Kichi Cádiz

Kichi se ‘engancha’ de nuevo a la pancarta

El alcalde gaditano se situa detrás de la pancarta si las reivindicaciones se dirigen al Gobierno central o la Junta de Andalucía y enfrente si las peticiones recaen en el Ayuntamiento que dirige desde hace seis años

Kichi vuelve a sus orígenes sindicalistas participando activamente en protestas y movilizaciones que siempre van dirigidas a reclamar a otras administraciones, sin solucionar los frentes abiertos en el Ayuntamiento

El alcalde de Cádiz, en una protesta contra el cierre de Airbus hace unos días. Antonio Vázquez

Almudena del Campo

Kichi , como se conoce popularmente a José María González Santos , alcalde de la ciudad de Cádiz desde hace seis años, llegó a la política en el año 2015 tras un pasado marcado por su activismo y participación en protestas y manifestaciones defendiendo la educación pública desde el sindicato Ustea.

Sus detractores le recuerdan a menudo esa ya conocida concentración frente al Teatro de las Cortes de San Fernando en el año 2013, en la que -junto a su pareja y también sindicalista y política Teresa Rodríguez-, lanzaba consignas incendiarias como « la próxima visita será con dinamita... porque si no se arregla guerra, guerra guerra» o «si esto no se apaña, caña, caña, caña». En dicho acto estaban, entre otros, el entonces presidente del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner, además de políticos y personalidades del mundo de la cultura.

Dos años después, el joven profesor de Geografía e Historia, que además de sindicalista era carnavalero y del barrio de la Viña, mostraba desde el balcón del Ayuntamiento de Cádiz el bastón de mando a todos los gaditanos congregados en la plaza de San Juan de Dios. Llegaba, después de veinte años de hegemonía del PP con Teófila Martínez al frente, uno de los denominados ‘ayuntamientos del cambio’ , junto a los de otras ciudades españolas como Barcelona, Madrid, Zaragoza, o A Coruña.

Aterrizaba en la Alcaldía de Cádiz un Kichi con mochila y camiseta que en los primeros días de su gobierno intentaba impedir, junto con algunos miembros de su equipo de Gobierno, el desahucio de un matrimonio y su hija de 16 años , aunque sin éxito.

Desde entonces, las cosas han cambiado y -a lo largo de estos seis años- el alcalde gaditano se ha encontrado con este problema en su propia ‘casa’. Así, han sido muchas las protestas protagonizadas por gaditanos que han irrumpido en los plenos pidiendo a Kichi soluciones en materia de vivienda y exigiendo al nuevo Gobierno que cumpliera con los compromisos con los que se presentó -bajo las siglas de Por Cádiz sí se puede- a las Elecciones Municipales de 2015.

Asimismo, José María González ha tenido que escuchar los gritos a las puertas del Ayuntamiento de madres de familia desesperadas porque estaban a punto de ser desahuciadas y de quedarse en la calle junto a sus hijos menores. Kichi se ha dado cuenta en estos últimos años que ahora las cosas se ven de distinta manera a un lado y a otro de la pancarta y, sobre todo, si las competencias para alcanzar la solución recaen directamente en la administración que preside.

Ha contado con encierros en el salón de plenos de desempleados de la ciudad, con manifestaciones de los sindicatos de la Policía Local, con los que mantiene una guerra abierta desde hace más de un año; o -hace tan solo unos días- con el ‘asalto’ de un grupo de trabajadores del servicio de mantenimiento del alcantarillado y estaciones de bombeo de la capital a la Casa Consistorial.

Estos son tan solo unos ejemplos de lo que se ha vivido en los últimos años en San Juan de Dios, donde tanto la ciudadanía como los sindicatos esperaban una respuesta distinta de este ‘ayuntamiento del cambio’, que venía a defender los derechos de los trabajadores.

Pero si por algo se ha caracterizado Kichi en estos años es por sus continuas reclamaciones a otras administraciones , como es el caso del Gobierno central o la Junta de Andalucía, administración con la que mantiene una auténtica cruzada desde que la gobiernan el PP y Ciudadanos.

En los últimos meses Kichi parece que ha vuelto a sus orígenes sindicalistas, protagonizando movilizaciones en defensa de la escuela pública o contra el desmantelamiento del sector industrial en la Bahía de Cádiz .

Es más, desde que existe una clara amenaza de cierre de la factoría de Airbus de Puerto Real, el alcalde ha querido capitalizar políticamente estas reivindicaciones y ha iniciado una auténtica campaña personal como defensor de esta lucha .

Además de participar activamente en las protestas, ha enviado dos cartas solicitando una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y hasta ha pedido al propio rey Felipe VI su mediación para salvar esta planta.

Kichi se sitúa detrás de las pancartas si las reivindicaciones se dirigen a otras administraciones, caso del Gobierno de la nación o de la Junta de Andalucía, y enfrente si se trata de protestas donde él mismo tiene que intervenir.

Y un claro ejemplo lo tuvimos la semana pasada cuando hacía una breve parada para hablar con los sindicatos de la Policía Local que protestaban en el acto de izado de banderas azules en el módulo central de la playa Victoria y, media hora después, estaba detrás de la pancarta a la altura de las Puertas de Tierra alzando su brazo y pidiendo soluciones para la factoría de Airbus Puerto Real. Detrás o delante de la pancarta . Eso sí, según le convenga.

Trajes de chaqueta, coche oficial y reverencias

El alcalde de Cádiz, desde que accedió a la Alcaldía de la capital hace ya seis años, ha tenido una especial habilidad para cambiar de registro. Pasó, en muy poco tiempo, del megáfono, la pancarta y la mochila, al despacho, el traje de chaqueta y el coche oficial, a pesar de haber renegado de utilizarlos. Finalmente sucumbió y ya llega con una gran naturalidad a los actos montado en el coche oficial del Ayuntamiento.

Uno de los actos más solemnes que se celebra cada año en nuestra ciudad es la recepción del buque escuela Juan Sebastián Elcano. En 2015, tan solo un mes después de tomar posesión, Kichi acudía al muelle en mangas de camisa. Era la imagen viva del ‘ayuntamiento del cambio’.

A lo largo de los años ha ido cambiando y un claro ejemplo fue el pasado fin de semana cuando el rey Felipe VI llegaba a bordo del Elcano. Ahí estaba Kichi, con reverencia incluida, pidiendo la mediación de su Majestad en el conflicto de Airbus .

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