Así serán las matrículas gratis en las universidades

La propuesta de Susana Díaz de bonificar las matrículas universitarias en Andalucía se va concretando progresivamente. Se trata de una medida compleja que afecta directamente al bolsillo de las familias pero para la que todavía quedan muchos detalles por perfilar. Y no hay mucho tiempo para ello ya que el compromiso del Gobierno andaluzes que sea de aplicación a partir del próximo curso académico que se inicia en septiembre.

La bonificación del 99% en el precio de los grados universitarios es universal y no depende del nivel de renta pero tiene varios requisitos para poder acceder a ella. En primer lugar, sólo tendrán derecho a esta reducción los universitarios que lleven un año de estudio en las universidades públicas de Andalucía.

Así, los alumnos de nuevo ingreso deberán abonar el primer curso completo y será a partir de entonces cuando empiecen a tener bonificaciones en función de los créditos aprobados cada año. Teniendo en cuenta que el precio medio del grado en Andalucía está en 757 euros, un estudiante aplicado podría tener que pagar sólo esa cantidad para todos sus estudios universitarios y también en el máster ya que la bonificación se aplica también a los estudios de postgrado.

La bonificación es para los alumnos que aprueban en primera matrícula. Es decir, que tienen dos opciones para aprobar la asignatura, la convocatoria ordinaria y la de septiembre. Si aprueban en uno de esos dos exámenes, tendrán bonificados los mismos créditos en el curso siguiente. Si no, deberán pagar la segunda matrícula y las siguientes. Ahora bien. Hay otra bonificación a tener en cuenta. Los alumnos que aprueban en la convocatoria extraordinaria de diciembre, tienen una bonificación del 70% para una matrícula del año siguiente. Una reducción económica que ya se aplica y que seguirá vigente.

Contra el efecto llamada

Los alumnos que sean traslados de expedientes de otras universidades (sean públicas de fuera de Andalucía o privadas de cualquier parte de España incluyendo la comunidad autónoma) deberán abonar un curso completoen el sistema público andaluz. Con esta medida se pretende evitar el efecto llamada.

La reducción del precio de las matrículas también afecta a los estudiantes que hayan perdido su beca ya que podrán ahorrarse la matrícula de cuantas asignaturas hayan aprobado. El sistema de becas del ministerio retira la ayuda a los estudiantes que suspendan doce créditos o más en un curso; con la nueva norma de la Junta, sólo tendrán que pagar las asignaturas que hayan suspendido.

Decisión meditada

El Gobierno andaluz defiende que este anuncio —que se ha convertido en la propuesta estrella de esta «etapa diferente» del Ejecutivo de Susana Díaz— no es fruto de la precipitación ni de la necesidad de dar un golpe de efecto. El consejero del ramo, Antonio Ramírez de Arellano, ha puesto como prueba su discurso de inauguración del curso académico 2014/2015, cuando era rector de la Hispalense. Ya entonces defendía la gratuidad de matrícula universitaria para todos los estudiantes, sin tener en cuenta el nivel de renta.

Por eso asegura Arellano que los rectores estaban informados de esta línea de trabajo de la Junta de Andalucía. Según su criterio, se trata de un cambio de modelo y de incluir los estudios universitarios dentro del sistema de servicios públicos. La Educación obligatoria o la sanidad son gratuitos y universales sin mirar el nivel de renta de los usuarios. De la misma manera consideran que se debe proceder con los estudios universitarios. Ya ocurre con la Formación Profesional que es gratuita en todos sus niveles.

Otra cosa muy diferente es cómo se pagan estas bonificaciones. La Consejería de Economía y Conocimiento ha calculado un coste de 30 millones de euros al año para compensar a las universidades por lo que van a dejar de recibir. Un cálculo que el Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Sevilla, la más grande de Andalucía con un 25% de los estudiantes totales, cifra en 8 millones de euros al año. Así, para todas la comunidad autónoma el coste se cifra en unos 32 millones de euros.

El Gobierno andaluz insiste en que no es un problema de dinero, sino de concepto y de modelo ya que el pago de las matrículas es sólo un 16% de la financiación de las universidades andaluzas, y el resto son transferencias del presupuesto público. No obstante, Antonio Ramírez de Arellano ha explicado que no va a haber ningún problema para pagar esta cantidad y que se sentarán con los rectores en el último trimestre del año como han venido haciendo todos los años.

Este anuncio de Susana Díaz se hace además en pleno proceso de negociación del sistema de financiación universitario. La Consejería de Economía y Conocimiento reconoce una deuda de 228 millones de euros y todos correspondientes al año 2015. El nuevo sistema se está negociando ya aunque todavía no está cerrado.