Griñán rompe su silencio y publica sus memorias, 'Cuando ya nada se espera'

El expresidente de la Junta de Andalucía aguarda a que el Supremo decida sobre su condena en el caso ERE

El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán en la Audiencia de Sevilla en 2019 EP
Antonio R. Vega

Antonio R. Vega

Esta funcionalidad es sólo para registrados

José Antonio Griñán Martínez (Madrid, 1946) publica sus memorias. A sus 75 años, el expresidente de la Junta de Andalucía ha decidido escribir sus vivencias desde su infancia de posguerra hasta el tiempo reciente, marcado por su condena en el caso ERE. El exdirigente socialista escribe para reivindicarse , justificarse, ajustar cuentas o simplemente dar su visión particular sobre lo bueno y lo malo que le ha sucedido. Para conocer los detalles habrá que esperar, aunque el título de su biografía, ‘ Cuando ya nada se espera ’, anticipa un tono derrotista. A despecho de la frase escogida para rotular sus memorias, él está a la espera de que el Tribunal Supremo confirme o no la sentencia. Ha solicitado su absolución en un recurso de casación donde carga contra los magistrados que lo juzgaron por basarse en «presunciones de presunciones».

La editorial Galaxia Gutenberg confirma a ABC que la biografía de 128 páginas llegará a las librerías el próximo 23 de marzo. La portada se ilustra con una foto con rictus serio del que fuera presidente de la Junta de Andalucía (2009-2013), consejero de Hacienda (2004-2009) y presidente del PSOE.

A Griñán, que es inspector de trabajo por oposición , le tocó gobernar la comunidad autónoma en un periodo cargado de sobresaltos por el estallido del escándalo de los ERE irregulares , por el que fue condenado a seis años de prisión por la Audiencia de Sevilla. Para los jueces, prevaricó y malversó fondos públicos al mantener y nutrir con los presupuestos de la Junta un sistema para repartir «de forma arbitraria» ayudas entre empresas en crisis y personas afines. Junto a él fue condenado su antecesor, Manuel Chaves.

Griñán ha decidido romper el silencio que se había impuesto, cuando han pasado más de dos años de la sentencia, notificada el 19 de noviembre de 2019, que representó un duro golpe para el PSOE, partido del que se dio de baja , y que le produjo un profundo abatimiento a nivel personal. Desde que dimitió como senador en el verano de 2015, vive alejado de la vida pública, recluido en su casa adosada del Aljarafe sevillano, cuya propiedad comparte al 50% con su esposa y sobre la que pesa un embargo judicial.

La editorial avanza que «estas memorias tienen el extraordinario valor de mostrarnos la visión de una persona que ha desempeñado responsabilidades importantes y que posee la información precisa para una aproximación documentada a una época que va desde los años de nuestra larga posguerra hasta lo que Anne Applebaum ha llamado el sonido irritante de la política actual ». «Una época que contiene exactamente el tiempo de una vida, la del autor, y la de una generación», subraya.

El ascenso de Griñán a la Presidencia de la Junta fue el resultado de una maniobra de José Luis Rodríguez Zapatero cuando defenestró a Chaves para llevárselo a Madrid en 2009 . A cambio, éste eligió a su amigo Griñán para sustituirlo. Zapatero, que prefería a la dirigente jiennense Mar Moreno, acató la voluntad del presidente saliente. Chaves aspiraba a seguir controlando el PSOE-A y mantener su influencia en la Junta. Para entonces, había saltado el escándalo de Mercasevilla, origen del caso ERE. Chaves pensó que su sacrificio podía acallar el ruido político.

Griñán quiso volar solo

Pero no sucedió una cosa ni la otra. Griñán cortó amarras con su antiguo amigo y creó su propio equipo de tecnócratas de la Junta y jóvenes ‘cachorros’ del PSOE que no pertenecían al círculo del expresidente. Por si fuera poco, forzó un congreso extraordinario para relevar a Chaves de la Secretaría General del PSOE-A y acabar con la bicefalia.

Aquel ataque de autonomía precipitó la ruptura entre estos viejos amigos, que solían ir juntos al cine. En menos de un año, se desprendió del legado de Chaves, pero no del todo. El sistema de los ERE, creado en el año 2000, acabó costándole la Presidencia. Griñán dimitió en agosto de 2013, cuando la juez Mercedes Alaya estrechaba el cerco en torno a él , y se marchó al Senado. Como Chaves, apela a su honradez y desconocimiento sobre la gestión del fondo para rechazar las acusaciones. Sus más cercanos insisten en que «no se ha llevado nada». Él, melómano consumado, espera que el ruido de los ERE no marque la partitura final de su vida .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación