CONSUMO
¿Qué pasa si comes alimentos caducados? Estos son los que sí puedes comer
Los alimentos se deterioran con el paso del tiempo, algunos con mayor riesgo para el consumidor que otros, pero, ¿sabes distinguirlos?
¿Cuál es la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente de los alimentos?
Cuando vamos a consumir un alimento que lleva tiempo indeterminado en nuestra nevera o despensa, hacemos el clásico gesto de buscar la fecha de caducidad. El primer paso para valorar si consumir o no el producto es diferenciar si nos indica fecha de caducidad o fecha de consumo preferente.
La fecha de caducidad indica que el producto ha dejado de ser adecuado para el consumo. En cambio, la fecha de consumo preferente habla del momento a partir del cual el producto puede variar sus propiedades organolépticas, esto es, su olor, textura, sabor o color. Con los productos con fecha de consumo preferente es importante que no estén abiertos y que no presenten signos de estar deteriorados.
Algunos de los productos que tienen fecha de consumo preferente y que pueden ser consumidos después son los yogures y mantequilla, el pan de molde, patas fritas y frutos secos, refrescos y alcohol. Pastas, arroces y legumbres, mermelada, embutidos y quesos curados, sopas y salsas de sobre y envases de tomate frito.
En cambio, los alimentos determinados como microbiológicamente muy perecederos, es decir, aquellos en los que pueden desarrollarse con mayor facilidadbacterias y microorganismos que pueden causar enfermedades, son los que su consumo viene determinado por una fecha de caducidad. En este grupo entrarían las carnes, el pescado o el queso fresco. De hecho, si no se conservan en las condiciones adecuadas, pueden llegar a estropearse antes de la fecha indicada y provocar intoxicaciones o enfermedades.
Alimentos sin fecha
Por otra parte, existen alimentos que no tienen la obligación legal de llevar una fecha de caducidad. En este grupo se incluyen algunas bebidas alcohólicas, pan y bollería de consumo en 24 horas, vinagre, sal, azúcar, chicles o frutas y verduras frescas.
Al final, a la hora de consumir cualquier producto es importante valorar su olor, color, textura y sabor para determinar su estado. La intuición del consumidor también juega un papel importante. Y, en caso de duda, mejor evitar el consumo para evitar intoxicaciones.
