La ministra María Jesús Montero, jefa de la oposición por la vía de los hechos

La ministra de Hacienda reaparece en Sevilla por primera vez tras su designación como número uno al Congreso

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el miércoles en Sevilla donde participó en un desayuno informativo EFE

Stella Benot

María Jesús Montero no aterrizará en el puesto de mando del PSOE andaluz hasta que todo no esté perfectamente preparado . Pero el camino ya ha empezado por más que la ministra de Hacienda tratase ayer de escurrirse ante las preguntas más comprometedoras sobre su futuro político como sustituta de Susana Díaz. «Jamás he hablado con el presidente Pedro Sánchez de esta cuestión, ni en una conversación», dijo la ministra quien, sin embargo, dejó claro que estará «donde me ponga mi partido» aunque está «con los cincuenta sentidos» en su actual cometido como ministra de Hacienda, una frase de manual para salir de un apuro.

Tuvo, incluso, la oportunidad de elogiar escuetamente a Susana Díaz al ser preguntada por su parecer sobre la afirmación de Alfonso Guerra de que la ve «fuerte y con convicciones». Montero volvió a recurrir a lo clásico: «Yo también la veo fuerte y con convicciones y no creo que nadie diga que no la ve así».

María Jesús Montero reapareció ayer en Andalucía para participar en un desayuno informativo organizado por la Cadena Ser tras su designación como número uno por Sevilla en la lista al Congreso de los Diputados. Un acto público que fue mucho más que revelador para medir la temperatura del PSOE andaluz tras la purga que Pedro Sánchez ha impuesto a los susanistas. Y con una notable ausencia: precisamente la de la secretaria general del PSOE andaluz que, además, ni siquiera trató de disimular ya que no tenía ningún compromiso público en su agenda.

Por estar estaba hasta Antonio Pradas, uno de los purgados por Pedro Sánchez que se ha quedado sin destino político

Pero el desplante no fue institucional. La dirección del PSOE andaluz sí estuvo presente (Juan Cornejo, secretario de Organización; el portavoz parlamentario, la secretaria general del PSOE de Sevilla y algunos miembros de su Ejecutiva, Rodríguez Villalobos, el exvicepresidente de la Junta...) pero sus rostros poco tenían que ver con las sonrisas de los sanchistas (Gómez de Celis, Francisco Toscano, y hasta la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio). Por estar estaba hasta Antonio Pradas, uno de los purgados por Pedro Sánchez que se ha quedado sin destino político. Hasta un lugar preferente guardaron en la mesa presidencial para el actual consejero de Hacienda, Juan Bravo.

Y todos asistieron al debut de la ministra como alter ego del presidente de la Junta en un papel ¿involuntario? pero que la presentó como jefa de la oposición frente al nuevo Gobierno andaluz. Nunca un ministro del Ejecutivo central había asumido un papel tan protagonista frente al presidente andaluz ; ni siquiera en los momentos más duros de confrontación de Susana Díaz con el Gobierno de Mariano Rajoy. Entonces era Juanma Moreno quien daba la réplica política. Ayer fue María Jesús Montero.

Fondos perdidos

Uno de los principales asuntos de confrontación fue la denuncia del consejero de la Presidencia de que cada día se pierden 500.000 euros por derechos no reclamados por parte de la Junta de Andalucía. Un asunto que Montero consideró «muy grave». «Debe aclararlo porque si eso es así , quiero saberlo como ministra de Hacienda porque hay que tomar medidas. Creo que se debe a excesos verbales y ligereza y por eso les pido responsabilidad».

De hecho, si estos fondos se estuviesen perdiendo, la consejería de Hacienda debería abrir un procedimiento contable y acudir al Tribunal de Cuentas a denunciarlo.

El consejero de la Presidencia, a preguntas de ABC, trataba de cerrar el debate y le instaba a «que le pida explicaciones a su compañera Susana Díaz».

María Jesús Montero, que ha sido consejera de Hacienda entre 2013 y 2018, también censuró las críticas del Gobierno andaluz sobre la poca eficacia en la gestión del presupuesto. «No sólo no es cierto lo que dicen sino que parece que al Gobierno le interesa una mala reputación porque la realidad es que la deuda de Andalucía está tres puntos por debajo de la media de las comunidades autónomas».

En este sentido, pidió seriedad «porque la estrategia que están siguiendo es de libro, todo es un caos y un despilfarro. ¿Qué habrían pensado si yo hubiese entrado en el ministerio diciendo que Rajoy dejó de gastar cien mil millones de euros?».

María Jesús Montero también defendió el sistema de subasta de medicamentos que ella misma puso en marcha y que el Gobierno andaluz ha prometido derogar. Y para ello utilizó un informe de la AIReF (la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal española, un organismo independiente) que todavía no ha sido publicado. «Este organismo recomienda que se extienda el sistema de subasta de medicamentos a todas las comunidades autónomas y estima el ahorro en mil millones de euros para todo el estado. ¿Nos podemos permitir su supresión?».

Mientras Montero hablaba, los alcaldes de la provincia de Sevilla empezaban a moverse enviando mensajes a quien saben que tiene las llaves para llevarla a sus pueblos de mítines. Montero es ahora la estrella que todos quieren tener cerca. Y, como la campaña será corta por la Semana Santa, empieza con actos públicos mañana viernes en Sanlúcar la Mayor. Por cierto, en el cartel no aparece Susana Díaz.

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