Los partidos presionan a Susana Díaz para que mantenga sus exigencias frente a Pedro Sánchez

El Gobierno andaluz es optimista y espera que se convoque en breve el Consejo de Política Fiscal y Financiera

El nuevo Consejo de Gobierno de Susana Díaz con la incorporación de la útima consejera, Lina Gálvez EFE/José Manuel Vidal

Stella Benot

Ni siquiera en plena batalla de las primarias del PSOE había estado tan presente Pedro Sánchez en el Parlamento de Andalucía . Y, a tenor de lo que este jueves sucedió en la sesión de control al Gobierno andaluz, lo estará mucho más a partir de ahora.

No sólo porque es el nuevo presidente del Gobierno sino, sobre todo, porque los partidos andaluces saben que es el punto débil de Susana Díaz. Así, al margen de las preguntas concretas que los portavoces de los cinco grupos políticos hicieron a la presidenta de la Junta, el interés se centró en conocer cómo va a abordar a partir de ahora sus relaciones con el Ejecutivo central.

El Gobierno andaluz, y sobre todo su presidenta, ha centrado una buena parte de su discurso político en la confrontación con el Ejecutivo de Rajoy al que ha pedido más inversiones en infraestructuras, 4.000 millones de euros de infrafinanciación en los últimos años, la construcción de la conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla , la llegada del tren a Granada...

Un rosario de demandas que Susana Díaz insiste en que va a mantener , un discurso que repetían los principales miembros del Gobierno andaluz, como el vicepresidente. «Tenemos un Gobierno amigo en Madrid» le dijo la presidenta al portavoz de IU, Antonio Maíllo. «Pues será amigo de Andalucía porque lo que es amigo suyo...» respondía irónico el líder de la formación de izquierdas.

En el otro extremo del arco parlamentario, Juanma Moreno , el líder del PP andaluz tampoco dejaba pasar la oportunidad de presionar a Susana Díaz. «Sánchez le ha vuelto a hacer un roto, le ha vuelto a poner en evidencia . Ha construido una legislatura basada en la confrontación pensando en que Pedro Sánchez jamás podría llegar al Gobierno de España. ¿Qué excusa va a poner ahora para tapar su incapacidad si ya no está el Gobierno que según usted es causante de todos los males de Andalucía?».

Hasta Ciudadanos

Una de las fuerzas políticas que más descolocada se ha quedado tras la moción de censura en España, Ciudadanos, también se sumaba a este coro de voces aumentando la presión hacia la presidenta de la Junta. El portavoz naranja en Andalucía, Juan Marín, pretendía aprovechar la situación política para criticar el baile de «asesores» cada vez que cambia el Gobierno.

Así, llamaba la atención sobre la existencia de 2.333 puestos de libre designación en Andalucía y, aunque no duda de la «capacidad y mérito» de las personas que los ocupan, defendió que los funcionarios que tienen entre un nivel 26 y 30 puedan acceder a su carrera profesional por concurso, lo que supondría que dichos puestos se verían reducidos a 167.

Pero también Juan Marín se mostraba «seguro» de que María Jesús Montero convocaría a la mayor brevedad el Consejo de Política Fiscal y Financiera para empezar a negociar el nuevo modelo autonómico. Una demanda que Susana Díaz aprovechó para pedirle que se sumase al acuerdo de financiación autonómica que defiende todo el Parlamento excepto Ciudadanos.

Viento favorable

En medio de toda la tempestad política, Susana Díaz sigue manteniendo una estudiada distancia con el Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta no ha querido comparecer ante los medios para valorarlo y sólo lo ha hecho, a cuentagotas, respondiendo a los envites dialécticos de Juanma Moreno. Su crisis de Gobierno, provocada por la salida de María Jesús Montero, ya exconsejera de Hacienda y Administración Pública, ha la resuelto rápidamente.

En la tarde del jueves convocó un Consejo de Gobierno extraordinario y tomaron posesión los dos nuevos consejeros, Lina Gálvez , de Conocimiento, Investigación y Universidad; y Antonio Ramírez de Arellano quien suma a sus competencias las de Hacienda y Administración Pública.

Las palabras que pronunció en este acto fueron reveladoras: «Andalucía va a aprovechar ahora que los vientos soplan a favor para que los andaluces vivan mejor y tengan más oportunidades impulsando un desarrollo justo, inclusivo y solidario».

La realidad es que hay inquietud en el Gobierno andaluz por conocer qué pasos dará el Gobierno de Pedro Sánchez con el que no tienen puentes, al menos por el momento y a la espera de que nombren al Delegado del Gobierno en Andalucía en quien, todo sea dicho, no tienen puestas muchas esperanzas.

De todas formas, en San Telmo dan por seguro que en breve plazo habrá una convocatoria para reunir al Consejo de Política Fiscal y Financiera y empezar a negociar el nuevo modelo de financiación.

También hay esperanzas —fundadas, aseguran—de que el nuevo Ejecutivo central frene el proyecto de almacenamiento de gas en Doñana , lo que sería un importante respaldo político en un asunto sensible y que daría al Ejecutivo regional un empuje ecologista frente a Podemos que ha capitalizado toda esta polémica.

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