timón, a veces la mejor reparación resulta ser cambiar la pala entera . El mínimo lapso para que el velero vuelva al mar son unos 10 días, pero puede tardar más de un mes si hay que pedir piezas a los astilleros».

Aunque el capitán asegura que los daños en el timón «rara vez pueden ocasionar que la embarcación vuelque o se hunda», si el ataque rompe la dirección «el velero puede quedarse a la deriva, eso sí es muy peligroso». «Si una embarcación se queda sin gobierno, mientras surcaba una zona con tráfico, evidentemente se trata de un asunto grave », certifica.

61 interacciones desde marzo

«El avistamiento de los cetáceos era considerado como uno de los mayores atractivos de la zona», recuerda Francisco Colón. En la actualidad, estas «casualidades» han aumentado su frecuencia hasta convertirse en un verdadero riesgo para la integridad de los navegantes.

Desde el 27 de marzo de 2021, se contabilizan 61 interacciones en el litoral de Cádiz . Esta anomalía ha obligado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de la Capitanía Marítima de Cádiz, dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante, a r estringir la navegación de veleros de hasta 15 metros de eslora entre el cabo de Trafalgar y Barbate para evitar incidentes con las orcas. La mitad de estos ataques o juegos han terminado con la asistencia de Salvamento Marítimo, ya sea para remolcar a las embarcaciones o para trasladarlas hasta puerto.

El área en el que se centra la prohibición abarca una extensión de aproximadamente 2 y 9 millas desde la costa, siendo considerada la Ensenada de Barbate como la principal zona de riesgo . Más del 90% de los encuentros se han registrado en esa área concreta. Solo 3 casos se ubican a una distancia considerable del punto marcado, algo que se valora como una excepción a la hora de limitar la navegación.

Pese a la reglamentación, la alerta no se da por acabada, «en las últimas 24 horas se han producido tres nuevos casos , dos veleros acabaron siendo remolcados porque se encontraban a la deriva», corrobora José Maraver, subjefe de Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Tarifa.

Estos tres veleros no se han saltado las normas, vigentes hasta el 20 de agosto y que podrían ser prorrogables, « se encontraban en el límite del área prohibida . No podemos hacer un área tremendamente extensa porque impediríamos el tráfico marítimo y eso sería absurdo», aclara Maraver.

Segundo verano de alerta por orcas

Esta es la segunda vez que la Dirección General de la Marina Mercante emite una resolución de estas características. La primera se produjo en el mes de septiembre de 2020 en aguas del litoral gallego y se prolongó durante varias semanas con el mismo objetivo, «garantizar la seguridad marítima de los navegantes y sus embarcaciones y proteger la biodiversidad marina».

No obstante, en aquella ocasión « no hubo mayores problemas ni ninguna incidencia grave como para tener que llevar a cabo las actuaciones del Ministerio, que han sido obligadas cuando hemos visto que la aparición de orcas había aumentado considerablemente», incide el subjefe de Centro de Coordinación.

«Todos estamos un poco desconcertados , no encontramos la forma de explicar lo que está sucediendo. Es una cosa que comenzó el año pasado, muy levemente, con unos cuatro casos», se sincera.

En la zona del estrecho de Gibraltar, Salvamento Marítimo cuenta con cuatro 'Salvamares' , embarcaciones de acción rápida de 21 metros de eslora, para efectuar los rescates . Precisamente, uno de estos barcos se encuentra justo en Barbate, lugar con el mayor número de avistamientos de orcas.

En tan solo 10 minutos , las unidades de Salvamento Marítimo pueden alcanzar la embarcación a la deriva. Desde el Centro de Coordinación recuerdan que «lo principal es que el barco llame en cuanto vea a una orca», en ese momento «recibirán todas nuestras instrucciones de seguridad». En cualquier caso, los radio-avisos permanecen activos para recordar este protocolo desde antes de establecerse las prohibiciones.

Desde Salvamento Marítimo advierten de lo que entraña que un velero pueda quedar a la deriva tras un ataque de una orca: «si esto ocurriera muy cerca de tierra, a lo mejor no nos daría tiempo de remolcar el barco y si a ellos no les da lugar a fondear podrían acabar colisionando contra las piedras »

El Centro de Coordinación espera que en los próximos días la incidencia baje o desaparezca , como sucedió en 2020. «Si con anterioridad al 20 de agosto se ve que no hay más interactuaciones, la norma quedará en el olvido. Si justo los días previos se siguen produciendo masivamente estas incidencias, probablemente el Ministerio extenderá la duración de la prohibición».

«No son ataques, sino interacciones»

Pese a que, fruto de la violenta colisión de ejemplares de orcas contra veleros, la mayoría de embarcaciones hayan necesitado ser reparadas siendo imposible, habitualmente, restaurar la pala del timón, e xpertos en oceanografía exculpan a los cetáceos .

Ezequiel Andréu Cazalla lleva más de 16 años investigando a estas especies. Como experto, desarrolla su actividad en una empresa de avistamiento de ballenas y forma parte de la Asociación Garum Tarifa , integrada dentro del Grupo de Trabajo Orca Atlántica ( GTOA ).

Frente a su dilatada experiencia en las aguas que rodean a la Península Ibérica también se encuentra su sorpresa ante el disparado aumento de incidencias entre orcas y embarcaciones, unas 140 desde el verano pasad o. «Nunca se habían producido tantas, no había pasado algo similar».

Sobre el motivo real que explique por qué se están produciendo tantos encuentros, los expertos no tienen aún una respuesta clara, «no lo sabemos ni creemos que podamos resolver alguna vez este enigma », lamenta.

A pesar de no poderse establecer una causa que aclare las apariciones en el Estrecho, desde el Grupo de Trabajo Orca Atlántica certifican que los mismos «están produciéndose en una frecuencia jamás vista» desde que existen reportes.

«Las orcas no suelen causar problemas y son una especie protegida y en peligro crítico de extinción» , manifiestan. Además, los expertos aclaran las intenciones de este cetáceo con el fin de que no se generen acciones que puedan desembocar en prácticas contra los animales. En este sentido, Ezequiel Andréu puntualiza que las incursiones entre orcas y embarcaciones «no son ataques, sino interacciones» .

«Por un lado, nos preocupa la conservación de la especie y, del mismo modo, queremos garantizar la seguridad de los navegantes», aseguran. Dada su implicación, el colectivo configuró durante el verano de 2020 su propio protocolo con recomendaciones destinadas a evitar daños a aquellas personas que detecten orcas cerca de sus embarcaciones.

Entre los distintos consejos sugieren, desde el primer momento en el que se reconozca a alguna orca y siempre que las condiciones lo permitan, «bajar la velocidad, parar el motor y dejar el timón a vía o arriar la vela en caso de velero».

El GTOA insta a los usuarios a contactar de forma inmediata con el 112 , canal 16 radio o el oficial de la zona, (Tarifa 10 en el caso del Estrecho). Una vez realizada la incidencia, el navegante deberá «sacar las manos de la rueda del timón y apartarse de cualquier parte del barco que pueda caer o girar bruscamente».

Si es posible, «apagar la sonda y mantener encendidos VHF y elementos de posición». Como recomendaciones extras se encuentra la de «no gritar ni tirar objetos» a los animales , filmarlos para proceder a su posterior identificación y solicitar remolque en caso de que el timón no funcione. Finalmente, los investigadores ruegan a los afectados que faciliten su contacto a especialistas en cetáceos para evaluar su caso concreto.

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