Comicios
Alcaldes de Andalucía imbatibles elección tras elección
En los pueblos está la arquitectura de los partidos políticos, la base que sustenta el voto no solamente local sino nacional
La casa se construye por los cimientos. Sin una estructura local fuerte que afiance los mensajes políticos, los partidos no pueden avanzar y consolidarse. O les pasa como a Ciudadanos en estas pasadas generales. Las modas políticas también pasan, sobre todo si no hay bases que lo sustente. Hablamos con cuatro alcaldes modelo imbatibles, que ganan elección tras elección.
José Luis Sanz, alcalde de Tomares por el Partido Popular y recién elegido senador , tiene muy claro dónde está el éxito de un partido político: en su estructura local. «Tomares no es un pueblo del PP, había mayoría absoluta del PSOE hasta el 2007 que desembarcamos nosotros. Aquí viven muchos funcionarios de la Junta». Sanz está convencido que todo lo que sube como la espuma baja igual. «Vox es el partido de moda , al que se le permite y perdona muchas cosas que a nosotros no, ¿se imagina qué hubiera ocurrido al PP si presenta como candidato a presidir la Junta a un juez inhabilitado?» , se pregunta el regidor sevillano.
José Luis Sanz presume de tener una militancia en Tomares de 400 personas , «de todos los estilos y condiciones, de todos los estratos sociales, desde el dentista que gana mucho dinero a un trabajador de la construcción». «Por eso podemos llenar una sala con 600 asientos a las dos de la tarde o en otras horas un poco intempestivas si viene Casado a Tomares», se enorgullece. El senador dice que un partido a nivel local es una «fuente viva», «convence boca a boca» y achaca el fenómeno de la nueva derecha Vox a las redes sociales. «Aquí si se hubieran trasladado los resultados que obtuvieron en las generales a las municipales tendrían tres concejales; no obtuvieron ninguno, casi igual que Ciudadanos que podría tener cuatro y sólo consiguieron uno», argumenta. «Sin fuerza local no hay acción de gobierno, nosotros tenemos una ejecutiva local mensual y nos gusta la convivencia, buscamos cualquier excusa para reunirnos y celebrarlo con una cervecita, eso crea cohesión política, lo que otros no tienen», concluye.
«Cuando algún vecino entra al despacho sé lo que me va a pedir antes de que abra la boca». Lo dice Manuel Vallejo, alcalde socialista del municipio jiennense de Quesada desde 1999. Para el regidor la cercanía a sus gentes es una de las razones del éxito electoral que le acompaña. Otra es su capacidad para ganarse el jornal («no recuerdo un día de mi vida que no haya trabajado»). Y la tercera que nunca da falsas esperanzas: «Si tengo que decir a alguien que no, le digo que no».
Su currículo político está vinculado a Quesada, de cuyo Ayuntamiento fue concejal en 1987 y alcalde desde 1993 a 1995. No se presentó en las siguientes elecciones, que ganó el PP. Su retorno como cabeza de lista propició la victoria del PSOE en 1999, que desde entonces ha gobernado el municipio con el mismo número de concejales, 8 sobre 13 . «A veces hemos estado a punto de perder el octavo y otras veces de ganar el noveno», ironiza.
En Teba, Málaga , un pequeño municipio de algo menos de 4.000 habitantes, todas las convocatorias electorales las lleva ganando Podemos, en sus diferentes versiones, desde que en mayo de 2015 fuera elegido alcalde por IU Cristóbal Corral . El regidor que se llevó a su pueblo a Madrid hace un año para pedir ayuda por las espeluznantes inundaciones que sufrió su pueblo es la clave para que el voto (desde los años 90 hasta hace cuatro años mayoritariamente del PSOE) no varíe a pesar de los distintos ámbitos en juego en cada elección. «Sin duda aquí la gestión municipal supone mucho. Teba ha sido siempre muy de izquierdas pero nuestros vecinos valoran un gobierno local que es didáctico, que intenta moverse mucho en beneficio del pueblo y no duda en enfrentarse a otras administraciones de otros partidos y que también es muy participativo», afirma Corral a ABC.
Carmelo Romero, del PP, es alcalde de Palos de la Frontera desde 1995 . Cuando se le pregunta por qué su electorado no se cansa de él responde que «no es que sea guapo, es que reconocen el trabajo bien hecho y que el pueblo avanza. Hay quienes llegan a la política para hacer de esto su medio de vida. Yo entré una vez que tenía las espaldas cubiertas. Soy funcionario de la Administración, estudié oposiciones después de la Universidad y aprobé. Una vez con las espaldas cubiertas, me dediqué a la política, mi deseo desde siempre», concluye como prueba fehaciente de que no quiere «aprovecharse».
Información elaborada por Javier López, Rosa Font, Fernando del Valle y Romualdo Maestre
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