Los diputados andaluces seguirán siendo aforados... por el momento

Todos los partidos están de acuerdo, está recogido en el acuerdo de investidura que firmaron el PSOE y Ciudadanos pero, por el momento, no ha dejado de ser una declaración de intenciones. Los diputados andaluces en el Parlamento seguirán siendo aforados ante los tribunales, es decir, no podrán ser juzgados por los órganos ordinarios sino que deberán serlo por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, TSJA, cuyo máximo representante, por cierto, vive en un piso que paga la propia Junta de Andalucía, a pesar de que depende del Consejo General del Poder Judicial.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Cristina Cifuentes, ha dado esta semana un golpe de efecto anunciando un paquete de medidas de «regeneración democrática» entre las que se incluye la de suprimir el fuero de los diputados de la cámara autonómica, una medida que Ciudadanos había exigido a la presidenta madrileña para firmar el acuerdo de investidura que la situó al frente de la comunidad.

Igual que hizo en Andalucía con Susana Díaz.

La eliminación de este privilegio en Madrid no será efectiva hasta la próxima legislatura pero se aprobará previsiblemente en este año ya que todos los grupos políticos están de acuerdo. Con esta decisión política, Cristina Cifuentes se pone a la cabeza de un debate que irá surgiendo en las diferentes cámaras regionales, al tiempo que se arroga el éxito político en lugar de entregarlo a Ciudadanos.

Caballo de batalla

La formación naranja en Andalucía no ha sido muy beligerante en este asunto aunque ayer fuentes de Ciudadanos aseguraban a ABC que exigirán el cumplimiento de este punto (el número 12 de los firmados en el acuerdo con el PSOE en el capítulo de regeneración democrática), y que será un «caballo de batalla» en los próximos meses. El pasado 8 de octubre Juan Marín preguntó a Susana Díaz por esta medida durante la sesión de control al Gobierno en el Parlamento andaluz.

Juan Marín hizo entonces una encendida defensa de la supresión del aforamiento porque considera que es un «privilegio» que los diputados no deberían disfrutar. La formación que dirige lo toma, además, como una manera de luchar contra la corrupción.

La presidenta se limitó a asegurar entonces que coincidía con este análisis y que esta medida se va a llevar a cabo pero poco más.