GIBRALTAR
Las preguntas incómodas a Fabián Picardo
El ministro principal de Gibraltar no quiere ni oír hablar de cosoberanía en la Roca: «Si queremos contarnos chistes, nos los contamos», dice a la prensa
Susana Díaz tiene un nuevo «amigo político» que ayer le agradecía en público todas sus gestiones ante la UE, donde la presidenta ha pedido que se tenga en cuenta la «singularidad» de Andalucía en la negociación del Brexit , ya que es la única región europea que tendrá frontera terrestre con el Reino Unido cuando se produzca la ruptura definitiva.
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Ni Picardo ni Susana Díaz quieren volver a ver las colas en la verja para pasar de uno a otro lado y por eso ayer todo fueron parabienes, cordialidad y promesas de buen trabajo en el futuro. «Ningún motivo de desencuentro», en palabras del ministro principal de la Roca. La consigna en la Junta (y parece que también en el Peñón) era poner por encima los intereses comunes y dejar para otro momento los asuntos espinosos —contrabando de tabaco, las agresiones a los pescadores españoles, su consideración como paraíso fiscal...—.
Otro rostro
Pero Picardo compareció ante la prensa que no fue tan benévola. Y ahí se cayó su sonrisa y su parafernalia británica —fue presentado por su director de comunicación que permaneció a su lado durante toda su comparecencia, algo impensable en España— para mostrar que no es oro todo lo que reluce. Cuando le preguntaron qué le parece que España mantenga la sartén por el mango con respecto a la negociación del Brexit en lo que se refiere a Gibraltar, el rostro del ministro principal cambió, «el que lleva la sartén por el mango corre el riesgo de quemarse con el aceite», dijo en un tono bastante más duro del que había empleado hasta entonces.
«Ni derecho de veto, ni sartén, ni mango son palabras que se puedan usar en este contexto, cuando están en la mesa los dos gobiernos más importantes en la zona», insistió.
La cosoberanía de España
El Gobierno de Mariano Rajoy ha querido mantener una posición de fuerza en la negociación del Brexit delante de la UE. Y una de sus estrategias ha pasado por no renunciar a la cosoberanía del Peñón , a cuya titularidad completa nunca ha renunciado España.
Fue un tema que nadie mencionó en la reunión institucional pero que sí salió en la sala de prensa. El rostro de Fabián Picardo —un abogado licenciado en Derecho por el Oriel College de Oxford— se volvió a tornar sarcástico, «si queremos contarnos chistes, nos los contamos» , dijo airadamente. «Gibraltar nunca va a discutir su soberanía con nadie, más que con Reino Unido, y vamos a permanecer plenamente en Reino Unido». No había organizado esta visita para hablar de estos temas.
El Gobierno andaluz tampoco dijo absolutamente nada al respecto. En el papel que se han repartido con el Gobierno de España, con el beneplácito y la complicidad del ministro jerezano de Exteriores, Alfonso Dastis , a la Junta le toca ser el rostro amable y el Gobierno central ya verá qué decisiones toma.
Pero si Picardo tiró de patriotismo británico, el vicepresidente de la Junta, Jiménez Barrios , hizo lo propio con el español. Su mensaje estaba claro: vamos a negociar para mejorar la vida cotidiana y evitar el impacto negativo en la economía pero no a renunciar a los derechos ni a los intereses de España que defiende su Gobierno central. Ahí también somos una roca.
