CONSECUENCIAS DEL CAMBIO DE GOBIERNO
Pedro Sánchez desactiva a Susana Díaz al llevarse a su consejera de Hacienda
María Jesús Montero tiene en su mano el nuevo modelo de financiación autonómica, el eje central de la política andaluza
El nombramiento de María Jesús Montero, hasta este miércoles consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía , como nueva ministra del ramo en el Gobierno de Pedro Sánchez tenía ayer muchísimos padrinos políticos. Y un denominador común: todas las partes consideran que ha sido un éxito y un acierto.
Susana Díaz habló con Pedro Sánchez el pasado viernes para felicitarlo por su nombramiento como presidente del Gobierno de España y le pidió que tuviese en cuenta las reivindicaciones de Andalucía en materia de financiación autonómica. Pero poco más respetando escrupulosamente su autonomía.
Algunas fuentes del PSOE andaluz reivindicaban sin embargo que el nombramiento de Montero como ministra se debía a las sugerencias hechas desde la calle San Vicente. Curiosamente, los andaluces que susurran al oído del ahora presidente por los pasillos de Ferraz , también aseguran que son ellos los que han pronunciado el nombre de la «mejor consejera del Gobierno de Susana Díaz» para que diese el salto a Madrid.
Jugada estratégica
El resultado de tantas maniobras ha sido, desde luego, una jugada estratégica de Pedro Sánchez. Con este nombramiento, el líder socialista hace lo mismo que sus antecesores, integrar a quienes habían derrotado en las guerras internas. Recupera, pues, la cultura del viejo PSOE que tanto le demanda la vieja guardia.
Es, de esta forma, un respiro para muchos socialistas andaluces que se sentían incómodos ante el frentismo que dividía al partido . Ahora sí que, de verdad, parece que se acabó el PSOE de Pedro Sánchez y el PSOE de Susana Díaz. Y eso a pesar de que María Jesús Montero nunca había sido una susanista convencida. Llegó al Gobierno andaluz antes que ella y era de las pocas personas que se atrevía a dar sus opiniones libremente.
Pero, sobre todo, desactiva el discurso de Susana Díaz frente a su Gobierno. Porque la financiación autónomica se había convertido en el principal argumento político de la presidenta andaluza frente al Ejecutivo de Rajoy. El discurso de la confrontación, del permanente agravio a Andalucía que se cifraba nada menos que en 4.000 millones de euros en déficit de financiación en los últimos años, era la principal fortaleza de la lideresa andaluza.
Lo que la hacía, además, convertirse en refererente nacional en un asunto en el que cada comunidad autónoma defiende su propia parcela, por encima de la postura oficial de los partidos políticos.
Es más, el portavoz del Gobierno de Susana Díaz, Juan Carlos Blanco, reivindicaba este miércoles la «convocatoria urgente» del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que ha quedado pendiente con la salida apresurada de Rajoy del Gobierno.
Ahora será la consejera de Hacienda de Susana Díaz la que tenga que abordar este asunto «crucial y estratégico» para Andalucía lo que ata las manos de la presidenta regional.
Pero también es un éxito político para Susana Díaz porque ha conseguido que Pedro Sánchez ponga nada menos que en su Gabinete a su consejera de Hacienda , la que defiende un modelo de reparto de los fondos públicos entre las comunidades autónomas con criterios de población y de paro, así como la nivelación total de los servicios públicos.
Este nombramiento, junto al de Carmen Calvo que también es andaluza aunque no computa como cuota del PSOE andaluz, supone también un reconocimiento al peso del PSOE andaluz en el conjunto de la organización, como han hecho los presidentes socialistas hasta la fecha.
Otra cosa son los retos por delante que tiene María Jesús Montero quien ya no acudirá este miércoles al Parlamento andaluz donde se celebra pleno. Tendrá, además, que defender el Presupuesto de Montoro que tanto denosta en el Senado. Las cuitas de la política.
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