De izqda. a dcha., el imputado Luis Pineda, su hijo Daniel y su antiguo abogado de confianza Alfredo Martínez Muriel
De izqda. a dcha., el imputado Luis Pineda, su hijo Daniel y su antiguo abogado de confianza Alfredo Martínez Muriel - ABC

Guerra civil en Ausbanc: el ex brazo derecho de Pineda denuncia al hijo

Alfredo Martínez acusa a Daniel Pineda de haberle amenazado en el despacho de Málaga

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Las aguas cada vez bajan más turbulentas en Ausbanc, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios, sumida en una profunda crisis tras la detención y encarcelamiento de su presidente, Luis Pineda, acusado por el juez Santiago Pedraz de los presuntos delitos de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa, administración desleal y fraude en subvenciones.

La mejor prueba puede ser la denuncia por coacciones y amenazas que ha interpuesto el ex delegado de Ausbanc en Granada, Jaén, Málaga y Marbella, Alfredo Martínez Muriel —antiguo brazo derecho de Luis Pineda en asuntos jurídicos, que de hecho lo llegó a nombrar adjunto a la Presidencia para estas cuestiones—, contra Daniel Pineda Cuadrado, uno de los cuatro hijos del presidente encarcelado.

El juicio debería haberse celebrado esta misma semana, pero la vista tuvo que suspenderse hasta mayo porque el hijo de Pineda andaba por Luxemburgo pleiteando contra las cláusulas suelo bancarias.

Lo ha confirmado a ABC el propio Martínez Muriel, quien asegura contar con una grabación para demostrar en los juzgados un serio encontronazo con quien este año ha empezado a sucederlo al frente de las delegaciones provinciales.

«Daniel venía trabajando con nosotros como abogado, y su padre me dijo a finales del año pasado que lo veía ya capacitado como para llevar la delegación de Granada. Yo le dije que me parecía bien, pero que antes tenía que liquidarme las comisiones por los trabajos que yo había realizado. Sin embargo, me contestó que no, que esas comisiones eran para el delegado y el delegado iba a ser su hijo, y en los siguientes tres o cuatro meses primero me dijo que, si no aceptaba, me quitaba la delegación de Jaén, y luego me dijo que también me quitaría Málaga», detalla Martínez Muriel, quien acabó cesado mediante burofax.

A la mañana siguiente del cese fue al despacho malagueño y tuvo el rifirrafe con Daniel Pineda. «Le expliqué que quería entrar para llevarme expedientes míos personales, entre ellos la herencia de mi madre, pero me cogió por el brazo para impedir que entrase y, ya desde dentro con la puerta cerrada, me dijo que o me iba o me lo tiraba todo por la ventana. No hubo sangre ni puñetazos pero sí coacciones y amenazas», explica Martínez Muriel, quien asegura que ha mantenido en secreto esta denuncia penal «porque no quiero que se piense que esto está vinculado con lo que ha ocurrido en las últimas semanas».

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