Pantanos andaluces: el vaso medio vacío tras un año seco y un lluvioso abril

Apesar de que el último año hidrológico fue seco el agua de los embalses sólo ha bajado 10 puntos respecto a 2018

Imagen del embalse de Zahara-El Gastor en la localidad gaditana de Zahara de la Sierra R. MAESTRE

Javier López

Andalucía cuenta esta primavera con menos agua para la misma sed. Las lluvias de abril, uno de los más húmedos del siglo en España, han paliado en parte la situación de los pantanos, han abastecido manantiales y han tenido efecto de ducha en los cultivos. La situación, empero, no permite relajarse. Los embalses de la comunidad están casi 10 puntos por debajo del volumen que registraban hace un año, la tierra comienza a agostarse y los agricultores, principales tomadores de las reservas, se impacientan. Con todo, el suministro de agua para la población está garantizado para los próximos tres años.

El monte andaluz aún no amarillea, pero temperaturas por encima de los 30 grados como las que se anuncian para este fin de semana en distintos puntos de la comunidad preludian un cambio de su tonalidad si el tiempo, como parece, no lo impide. El Instituto Nacional de Meteorología no prevé precipitaciones importantes para las próximas semanas, de manera que la combinación de nubes altas y consumo persistente explica que el porcentaje de agua almacenada en la cuenca del Guadalquivir quie ahora se sitúa en el 55,4% baje progresivamente.

Si el nivel de agua embalsada se compara con el de la última década hay razones para la preocupación, ya que la media de almacenaje en los 10 años es de más del 73%. El invierno seco y la primavera de escasas aportaciones hídricas se traduce en un nivel de precipitaciones que es un 21% inferior a la media de los últimos 25 años . Lo que explica que los pantanos estén a poco más de la mitad de su capacidad. Muy por debajo de las cifras del País Vasco, donde el nivel se sitúa en el 90,5% y de las cuencas del Cantábrico, cuya media aproximada es el 85%.

La cuenca mediterránea andaluza tiene un porcentaje de agua del 65,8 por ciento

Aún peor que la de Andalucía, cuyos pantanos resisten a la sequía, es la situación en las cuencas del Júcar (40,8%) y del Segura (33,9%), en tanto que es equivalente en las del Tajo y el Guadiana. Sin salir de la comunidad autónoma cuentan con más porcentaje que la del Guadalquivir, aunque son de menor tamaño, la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras, que está al 81,7 % y la cuenca mediterránea andaluza, cuyo porcentaje de agua es del 65,8 %.

La capacidad total de los embalses de la cuenca del Guadalquivir es de 8.118 hectómetros cúbicos . En la actualidad dispone de 4.498 hectómetros. El año pasado la cifra ascendía 5.347 y la media de los últimos 10 años es de 6.151 hectómetros. En cuanto, a la cuenca del Odiel, cuenta con 772 hectómetros, en línea con los registros de la década, y la del Odiel dispone de 187, cifra similar también a la media del lapso analizado.

La cuenca del Guadalquivir es, pues, la que reduce el nivel medio de agua embalsada con respecto a los registros precedentes. La suma de las tres cuencas, cuya capacidad es de más de 12.000 hectómetros, apenas supera los 7.100 hectómetros cúbicos. Y es probable que este volumen de reserva empiece a mermar, si bien en la semana comprendida entre el 22 y el 29 de abril se ha registrado un aporte de 42 hectómetros cúbicos (0,48 %) a los pantanos andaluces, cuyo porcentaje de agua almacenada varía significativamente.

Así, únicamente está al cien por cien de su capacidad el Aguacebas, aunque su tamaño, apenas 6 hectómetros cúbicos, facilita el porcentaje. Otros pantanos de su talla, como los de Almodóvar y Anchuricas, cuentan también con una cantidad de agua elevada . Y si el de Arcos, con capacidad para 14 hectómetros, suma uno más tendrá que aliviar agua. Embalses de mayor capacidad, en concreto, Conde Guadalhorce y Cubillas, también disponen de un volumen considerable de agua embalsada.

Los cuatro grandes

En cuanto a los cuatro grandes pantanos andaluces (Guadalcacín, Andévalo, Negratín y Tranco de Beas), todos superan el 50% de su capacidad. El embalse gaditano, con capacidad para 800 hectómetros de agua, cuenta con 478. El onubense tiene almacenados 470 hectómetros del total de 634, en tanto que el granadino dispone de 257 y el jiennense de 311 hectómetros.

Estas cifras, sin ser buenas, son signo de abundancia si se comparan con las de 1993, el año en que los pantanos andaluces se encontraban prácticamente sin agua. En concreto, dos millones de andaluces padecían entonces los estragos de la sequía. Córdoba y Jaén ordenaron restricciones desde febrero y la situación era crítica en Sevilla y Cádiz. Tanto, que el Ayuntamiento gaditano sopesó instalar una planta potabilizadora para utilizar agua del mar.

En agosto de ese año las reservas del conjunto de los sistemas hidráulicos del Guadalquivir rozaban el 11% de su capacidad. El organismo de aguas calificó la sequía como la peor del siglo. Únicamente Huelva contaba con reservas suficientes. La situación, agravada por los pozos de riego abiertos sin permiso, era tan crítica que la administración autonómica pidió a su Parlamento que desarrollara un pacto andaluz sobre el agua.

La situación mejoró después. A pesar de que Andalucía no se convirtió en Asturias, la pluviometría nunca fue tan esquiva como en la primera mitad de la década de los noventa. Lo demuestra el nivel de agua embalsada en años hidrológicos recientes. Uno de los mejores fue el de 2017/2018, cuando el nivel de reservas se encontraba al 52 % de su capacidad, porcentaje que rompió una racha negativa de 4 años.

Lluvias de abril y mayo

Esa reserva ha permitido que los pantanos andaluces hayan resistido relativamente el pasado año hidrológico, calificado como seco. Incluso para que haya pequeños pantanos al límite de su capacidad. El nuevo año hidrológico que comenzó el 1 de octubre registra a estas alturas de mayo valores por debajo del 10 por ciento de los normales, a pesar de que el pasado abril ha sido calificado como el segundo más lluvioso del siglo en España, tan solo superado por 2008 y el cuarto más húmedo en 54 años, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET ). Pero no llovió de forma proporcional por toda Andalucía. Entre las zonas con más bajos registros pluviométricos del abril lluvioso está Andalucía occidental, todo lo contrario de determinadas zonas del este de la comunidad como Sierra Nevada en la que se han registrado precipitaciones superiores al 50 por ciento a los valores normales de este periodo.

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