La odisea de dos andaluces atrapados en Perú por el coronavirus y que no pueden regresar a España

El país andino ha cerrado sus fronteras, como casi todos los de Suramérica y no los deja salir

La aventura turística de David se le ha convertido en una pesadilla. En la imagen, durante su visita a Cuzco ABC

A. R. Vega / R. Maestre

A los cordobeses David y Alicia la declaración de alarma decretada por el Gobierno español el pasado domingo les pilló en las nubes. A 2.430 metros de altitud, en la impresionante ciudad inca de Machu Picchu. Pedro Sánchez anunciaba un paquete de medidas de limitación de movimientos. Casi al mismo tiempo, a 9.200 kilómetros de distancia, el coronavirus llevaba al Gobierno de Perú a declarar el estado de emergencia nacional por 15 días. Una medida drástica que implica el aislamiento social obligatorio y el cierre total de las fronteras por tierra, mar y aire para luchar contra la pandemia del coronavirus. Lo que prometían ser las vacaciones soñadas en un destino exótico se han convertido en algo más parecido a un infierno y sin perspectiva de que la situación cambie en las próximas semanas.

¿En qué momento se jodió el Perú? El pasado sábado, un día antes de que todo se precipitase, «Iberia nos canceló por correo electrónico el vuelo previsto para el domingo 22 sin previo aviso. Tras varios intentos, conseguimos hablar con la Embajada en Perú por teléfono. Lo que nos dijo es que teníamos que presionar nosotros a la compañía aérea para hacer escala en otro país que nos permitiera llegar hasta Europa», relata David.

Por segunda vez en tierra

Decidieron entonces comprar otro billete con Avianca para el martes 17 con escala en Bogotá, ya que hasta entonces el tránsito con otros países de Latinoamérica no estaba suspendido. El pasado domingo cerró todas sus fronteras desde las 00.00 horas del lunes 16 de marzo. Avianco cancelaba todos sus vuelos hasta el 31 de marzo. Este funcionario de una administración local y su amiga, enfermera de profesión, se quedaban por segunda vez en tierra.

Con no pocos apuros, lograron escapar de la estación más cercana a Machu Picchu en un tren rumbo a Cuzco. «Ya en el hotel nos dijeron que al día siguiente cerraban. Fuimos al consulado y encontramos que estaba cerrado», cuenta. Tras múltiples intentos, le cogieron el teléfono en la Embajada, donde les tomaron sus datos personales y les indicaron que habían recibido hasta 157 llamadas de españoles también tan atrapados en Perú como ellos.

«Hemos alquilado otro alojamiento, pero tenemos el dinero justo, no nos contesta nadie. La única información de la Embajada nos llega por Twitter y lo único que nos dice es que están trabajando en eso», se queja. Desde el lunes están «encerrados» en un apartamento que, después de muchos intentos infructuosos, pudieron alquilar. «Estamos sin poder salir, con el dinero ya justo, desamparados y abandonados por nuestro país y las aerolíneas», se lamenta David, que pide una solución política para los afectados. «Es tan simple como fletar un avión para sacarnos de aquí», propone.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores afirman que se encuentran en emergencia consular . Que efectivamente todas las embajadas europeas se encuentran cerradas y ni siquiera se puede atender presencialmente a los 35.000 inscritos en el país andino. Señalan que hay dos líneas de teléfono y se va a habilitar una tercera. Fuentes diplomáticas recomiendan paciencia y consultar los tres países que aún no han cerrado la frontera, México Colombia y Brasil .

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