Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 77: «Cuando quieras un cambio en tu vida, espera fallar durante un tiempo»

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te invito a estar más cerca de tu objetivo sin cesar en el intento

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Anxo Pérez

Anxo Pérez

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Ésta es la historia de Joseph, un talador canadiense hijo y nieto de taladores, y su hijo Philip. Un día, cuando Philip sintió que tenía edad suficiente, le pidió permiso a su padre para talar su primer árbol. Se fue al bosque solo y por la tarde llegó a casa frustrado. «Papá, no valgo para talar árboles», le dijo.

«Después de propinar un alto número de golpes con mi hacha, el árbol ni se tambaleó. Todo ese esfuerzo no sirvió de nada», exclamó desolado. El padre lo escuchó atentamente relatar su primera experiencia como talador de árboles y lo animó a compartir con él su desilusión, a fin de que eso le ayudara a desahogar su frustración. Cuando ventiló todas sus penas, su padre le formuló dos preguntas: cómo de grueso era el tronco y cuántos golpes de hacha había asestado. Tras escuchar la respuesta del hijo, éstas fueron sus palabras: «Querido Philip, por todo lo que me cuentas y por mi experiencia, puedo concluir que ese árbol se hubiera talado con entre 90 y 100 hachazos. Y tú diste 70. Tu esfuerzo no sólo sí estaba dando resultados, sino que, de hecho, estabas a tan sólo unos hachazos más de conseguir tu objetivo. La lectura que tú hiciste es que si el árbol no cae es porque los hachazos no funcionan. Pero la correcta es la contraria: cuanto más inútiles parecen los hachazos, más cerca está de caer el árbol. El problema fue que te diste por vencido demasiado pronto. ¿Cuál fue el impedimento para que tú consiguieras tu objetivo? Tu ansia por conseguirlo».

De esta historia se extraen tres lecciones. La primera es: cada vez que quieras incorporar un nuevo cambio a tu vida, espera fallar durante un tiempo , pero entiende que cada intento fallido, lejos de ser un fracaso, te está acercando un paso a tu objetivo. La segunda es que, al saber que se trata no de un intento, sino de un conjunto de intentos, puedes liberarte de la presión de buscar resultados inmediatos. Tú sólo céntrate en dar el siguiente hachazo, recordándote que un hachazo más siempre significará que te quedará un paso menos. Y la tercera es confianza y comprensión.

La confianza procede de saber que dar hachazos, incluso cuando no ves el árbol caer, es el camino correcto para que caiga. La comprensión procede de saber que cada vez que un golpe no tumba el árbol, se debe simplemente a que ése no era el último de la serie para derribarlo.

¿Tu pareja y tú lleváis veinte años gritándoos y hoy habéis hecho el compromiso de no volverlo a hacer? Entiende que veinte años es un árbol muy grueso de talar, y que fallaréis treinta o cuarenta veces antes de poder eliminar el hábito antiguo de forma definitiva y conseguir que vuestro árbol caiga. Pero entiende también que cada uno de esos fallos es un golpe de hacha que, lejos de alejarte de tu objetivo, te acerca a él.

¿Te habías comprometido a no faltar al respeto a un compañero de trabajo o a un familiar y hoy lo has hecho? Sonríe. Estás un día más cerca de conseguir tu objetivo y a un hachazo menos de tumbar tu árbol.

¿Llevas cinco veces practicando la auto-observación sin conseguir con ello controlar tu Bolsa Negra y quieres concluir que lo de la auto-observación del Peldaño 10 no vale para nada? Aplícate la siguiente máxima...

#88PeldañosGenteFeliz

@anxo

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