Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 80: «Nada de lo que te molesta de otros es responsabilidad de otros»

En este capítulo de 'Los 88 peldaños de la gente feliz' te explico quién es el mayor responsable de tu rabia

«Sea cual sea la acción que alguien lleve a cabo en el exterior, el único responsable de que eso cause o no rabia en mi interior soy yo» Unsplash
Anxo Pérez

Anxo Pérez

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Me insultó, y, como comprenderás... lo más normal es que me enfade.

Me provocó, y es lógico que entre en cólera. Es... lo más normal.

Le hace una competencia a mi negocio con la que yo no estoy de acuerdo, y... lo más normal es que desee lo que deseo: que no le vaya bien en el suyo.

Siempre quiere llevarme la contraria en las reuniones de trabajo. Lo más normal es que yo no se lo permita (aunque eso requiera actuar desde la rabia).

Éste me levantó la voz, aquel me interrumpió, ella habló mal de mí, él me faltó al respeto en público... y por supuesto que me provocan rabia. Es... lo más normal. La culpa es de ellos por provocarme.

— Anxo, es lógico que esté alterado. Me han provocado. ¿No me irás a decir que no es lo más normal?

Depende de qué entiendas por normal. Si lo tomamos como sinónimo de común, sí lo es. Si lo tomamos como sinónimo de conveniente, entonces es todo lo contrario.

¿Listo para el mayor ladrillazo de todo el libro?

Nada de lo que te molesta de otros es responsabilidad de otros

Es responsabilidad única y exclusivamente... tuya.

¡BUM!

¿Has oído el ruido del ladrillo al golpear contra la cabeza?

Estoy seguro de que, para la inmensa mayoría, aceptar esa máxima supone un cambio radical de paradigma, igual que el que supondría llevar toda una vida cavando un túnel para un día descubrir que la salida se encontraba en la dirección contraria a la que cavaste.

Es normal que te moleste que alguien te grite, pero es conveniente que no dejes de trabajarte para alcanzar el día en que ni te inmute. Es normal que si alguien te insulta, te cause rabia, pero es conveniente que trabajes de cara al día en que la expulses de tu vida.

Repítete y grábate estas palabras en tu mente: «Sea cual sea la acción que alguien lleve a cabo en el exterior, el único responsable de que eso cause o no rabia en mi interior soy yo».

— Anxo, ¿y si es algo grave como que alguien me agreda o destroce mi coche?

Incluso en ese caso la responsabilidad sigue siendo de cada uno, lo único que cambia es que el reto es mayor, y a mayor reto, mayor recorrido para conquistarlo, con lo cual, prepárate para fracasar, pero también para no desistir.

— Interesante, Anxo... ¿Y cómo se consigue mantener la calma ante un reto así?

Siempre de la misma manera, igual que se elimina la sombra: aplicando un foco. En el caso de la sombra, es un foco de luz. En el caso de la rabia, es un foco de atención. Cuanta más atención prestes a la existencia de tu rabia (o de tu perturbación en general), más la eliminas. Y la forma de encender en tu ser ese foco de atención es formulándote preguntas que te hagan estar más despierto o consciente con respecto a esa rabia: ¿qué te hace sentir esa rabia?, ¿en qué momento se produjo?, ¿cómo se podría describir?, ¿la sientes a menudo?, ¿qué pasa si en lugar de frustrarte con ella simplemente la observas como si fueras un espectador en un partido, como algo que no es tuyo? No tienes ni que dar con las soluciones. El tesoro no está en que encuentres las respuestas, sino en cada minuto que inviertes en buscarlas.

De entre todos los que consideras que te la provocan, solo uno es responsable de tu rabia: tú

#88PeldañosGenteFeliz

@Anxo

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