MENSAJE DE FIN DE AÑO

Susana Díaz, ante la duda de convertir 2018 en año electoral

La presidente lo niega, pero el incierto escenario político tras el 21-D, el ascenso de Ciudadanos y las luchas en el PSOE podrían hacerle cambiar de opinión

La presidenta de la Junta de Andalucía, en su discurso de fin de año en Medina Azahara EFE

JUAN J. BORRERO

Lo ha negado. Lo hizo en marzo y lo ha repetido ahora, incluso en sede parlamentaria, aunque para muchos esa negativa lleva implícita la confirmación de todo lo contrario. Susana Díaz descarta que vaya a adelantar las elecciones autonómicas a 2018 , pero a nadie se le escapa que, de tenerlo previsto, no iba a ser tan indiscreta de comentarlo con antelación. Por eso la duda, y porque hay circunstancias que pueden aconsejar una estrategia similar a la que adoptó la presidenta en enero de 2015 cuando sorprendió a todos rompiendo el pacto de Gobierno con IU, socio con el que poco antes había aprobado el presupuesto, para utilizar esa ruptura como argumento con el que justificar que era necesario convocar elecciones en marzo.

La eclosión de Podemos

El verdadero interés que motivó aquella decisión fue lógicamente electoral, Díaz que no se había sometido al criterio de las urnas tras haber sido designada en 2013 presidenta tras la dimisión de José Antonio Griñán, presentía cercana la eclosión de Podemos, como posteriormente se confirmó, e intuyó que IU se vería arrastrada en esa dinámica. El PSOE andaluz tenía el enemigo en casa (su gobierno) y decidió asegurarse su futuro haciendo los deberes antes de que las encuestas alertaran de que todo podría empeorar como luego confirmaron los resultados del PSOEen las Generales. Acertó... por los pelos.

Susana Díaz gobierna ahora en minoría solitaria gracias al apoyo de Ciudadanos con el que ha logrado aprobar hace un mes el presupuesto que garantiza la estabilidad del gobierno andaluz para 2018. Pero ya se ha visto que eso no sería impedimento para adelantar las elecciones, aunque en esta ocasión debería buscarse otro argumento que no sea la ruptura con su mejor aliado político , porque Ciudadanos no le ha dado más que alegrías hasta ahora. Con mayoría, presupuesto aprobado y un socio leal que garantiza estabilidad, adelantar las elecciones sería un contrasentido.

Sin embargo, el ascenso electoral de Ciudadanos tras las elecciones catalanas se plantea como uno de los motivos que podrían llevar a la presidenta a arriesgarse y no esperar a marzo de 2019 . De la misma forma que Díaz se defendió del ascenso de Podemos, ahora podría estar diseñando un muro de contención para evitar fuga de votos hacia la marca naranja.

El PSOE andaluz está más centrado que el que lidera Pedro Sánchez en Ferraz

Si atendemos a los resultados de las elecciones catalanas, el fenómeno electoral de Ciudadanos debería preocupar es al PP; pero en clave andaluza el factor desgaste del Gobierno hace también vulnerable al PSOE. Sobre todo porque el PSOE andaluz está más centrado que el que lidera Pedro Sánchez en Ferraz, lo que le obliga a disputarse con Cs buena parte de su espacio político . La situación política obligará por tanto a un giro a la izquierda del Gobierno andaluz si quiere marcar distancias e incluso escenificar que esa distancia es larga con Ciudadanos, so pena de que al electorado le sugestione la palabra «cambio» en boca de una opción política que ha demostrado tanta empatía con los socialistas y apuesten por el «cambio tranquilo» frente a la alternancia del PP. Esa es la amenaza en la agenda de la presidenta. Un fuerte ascenso electoral de Ciudadanos en unas elecciones tan ajustadas no es desdeñable a medio plazo y condicionaría la relación de fuerzas de un futuro Gobierno en el que, sea con PSOEo con PP, no es descartable que haya consejerías color naranja.

Las encuestas son favorables al PSOE

Las encuestas son, por ahora, favorables al PSOE (hasta dirigentes del PP lo reconocen públicamente) por eso no es descartable que la presidenta valore el riesgo de intentar blindar en las urnas su espacio de poder, aprovechando las horas más bajas del PP a nivel nacional tras el descalabro catalán y los inconvenientes que tendrá Rajoy para sacar adelante el presupuesto. Tampoco el PP en Andalucía está tensionado para enfrentarse a unas elecciones en 2018, aunque los dirigentes del partido sí trabajan con la posibilidad de ese adelanto que fijan en septiembre. Además, Podemos sigue en caída libre.

Frente a la opción del adelanto electoral Díaz y su Gobierno pueden seguir exprimiendo la confrontación con el Gobierno central, al objeto de asegurar protagonismo a la presidenta y dar otro tono al discurso del PSOE (por si cabe una segunda oportunidad de asaltar Ferraz). Es decir, mantenerse exprimiendo el poder que supone gobernar la más poblada comunidad.

El adelanto electoral es un asunto compartido en otras agendas políticas de 2018, como la de Mariano Rajoy . Habrá que esperar al desenlace de la formación del gobierno catalán y ver si se aprueban los Presupuestos del Estado, entre otros temas pendientes ... Por eso, las apuestas sobre si habrá o no elecciones en 2018 están tan igualadas.

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