Sentencia del caso ERE

Una expresidenta con mala memoria: cuando Susana Díaz decía que los ERE era una «causa inquisitorial»

Susana Díaz llegó a amenazar a Javier Arenas con denunciarle por vincular el nombre de Chaves y Griñán con los ERE

La expresidenta de la Junta Susana Díaz con el condenado Griñán a su llegada al Parlamento cuando se rompió una pierna EFE /Eduardo Abad

M. Moguer Terol

El caso de los ERE —680 millones de euros de dinero público repartidos sin control, según la sentencia que se conoció el pasado martes— era un «procedimiento inquisitorial que tiene fines partidistas». Se trataba de «una causa general contra la Junta de Andalucía y los gobiernos socialistas». Eso es lo que decía la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, en 2012, cuando el escándalo llevaba poco tiempo bajo la luz pública y la juez Mercedes Alaya iniciaba la instrucción del caso.

Díaz aseguraba que ella no hacía valoraciones, y no lo haría hasta conocer la sentencia, durante los años que duró la instrucción y el juicio. Pero la socialista no ha escatimado en adjetivos para echar por tierra la investigación y las acusaciones contra Chaves y Griñán.

Además de contra la juez Alaya —a la que ayer evitaba citar por su nombre—, en estos diez años de instrucción y juicio, Díaz ha cargado contra el informe policial que usó la magistrada para armar la causa. Se basaba, dijo en 2012, «en sospechas y suposiciones y no tiene soporte probatorio» . Estas declaraciones enfadaron, y mucho, a los agentes de la Guardia Civil que investigaban el caso. Dos asociaciones del Cuerpo calificaron de «vergüenza» las palabras de Díaz.

Defender la inocencia

Durante los últimos diez años, Susana Díaz no ha dudado en descalificar la investigación y en defender la inocencia de los hoy condenados. En 2011, incluso llegó a anunciar que iba a denunciar a Javier Arenas, entonces líder del PP en la comunidad, por vincular el nombre de los mandatarios socialistas con el caso de corrupción y «proteger así su honor ».

La defensa que la expresidenta de la Junta ha hecho a lo largo de los años de Chaves y Griñán ha sido férrea. «Manolo Chaves y José Antonio Griñán son honestos y honrados», aseguró en 2017. «Algunos —llegó a decir— tendrán que pedir perdón». Ya en 2012 afirmaba muy segura sobre la posible imputación de los dos expresidentes: «No hay pruebas ».

El tiempo le ha quitado la razón puesto que, según la sentencia que se conoció el martes, Griñán es culpable de sendos delitos de prevaricación y malversación y ha sido condenado a seis años de prisión y 15 años de inhabilitación. Chaves, por su parte, está condenado a nueve años de inhabilitación por un delito continuado de prevaricación.

El propio Griñán, como presidente andaluz, también descalificó la investigación del caso ERE. En 2012, cuando no sospechaba que sería imputado, dijo que el entonces diputado José Antonio Viera, señalado en la causa:«Todo el mundo le da por culpable de algo que sabemos que no lo es. ¿De qué se le acusa a Viera en los ERE?». Siete años después, el juez le ha respondido: prevaricación y de malversación, los mismos delitos por los que el expresidente ha sido condenado a 6 años de prisión y 15 de inhabilitación.

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