La ciudad no pondrá este año barreras a la llegada de visitantes durante el GP de España. :: LA VOZ
Jerez

La «apertura total» de la ciudad a los moteros provoca la indignación de los vecinos

El anuncio de la alcaldesa coge por sorpresa a los representantes de Chapín y de la Plaza del Caballo, que critican que «no se haya consensuado»

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Pese a que la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, optó por hacer desde la lejana Madrid el anuncio de que la Motorada volverá a ser en esta edición como hace tres años, es decir, que la ciudad se abrirá de par en par y sin restricciones a los visitantes durante la celebración del Gran Premio de España, el tsunami que sus declaraciones han provocado entre los residentes de las zonas más concurridas por las motos ha sido monumental.

«Estamos indignados». Así resumía ayer el presidente de la asociación de vecinos de la plaza del Caballo, Javier Cantos, la reacción que ha provocado en su zona saber que este año «las motos volverán a campar a sus anchas por las calles sin ningún control».

Cantos criticaba ayer las razones del Ayuntamiento para volver a la situación anterior «cuando durante los últimos años todo había funcionado bien, y las propias fuerzas del orden reconocen que se han evitado muchos accidentes y altercados», y se quejaba de que la presión de los hosteleros, «los que quieren hacer negocio contra la seguridad de los ciudadanos», haya pesado más que las protestas vecinales. Y es que, en su opinión, todos los jerezanos quieren que el evento que este año se celebrará del 30 de abril a 2 de mayo sea un éxito, «pero siempre que se garantice el orden en la ciudad».

Al hilo de esto, el presidente de la asociación de la plaza del Caballo reprochaba a la primera edil que «haya mostrado tanto desprecio por los que formamos parte de la Mesa de la Motorada, ya que ha realizado este anuncio por sorpresa, sin que se haya consensuado, tomando la decisión por su cuenta y de una forma dictatorial».

En este sentido, Cantos recalcó que desde la pasada edición de la Motorada, cuando el blindaje total se relajó y los moteros pudieron acceder a ciertas zonas del centro de la ciudad, «el Ayuntamiento no ha convocado ni una vez a todos los integrantes de la mesa en la que se debatían todas las cuestiones relacionadas con esta celebración».

Sea como fuere, el representante de los vecinos de plaza del Caballo dejó claro que no van a dejar de exigir que haya seguridad durante la celebración de la gran fiesta del motociclismo en Jerez, y aunque se mostró a la espera de ver cómo discurre la Motorada, no ocultó que están dispuestos a «defender esta postura hasta el final, acudiendo a los tribunales si es preciso y tomando el ejemplo del precedente de El Puerto». Es más, Cantos recordó que la misma Pilar Sánchez llegó a afirmar hace tres años que «el cierre del centro era necesario porque si no lo hacía el Ayuntamiento lo iban a hacer los jueces».

Algo más moderado se mostró ayer el presidente de la asociación de vecinos de Chapín, Ángel Magro, que pese a no ocultar su disgusto por la decisión optó por dar un voto de confianza y no sacar conclusiones «hasta que haya pasado la celebración y se compruebe si se cumple el pronóstico de la alcaldesa y realmente los moteros no se descontrolan».

En este sentido, tuvo que reconocer que la opción que se llevó a cabo en 2009, con la apertura parcial, «funcionó pese a todas las críticas, y así lo dijimos». Además, se mostró comprensivo con los empresarios «que están pasando malos momentos y que tal vez puedan aliviar su situación».

Eso sí, Magro también censuró la actitud de la primera edil, que «ha dejado de contar con los vecinos y de dialogar, y que no ha tenido en cuenta todos los proyectos que se han puesto sobre la mesa de diálogo y que planteaban soluciones intermedias». «No es de recibo que hayamos conocido la noticia por los periódicos. Estamos muy decepcionados porque le dimos un voto de confianza para nada», dijo.