Dos hombres de Manuel Chaves en la corte de Juanma Moreno de la Junta de Andalucía

El Gobierno del cambio mantiene como altos cargos a dos hombres clave en el engranaje de poder del expresidente

José Manuel Crvera y una foto antigua de Juan Antonio Cortecero ABC

Stella Benot

Los dos han sido hombres clave en el engranaje político que tejió Manuel Chaves en sus 19 años al frente de la Junta de Andalucía y conocen la mayor parte de los misterios por desvelar de aquellos años de poder estabilísimo en la administración andaluza, en los que las holgadas y repetidas mayorías absolutas permitían al todopoderoso presidente andaluz gobernar con tranquilidad y a largo plazo. Los dos han tenido los teléfonos más «calientes» de la Junta de Andalucía y una llamada de uno o de otro, desde sus diferentes puestos, ponía firme hasta al más pinturero de los consejeros o al más díscolo de los viceconsejeros (que con Chaves mandaban, y mucho). Y ambos se fueron con Chaves a Madrid cuando Zapatero le impuso el exilio en el año 2009 en forma de Vicepresidencia del Gobierno , un dato que revela la estrecha relación de confianza que los une al expresidente ya que fueron muy pocos los que lo pudieron acompañar entonces.

Con esa trayectoria mantienen puestos influyentes en la nueva corte de Juanma Moreno, en cargos para los que fueron nombrados por Susana Díaz -que los heredó de Chaves aunque no a los dos por igual-. Se trata de Juan Manuel Cervera Grajera , Lolo, actual gerente de la Fundación Tres Culturas y quien acaba de participar en la organización del viaje a Marruecos del presidente Moreno. Y de Juan Antonio Cortecero Montijano , actual secretario general del Consejo Audiovisual de Andalucía, un cargo apetecible para cualquier funcionario de la Junta que no va a cambiar, al menos por el momento.

Lolo Cervera ha sido consejero aúlico de Manuel Chaves en toda su trayectoria política, mientras que su hermano Enrique llegó a ser portavoz del Gobierno andaluz. Los dos conforman un tándem muy conocido en el PSOE andaluz por su influencia en las altas esferas de aquellos años. Lolo formó parte del grupo de concejales comunistas de Sevilla en la primera Corporación democrática, junto a Amparo Rubiales o Víctor Pérez Escolano y pilotó el giro de este grupo al PSOE cuando la crisis de Santiago Carrillo. Desde este desembarco siempre ha sido uno de los defensores de la casa común de la izquierda y es quien más ideología ha aportado a los discursos de Manuel Chaves . Sus opiniones pesaban mucho en las del presidente y en el pensamiento del PSOE andaluz, donde era muy respetado.

Una labor que hacía desde la Unidad de Coordinación y Estudios de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, donde estuvo desde 2002 hasta 2004, año en el que fue nombrado director general de Estudios Andaluces. Desde abril de 2008 estuvo al frente del Gabinete de Presidencia de la Junta de Andalucía y un año después ocupó el mismo puesto en el Gabinete del entonces Vicepresidente tercero del Gobierno y Ministro de Política Territorial en Madrid.

Con Susana Díaz

Con la salida de Chaves, Lolo Cervera se enfocó hacia el sector privado en labores de asesoría y consultoría en materia de liderazgo, estrategia, comunicación y desarrollo empresarial . Pero esta aventura le duró poco porque Susana Díaz lo rescató como asesor y lo nombró gerente de la Fundación Tres Culturas en 2015. Hasta este año, ha sido frecuente verlo acompañando a la lideresa socialista en diversos actos y frecuentando la sede del partido de la calle San Vicente de Sevilla.

El caso de Juan Antonio Cortecero es diferente, aunque su influencia no era menor en la Junta de Manuel Chaves , Susana Díaz lo depuró de su círculo de confianza y de los mandos del Gobierno aunque lo premió con el cargo de secretario general del Consejo Audiovisual de Andalucía como reconocimiento a su trayectoria en el pasado y teniendo en cuenta su condición de funcionario, imprescindible para ejercer ese puesto.

Cortecero es funcionario del Cuerpo Superior de Administradores de Gestión Financiera de la Junta y empezó a ocupar cargos en la administración en el año 1986 . Entonces era un técnico muy valorado y ocupó varios puestos de responsabilidad en Hacienda hasta el año 2002 en el que lo nombran viceconsejero de la Presidencia, cargo que mantiene hasta la caída de Chaves.

En este puesto, y siempre de la mano de Gaspar Zarrías que lo adoptó como jienense, Cortecero tenía la llave de los asuntos que se aprobaban en el Consejo de Gobierno al ser el principal de todos los viceconsejeros en cuya reunión semanal se deciden los asuntos que pasan a la mesa del Gobierno. Si él se oponía a algún asunto -y hubo muchos durante sus años de mandato- no había nada que hacer. Era, pues, un aliado importante para todos los altos cargos del Ejecutivo de Chaves que sabían que Cortecero era la puerta imprescindible que había que cruzar.

Las crisis políticas más cruentas -como la de la creación de las agencias en la administración paralela que tardó años en llevarse a cabo- eran desarmadas por su lenguaje técnico y su tono pausado pero impasible. Se fue a Madrid con Chaves y con él cerró su carrera política. Por el momento.

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