Meditación guiada

Cómo atender, escuchar y comprender nuestras emociones

La psicóloga Belén Colomina, experta en mindfulness, comparte en estas sesiones de meditación guiada algunas de las claves que nos ayudan a conectar con nuestro interior y con lo que proyectamos hacia el exterior

Cada uno vive tonalidades emocionales diversas. Unsplash
Belén Colomina

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En la distancia, las relaciones más significativas se tiñen de un color especial. Todo aquello que nos hace sentir un poco más cerca de nuestros seres queridos cobra el distintivo especial de «importante».

Prestar atención a los pequeños detalles que nos acercan, a los recuerdos , las conversaciones, las sonrisas, las experiencias compartidas, puede ser el bálsamo que necesitamos cuando nos echamos tanto de menos los unos a los otros.

Y en esta circunstancia todas las emociones son válidas. Cada uno vivimos esta experiencia con tonalidades emocionales diversas que es mejor atender, escuchar y acompañar.

Y para ello, queremos compartir contigo las siguientes meditaciones . Porque transitarlas desde la atención plena puede ayudarte a surfearlas de la mejor manera, esa que responde a tu necesidad actual.

Valora lo que tienes

Nos pasamos la vida pensando en lo que no tenemos, en lo que deseamos, proyectamos, imaginamos, en lo que nos ilusionamos. Y eso está bien, ¿por qué no? Son las llamadas acciones motores que nos impulsan a seguir avanzando, a seguir arriesgando y soñando en un futuro mejor. Nos movilizan a buscar y proyectar, pero... ¿Y si pensar en lo que nos falta está llevándonos a no ser conscientes de todo lo que forma parte de nuestra vida? ¿Y si no llegamos a valorar aquello de lo que sí nos rodeamos cada día?

A veces, hasta que no lo perdemos no sabemos qué afortunados somos.

Mira el futuro con ojos nuevos

Solo hay que mirar atrás para poder darnos cuenta de cómo ha cambiado nuestra realidad presente. Todo es distinto y parece que todo será diferente. Enfadarnos con la situación no mejorará los resultados porque, empeñarnos en mirar, medir y analizar la realidad «con los ojos de antes» no resultará efectivo.

Esta mirada nos genera frustración, ansiedad, irritabilidad o miedo al no aceptar la realidad del momento presente. La ley de la impermanencia nos enseña que todo, absolutamente todo cambia, y que solo dejando que el proceso fluya, aceptando el cambio, podremos actuar de la mejor manera ante él. Podremos crear junto a su devenir un futuro mejor.

Se trata de no anclarse en el pasado ni en una fantasía de «cuando todo pase» sino en la realidad presente para adaptarse y crear, desde ella, una nueva. Cogiendo de nuevo las riendas de tu futuro.

Un homenaje a los que ya no están

Recordar con amor a nuestros seres queridos confiere de una calidez especial a nuestro corazón. Nos permite seguir sintiéndolos cerca, sentir que tuvo un sentido su existencia y que depositaron aquí semillas que siguen germinando en nosotros.

Aprendimos muchas cosas de ellos, incluso estamos aquí y ahora, por ellos. Por multitud de ancestros que hicieron posible la continuación de la vida.

En esas sesiones de meditación te invito a entrenar tu mente hacia una nueva perspectiva, una mirada constructiva que facilite la creación de las causas y condiciones del futuro que deseas.

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