Política

El «reforzado» líder de un partido resquebrajado

El PP-A saca pecho por su papel en la victoria de Soraya Sáenz pero queda patente la división y el temor a quién pueda terminar liderando el partido

Soraya Sáenz de Santamaría durante un mitin en Sevilla un día antes de las primarias J. M. Serrano

Fernando del Valle

La dirección del Partido Popular andaluz trató ayer de sacar pecho y atribuirse el respaldo mayoritario que los militantes populares andaluces dieron el jueves a Soraya Sáenz de Santamaría en el novedoso proceso de primarias que vive el PP. Un apoyo que fue fundamental en la ajustada victoria de la exvicepresidenta, precisamente cuando más ajustado estaba el recuento.

Pero se trata de un resultado que, pese a los grandilocuentes mensajes lanzados ayer especialmente por la secretaria general del PP-A, Loles López, no puede atribuirse únicamente al papel desempeñado por el «núcleo irradiador» de Juanma Moreno. López aprovechó los guarismos que dejaron las primarias para tratar de despejar cualquier duda sobre el liderazgo de su jefe. Sin embargo, obvió el papel fundamental que en el triunfo andaluz de Sáenz de Santamaría han tenido otros dirigentes de su partido. Sin el empuje de Antonio Sanz, mano derecha de la candidatura sorayista, de la exministra Fátima Báñez o del propio Javier Arenas —cuya participación «anticospedalista» explica mucho de lo ocurrido en Sevilla—, seguramente el resultado final hubiera sido otro.

Es cierto que la victoria de Sáenz de Santamaría en Andalucía ha sido incontestable . Un 54,4% de los 10.256 votos emitidos frente al 28,3% de María Dolores de Cospedal —ya fuera de la pugna por la presidencia del PP— y el 16,2% de Pablo Casado.

Una conquista basada en los abultados triunfos en provincias donde las aguas internas están calmas y por tanto la cuestión parecía absolutamente decantada, como Málaga, donde Sáenz cosechó el 71% de los votos;Cádiz, con el 64%, o Huelva, con el 86,6%. Pero también en otras en las que hay heridas abiertas en canal y la militancia ha acabado abrazando la causa sorayista.Tal ha sido el caso de Sevilla, donde el PP vive una aguda crisis desde que se renovó su cúpula y las posturas públicas de sus dirigentes habían estado muy enconadas. El 61,9% de los apoyos obtenidos por Soraya Sáenz frente al 29,2% de Cospedal no deja lugar a la duda de dónde están las preferencias de los afiliados que han votado.

Fracturas

Ocurre sin embargo que el triunfo de la exvicepresidenta no puede ocultar que ha quedado más que patente que el Partido Popular está absolutamente fracturado en Andalucía . «El partido está roto y cada uno debe ver cuál es su responsabilidad en haber llegado hasta aquí», afirma a ABC un dirigente crítico con el liderazgo actual.

Una circunstancia nada nueva pero sí renovada en sus términos, que se confirma precisamente cuando toca llamar a rebato pues las elecciones autonómicas pueden estar a la vuelta de la esquina.

Jaén y Córdoba —en espera de cómo terminen evolucionando las cosas en Sevilla— se han confirmado como los núcleos de la resistencia ante Moreno . Como se esperaba, en estas dos últimas fue Cospedal la candidata más votada. Al margen, también se han revelado determinadas rencillas internas en otras provincias, como en Granada, donde ganó Soraya Sáenz pese a no ser la «preferida» de su presidente provincial,Sebastián Pérez, o Almería, donde sí se impuso la exministra de Defensa —como quería el aparato que controla el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat— pero en la capital triunfó su némesis.

Temor al futuro

Pero, además de los resultados globales del jueves, que tan satisfecho han dejado al núcleo de poder de San Fernando —sede regional del PP— viene ahora una segunda variable que de manera inevitable llena de incertidumbre al partido:¿quién terminará haciéndose con la presidencia nacional? La pelea que ha prometido dar Casado y la posibilidad de que los compromisarios «cospedalistas» tuerzan la balanza en su favor llena de zozobra a según qué dirigentes. Aunque Moreno presume de su amistad con Casado, ¿podría haber «vendettas» si esto ocurriera?

Por eso, ayer hubo quien quiso abonarse raudo a la tesis de la lista más votada. Fue el presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, principal soporte de Juanma Moreno en la región . «Hemos de ser coherentes con nuestros principios», trasladó a través de las redes sociales para pedir sin más que Soraya Sáenz lleve las riendas de la formación. Más conciliadores fueron sin embargo Loles López y el propio Moreno, que apelaron a la responsabilidad de los dirigentes para negociar y llegar al congreso con una lista única. Lógicamente liderada por la ganadora del envite, aunque fuese por poco. El líder del PP-A, además, no dejó pasar la oportunidad de lanzar un aviso: «Trabajar contra el PP andaluz o sin tenerlo en cuenta es construir un proyecto político fallido a nivel nacional», dijo.

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