Andalucía baja el tope que pagan hermanos y sobrinos por heredar

Hacienda quiere evitar que los parientes más lejanos abonen hasta un 70%

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, en Córdoba Valerio Merino

A. R. Vega

Cuando se recibe una herencia o una donación de un familiar no directo en Andalucía como, por ejemplo, un primo, hasta un 70% de la misma se queda ahora en manos de Hacienda. La cuantía que hay que liquidar en el impuesto de sucesiones y donaciones crece al alejarse el grado de parentesco con el fallecido, como resultado de la aplicación de los coeficientes multiplicadores. No es lo mismo que herede un hijo, un nieto o un cónyuge o que se haga una donación a un sobrino.

La reforma fiscal que impulsan los partidos que sustentan el Gobierno andaluz, PP y Ciudadanos –con el apoyo parlamentario de Vox– reduce el tipo máximo de manera que no puede superar el 48% en el peor de los casos, según explicó ayer el director general de Tributos de la Junta de Andalucía, Manuel Vázquez, en un encuentro informal con periodistas en el que también participaron el consejero de Hacienda, Juan Bravo, el viceconsejero, Roberto Ochoa, y el secretario general del ramo, Ignacio Méndez. «Por encima del 48% sería un impuesto confiscatorio», advirtió Bravo . Mendez especificó que «se ha tomado como referencia el 48% para igualarlo con el tipo máximo del impuesto sobre la renta (IRPF)». Para beneficiarse de este ahorro habrá que esperar al próximo 1 de enero de 2022, cuando se prevé que entren en vigor los cambios recogidos en la proposición de ley que promueven PP, Cs, y Vox en el Parlamento andaluz.

Desde abril de 2019, los familiares directos (hijos, padres, nietos y cónyuges) sólo tributan un 1 por ciento, cualquiera que sea la herencia que reciban. De esta bonificación del 99% de la cuota no se beneficiaban hasta ahora los grupos III (hermanos, sobrinos, suegros, hijos del cónyuge y tíos) IV (que van desde primos a extraños).

la Junta calcula que los 42.000 contribuyentes van a ahorrarse en torno a 31 millones de euros

La Junta da una segunda vuelta de tuerca a este tributo. Simplifica las tarifas y reduce los coeficientes multiplicadores, además de establecer bonificaciones para colectivos concretos. Con la bajada prevista, la Junta calcula que los 42.000 contribuyentes van a ahorrarse en torno a 31 millones de euros, que la Agencia Tributaria de Andalucía dejaría de ingresar cada año: 17.000 contribuyentes por herencias y 25.000 por donaciones.

Además de los topes máximos, los familiares del grupo III, como las personas que heredan de sus hermanos, ahora pueden ver reducida su liquidación en 7.993,46 euros. Cuando la norma entre en vigor el próximo año, la rebaja aumenta hasta 10.000 euros.

Las 41 reducciones previstas afectan a otros impuestos cedidos por el Estado a las comunidades autónomas: el de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados [que gravan la compraventa de vivienda], el de patrimonio, los del juego y el especial para determinados medios de transportes.

La reforma incluye rebajas específicas para facilitar el relevo generacional en el campo en el impuesto de sucesiones y donaciones. Si el propietario de una explotación agraria valorada en 300.000 euros decide donarla a su sobrino, que ha estado trabajando de manera habitual en el negocio, éste podrá disfrutar de una reducción del 99% por su transmisión.

Con anterioridad a la puesta en marcha de la primera reforma fiscal, que se aprobó en la primavera de 2019, tenía que pagar 88.092 euros a Hacienda. Cuando entre en vigor la nueva ley, tan sólo pagará 315 euros.

Convivir con mayores

Si un cónyuge hereda la vivienda donde convivía con el causante, o bien un pariente colateral mayor de 65 años con el que hubiese compartido techo al menos los dos años anteriores, se beneficia de una reducción del 99% en la cuota del tributo de sucesiones.

En las donaciones a descendientes destinados a la adquisición de vivienda habitual sólo se paga un 1%. A partir de la nueva norma deja de exigirse que sea su primera vivienda habitual.

En la primera reforma de 2019, la rebaja del tributo aprobada para los parientes directos representó la práctica eliminación del gravamen en una de las comunidades autónomas donde donar resultaba más caro. Andalucía siguió la senda de regiones como Madrid, Cantabria, Canarias, La Rioja y Murcia, que aprovecharon su margen de competencia sobre este tributo estatal para reducir la cuota que hay que liquidar en este tipo de operaciones.

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