Black Friday 2022: así nos manipulan el coco para provocar compras compulsivas
Nada de lo que vamos a ver en estos días es casual: desde la distribución de los productos hasta la luz, pasando por la temperatura, la música y hasta el modo en el que está marcado el precio. Todo está pensado para hacernos picar
«El Black Friday debe recordarnos muchas veces a esas películas estadounidenses en las que se sacan a los trastos del garaje a la calle y se vende lo que ya no se necesita junto al puesto de la limonada. En la mayoría de los casos las grandes marcas aprovechan para sacar esos productos algo anticuados, o que ya no se están vendiendo, los colocan en las estanterías más vistosas con un buen precio, lo adornan con un día sin IVA antes o después del Black Friday y se liberan de mucho stock en un mes. Realmente no se dan ofertas espectaculares en productos realmente demandados». Así explica Rubén de Gracia , experto en marketing y autor del libro 'Curso de Marketing en Linkedin' (Anaya) parte del argumentario económico que se esconde detrás del aluvión de ofertas que invade en estos días las redes sociales, nuestros correos electrónicos, nuestros buzones y los reclamos publicitarios de las tiendas.
Comparte esta opinión Ana Jiménez , emprendedora especialista en marca personal, quien destaca que una de las razones por las que un producto puede tener una gran rebaja se deba a que los grandes comercios necesiten dar salida a algunos de sus productos y tengan que liberarse de stock para no tener pérdidas. «Todos aquellos productos que tienen peores ventas son los que tienen ese día los mayores descuentos», revela. Y esa es, según aclara, una de las razones por las que el pequeño comercio o los emprendedores que venden servicios no pueden permitirse grandes descuentos, ya que no producen grandes cantidades de stock.
Pero además los expertos de las empresas saben que al cerebro le atraen los estímulos innovadores y, sobre todo, las oportunidades , tal como alerta Aroa Ruiz , psicóloga del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP) y tutora del título de Experto en Mindfulness. «Nada de lo que vamos a ver en estos días es casual, desde la distribución de los productos hasta la luz, pasando por la temperatura, la música y hasta el modo en el que está marcado el precio. Todo está pensado para hacernos picar», asegura. Por eso la psicóloga apunta algunas de las estrategias que suelen usarse durante el Black Friday para atraer la atención y el interés de los compradores:
- Últimas unidades . Aprovechan ese interés del cerebro por lo innovador y por la oportunidad para usar la necesidad de adquirir un producto con rapidez. «Se sabe que hay una región específica del cerebro que nos impulsa a procesar esos estímulos de manera emocional y, de esta manera, que anticipemos que vamos a encontrar auténticos chollos en estas rebajas. Es más, también se nos inocula la sensación de que, si no hacemos esa compra rápidamente, otros se llevarán el producto deseado», revela.
- Otra estrategia es usar los números impares en los precios. Ese 19,99 euros o 29,95 euros que se ven a menudo cuando se hace algún tipo de oferta nos hace pensar que el producto es más barato y nos resulta algo más atractivo que si los números fuesen redondos.
Qué hacer para que no nos engañen
Este tipo de estímulos hace que, de alguna manera, nuestras emociones queden secuestradas y eso puede impedirnos pensar de manera lógica. «En este punto es donde entra el conflicto entre lo emocional y lo racional. Es importante, por tanto, saber lo que necesitamos y no confundirlo con lo que deseamos y es innecesario», comenta la psicóloga.
Más práctico se muestra Rubén de Gracia, quien afirma que una buena estrategia para saber si se está comprando una ganga o te están colando stock es comparar y prepararte con antelación. «Monitorizar el precio de los productos que quieres comprar un par de meses antes del Black Friday tanto en la tienda en la que quieres comprar como en otras, tanto nacionales como internacionales, puede ser útil», aconseja. El experto explica que una táctica que se usa mucho es aumentar los precios semanas antes de esa fecha para rebajarlos después y que por eso puede resultarnos una medida eficaz para saber si es realmente una oferta monitorizar cómo suben o bajan los preciosa una vez por semana durante los meses previos.
Por su parte, Ana Jiménez aconseja fijarse en las condiciones de la compra que se va a realizar y en la política de devolución. «Tener claro qué va a pasar si deseo efectuar una devolución posterior es algo que debemos saber para que la compra no nos salga 'cara' al final», recomienda. A su vez propone atender a las opiniones de otros compradores del producto pues eso nos dará una idea de lo práctico que puede ser y nos ayudará a tomar la decisión de si es realmente interesante y necesario para nosotros.
De Gracia insiste además en que, generalmente, los productos que tienen mayores rebajas en Black Friday son los que las empresas quieren vender por exceso de stock y no tienen un precio de referencia estipulado por un fabricante con mucho peso en el mercado. Así, según revela, será complicado encontrar una oferta interesante en móviles de alta gama o en videoconsolas, pues son pocas las empresas que realmente dominan el marcado y marcan los precios. Lo que sí será más sencillo, según apunta, es encontrar ofertas en mercados con más competencia, más fragmentados y con más opciones como es el caso de las televisiones, las cámaras, las herramientas electrónicas o los artículos de belleza, pues hay muchas marcas compitiendo por un mismo trozo del pastel y el usuario está más dispuesto a cambiar una marca por otra, según asegura el especialista en marketing.
En cuanto a la posibilidad de comprar en una tienda física o a través de internet en estas fechas, el especialista en marketing explica que actualmente la compra online es tan segura como la compra en una tienda física siempre que se tengan algunas precauciones. Lo primero que se tiene que revisar es que el sitio web de compra tenga certificado de seguridad (se ve un icono del candado en el navegador justo al lado de la barra de direcciones). Esto hará que los datos estén cifrados y seguros. El siguiente paso es analizar en la parte inferior de la página los datos de contacto, la información legal y las condiciones de contratación para asegurarse de que la empresa es lícita. «Huye de ofertas demasiado buenas para ser verdad o de webs que te obliguen a descargar e instalar aplicaciones o extensiones en tu navegador para poder acceder a esa oferta», advierte. Por último aconseja que, si alguien comparte un enlace y resulta sospechoso conviene buscar a esa empresa en internet e informarse antes de comprar pues cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, suele no serlo.
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