Andalucía

Los desencuentros con Pablo Iglesias y otros motivos de la ruptura de Teresa Rodríguez con Podemos

La líder regional de Podemos anuncia su ruptura sin dejar su acta de diputada y el lanzamiento de otro partido que no sea «subalterno» de los socialistas

Teresa Rodríguez, en el centro, a su llegada a la sede regional de Podemos Andalucía con su equipo VANESSA GOMEZ

Antonio R. Vega

Teresa Rodríguez quiere volar sola. Se ha cansado de vivir bajo el mismo techo que Podemos y va a emprender su propia carrera política liderando una marca electoral andalucista al estilo de los partidos nacionalistas catalanes y vascos, que no sea «subalterna del PSOE» y ponga «freno a las derechas» .

La todavía coordinadora de Podemos en Andalucía siempre tuvo vocación de lideresa autonómica y ha amagado varias veces con romper la cuerda que la ataba al partido del que también es fundadora. Sus tiras y aflojas se han intensificado en los últimos dos años por el hiperliderazgo de Pablo Iglesias, su compra del chalé en Galapagar , o el rechazo frontal del dirigente a facilitar un grupo parlamentario propio a los diputados andaluces en el Congreso, otra «marea», que le privara del control de sus finanzas y de la elección de los candidatos. Ese momento parece hacer llegado ahora.

Rodeada por los ocho miembros de su ejecutiva y la portavoz adjunta de Adelante Andalucía en el Parlamento, Ángela Aguilera, Teresa Rodríguez compareció este jueves ante la Prensa para anunciar lo que ya se conocía y adelantó ABC: que dejará el mando de la formación morada en la Asamblea Ciudadana que se celebrará en mayo y que no aspirará a revalidarlo, dejando la pista libre a Iglesias para aterrizar y tomar el control de facto del partido con una dirección de su cuerda. Avanzó que se va a volcar en lanzar un « sujeto político propio andaluz » que marque «más distancia» con los socialistas y le dispute la clientela electoral por la izquierda en un espacio que, considera, ahora está desocupado. Su deseo es que la nueva plataforma, con vocación «andalucista, netamente ecologista, feminista y de la clase trabajadora», lleve el nombre del grupo parlamentario que comparte con Izquierda Unida, «Adelante Andalucía».

El inconveniente es que el equipo de la lideresa anticapitalista no las tiene todas consigo para reclamar la patria potestad de dicha marca electoral , con la que concurrió Podemos en coalición con IU en las pasadas elecciones andaluzas hace más un año, como le ha recordado su aliado. Esta pugna por una marca ya asentada puede tensionar –ya lo está haciendo– la convivencia en el grupo durante los tres años que restan de legislatura.

Teresa Rodríguez anunció su retirada en la sede regional de la formación morada y detrás de un atril que llevaba grabado un eslogan que encerraba una contradicción con su discurso: «En Andalucía Podemos.», con un punto y final, y a su lado el dibujo de la bandera blanquiverde.

Con Iglesias ha habido fricciones por la compra del chalé o su rechazo a un grupo propio en el Congreso

Las palabras de Rodríguez iban por otro lado. « Dentro de Podemos no somos capaces de cumplir los compromisos que adquirimos con los inscritos, que es tener una organización más andaluza, más descentralizada y más clarificada políticamente», justificaba así la decisión de hacer vidas separadas, que viene precedida de muchos desencuentros.

El último ha sido la formación de un cogobierno de Pedro Sánchez con Unidas Podemos que generaba incomodidad en la corriente de los Anticapitalistas, a la que pertenecen Teresa Rodríguez y Miguel Urban, que ayer también confirmó su abandono del partido. El alcalde de Cádiz, José María González «Kichi» , apoyó la decisión de la que también es su pareja y no ahorró críticas a la dirección estatal al argumentar que el gobierno de coalición en Madrid viene a reforzar al «régimen».

La lideresa de Podemos piensa lo mismo, pero escogió palabras más sutiles para airear las diferencias porque hasta mayo se abre un proceso de interinidad en el que mantiene la coordinación regional . Lamentó no haber sido capaz de convencer a sus compañeros de que «no era buena idea gobernar con el PSOE» en España.

«Masculina y madrileña»

Pero no quiso ir más allá en sus tiras y aflojas para no desentonar con la separación amistosa –con todo lo amistoso que puede ser cualquier proceso de divorcio– y pactada el pasado lunes en una reunión con Iglesias en Madrid, que fue escenificada en un vídeo difundido a través de las redes sociales el pasado miércoles. Bajo ningún concepto quería trasladar la imagen de un divorcio dramático y conflictivo que pueda erosionarles, escarmentados tal vez con la difícil ruptura de la pareja formada por Pablo Iglesias y Íñigo Errejón.

No será un adiós, sino un hasta luego con Podemos, a la que definió como una fuerza política que «nació muy madrileña, universitaria, masculina y de clase media». Coincidiendo con el cuarenta aniversario del referéndum de Autonomía en Andalucía , esgrimió la bandera blanca y verde, para destacar que los andaluces «estamos haciendo el tonto» y «permitiendo que territorios como Cataluña, Euskadi, Galicia o incluso Teruel sean capaces de poner en el centro del debate sus necesidades» y Andalucía esté ausente.

La aún coordinadora regional se volcará en construir la estructura de la nueva marca política conservando su escaño en la Cámara autonómica , al que no piensa renunciar en esta legislatura, ni tampoco lo harán los otros diez diputados autonómicos de Podemos que comparten bancada con otros seis representantes de IU. « Regalarle once escaños a IU nos parecería un exceso », afirmó, para recordar después que fueron sus candidatos los que se impusieron en las ocho provincias andaluzas.

Rodríguez dejó dos mensajes más: que baraja seguir inscrita en Podemos –aunque no votará en la asamblea de Vistalegre III– y que no descarta encabezar una candidatura distinta a la de Podemos en las próximas autonómicas, aunque no le parece «un escenario deseable». «Queda tiempo para eso» y « la política es una montaña rusa », zanjó con el clásico «no toca».

Al ya «no nos representa» que dejó traslucir Rodríguez con su retirada en diferido, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias , opuso el apoyo mayoritario de la militancia de su partido al Gobierno de coalición con el PSOE. El vicepresidente segundo salió así al paso de la decisión de los anticapitalistas de abandonar la formación morada, esgrimiendo esa alianza con los socialistas, y subrayó que Podemos y Anticapitalistas son «proyectos políticos distintos».

En esta idea insistió la diputada de Unidas Podemos por Sevilla Isabel Franco, afín al líder estatal y posible aspirante a suceder a Rodríguez. Se abre « un nuevo periodo para construir Podemos Andalucía como organización democrática », dijo. Un análisis que llevaba una censura implícita a la gestión de la dirección actual. Ya se sabe que después de una separación amistosa, llegan los reproches. Las relaciones, una vez rotas, como la política, tienen más curvas y altibajos que una montaña rusa.

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